Les dieron escopolamina y les robaron 20 millones de pesos: la historia de cuatro amigos en Bucaramanga

Una noche de ocio se convirtió en pesadilla para un grupo de personas en una conocida discoteca, tras ser drogados y robados por falsos militares

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Cuatro individuos vivieron un inesperado giro en su salida nocturna al ser víctimas de un engaño que terminó en la pérdida de sus bienes por intoxicación - crédito Jesús Aviles / Edición Infobae Colombia
Cuatro individuos vivieron un inesperado giro en su salida nocturna al ser víctimas de un engaño que terminó en la pérdida de sus bienes por intoxicación - crédito Jesús Aviles / Edición Infobae Colombia

Cuatro amigos fueron, presuntamente, intoxicados con escopolamina durante una noche de ocio en una discoteca de la Zona Rosa de Bucaramanga, lo que resultó en el robo de sus pertenencias por parte de individuos que se hicieron pasar por nuevos amigos. El hecho ya fue puesto en conocimiento mediante denuncia penal en la Fiscalía.

Aparentemente, el incidente comenzó cuando las víctimas, cuyas edades oscilan entre los 33 y 42 años, fueron abordadas por un individuo que posteriormente, junto a otro cómplice, logró integrarse al grupo ofreciendo alcohol. Aunque inicialmente reacios, los afectados aceptaron compartir bebidas con los desconocidos, quienes alegaron ser militares en busca de establecer un negocio en la ciudad.

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Según el relato de una de las víctimas a Vanguardia, todo empezó cuando descendieron del vehículo y al entrar al establecimiento uno de los delincuentes los abordó queriendo entablar conversación. Una vez adentro, uno de los ladrones “se acercó a nosotros con el litro de aguardiente. Tomé yo y otro amigo, nos supo muy normal. Uno de ellos nos decía que eran militares, que venían de Manizales y que iban a montar un negocio de calzado aquí”.

El peligro de la escopolamina queda evidenciado en un reciente incidente en la Zona Rosa, dejando a ciudadanos sin sus pertenencias y cuestionando la seguridad en el ocio - crédito Freepik
El peligro de la escopolamina queda evidenciado en un reciente incidente en la Zona Rosa, dejando a ciudadanos sin sus pertenencias y cuestionando la seguridad en el ocio - crédito Freepik

Durante la velada, uno de los delincuentes gestionó el pago de más licor con la tarjeta de débito de una de las víctimas, momento que parece haber sido clave para marcar a la víctima como un objetivo para el robo. La situación se agravó cuando los atacantes ofrecieron a las víctimas una bebida energizante mezclada probablemente con escopolamina, lo que les causó desorientación y pérdida de memoria.

“Yo tomé y siento de una un sabor a medicina, a remedio o pastilla partida. Empiezo a tener lapsos de memoria. Un amigo, que no estaba tomando aguardiente, también ingirió y se empezó a sentir como si estuviera borracho, cuando no había tomado nada de licor”, siguió detallando el hombre.

Al cierre del establecimiento, ambos delincuentes acompañaron a las víctimas a una residencia en el sector de La Isla, donde finalmente fueron desvalijados. “Recuerdo que en medio del trayecto uno de mis amigos, el que no tomó trago, me dice que le quieren robar su cadena. Yo le dije que mire, que estaba en el sillín y se la guardé. Nos llevaron por la carrera 18, yo pregunté qué cuánto nos cobraban a todos por entrar. Todos fuimos a la habitación. Uno de ellos me daba órdenes, yo obedecía, me dicen mis amigos”.

Ya en la mañana, tres de los amigos despertaron sin rastro de los atacantes, mientras que el cuarto logró escapar durante la noche. Según el denunciante, las pérdidas incluyeron dinero en efectivo, celulares, y joyas, con un valor total estimado en aproximadamente $20′000.000.

Una estrategia criminal involucrando escopolamina pone en jaque a los asistentes de la vida nocturna, tras el asalto sufrido por un grupo de amigos en un establecimiento nocturno - crédito Freepik
Una estrategia criminal involucrando escopolamina pone en jaque a los asistentes de la vida nocturna, tras el asalto sufrido por un grupo de amigos en un establecimiento nocturno - crédito Freepik

Las víctimas, que posteriormente fueron llevadas por familiares preocupados a centros médicos, confirmaron la intoxicación: “en la historia clínica figura que se trata de escopolamina. El médico me dijo que le dé gracias a Dios porque mucha gente se pasa de droga y quedan muy mal, perdidos”.

Finalmente, la denuncia formal fue presentada ante la Fiscalía, acompañada de todas las pruebas disponibles, con la esperanza de que se realice una investigación exhaustiva para dar con los responsables de estos actos delictivos.

De igual manera, las víctimas expresaron su preocupación por la seguridad en zonas de ocio nocturno y la posible complicidad de terceros en incidentes de este tipo. Creo que en la residencia deben ser cómplices, no hicieron nada al ver a unas personas desorientadas”, concluyó uno de los afectados.