Relator especial de la ONU alertó por reclutamiento forzado de menores de edad en comunidades indígenas

José Francisco Cali Tzay se refirió a los retos que enfrenta el país, respecto al conflicto armado, pese a la firma del Acuerdo de Paz del 2016

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Imagen de referencia de reclutamiento de menores en Colombia - crédito Colprensa
Imagen de referencia de reclutamiento de menores en Colombia - crédito Colprensa

En el reciente informe entregado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el relator especial sobre derechos de pueblos étnicos, José Francisco Cali Tzay, alertó sobre los abusos y violencias de las que son víctimas los niños y niñas indígenas por parte de grupos armados ilegales en Colombia.

Al término de su visita a Colombia, Tzay entregó un informe completo en el que hizo varias apreciaciones sobre los derechos de los pueblos indígenas del territorio nacional y lanzó una alerta especial, relacionada con los menores de edad.

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De acuerdo con las conclusiones del relator especial de la ONU, los niños indígenas siguen siendo reclutados de manera forzada por parte de estructuras armadas ilegales.

La ONU alertó por reclutamiento de menores de edad pertenecientes a comunidades indígenas - crédito Joaquín Sarmiento/AFP
La ONU alertó por reclutamiento de menores de edad pertenecientes a comunidades indígenas - crédito Joaquín Sarmiento/AFP

“Recibí información alarmante sobre el reclutamiento forzoso de menores por parte de grupos armados”, escribió el relator en el informe.

Durante la rueda de prensa que dio en Bogotá, el integrante de la ONU añadió que “hay una situación en la cual se puede ver que hay niños, inclusive de 6, 7, 8 años, que están siendo reclutados. Es una situación que es preocupante, esencialmente por la cuestión de la violación al derecho internacional humanitario”.

Según la información plasmada en el informe, en muchas ocasiones los grupos armados reclutan a los menores de edad para entrenarlos y posteriormente los regresan a sus comunidades, esto con el fin de que hagan labores de inteligencia y transmitan información importante para esas estructuras.

“Muchos de esos reclutamientos son llevados a cabo con el fin de obtener inteligencia. Los niños y niñas son apartados de sus familias por algunas semanas y luego son supuestamente liberados, pero en realidad son reinsertados en sus comunidades con el fin de que sirvan de informantes, rompiendo la confianza y fracturando el tejido social del pueblo”, estableció el relator.

La ONU aseguró que pese al Acuerdo de Paz firmado en 2016, los grupos armados ilegales continúan perpetuando delitos contra los menores de edad - crédito Ejército Nacional
La ONU aseguró que pese al Acuerdo de Paz firmado en 2016, los grupos armados ilegales continúan perpetuando delitos contra los menores de edad - crédito Ejército Nacional

Así mismo, indicó que, teniendo conocimiento de esta práctica por parte de las organizaciones criminales, en muchas ocasiones los menores de edad no son recibidos nuevamente por las comunidades indígenas, lo que desencadena otros problemas como la indigencia y otras situaciones de vulnerabilidad en las que terminan los niños y niñas.

El funcionario señaló que muchos menores de edad terminan en la indigencia, hundidos por el consumo de drogas o incluso en la prostitución por cuenta de este flagelo.

“En algunos casos, los menores reclutados no son aceptados de vuelta por sus comunidades, lo que los coloca en una situación de abandono y los lleva a la indigencia, adicción o inclusive la prostitución”, dice el informe.

Menores indígenas se estarían suicidando para no ser reclutados

Con preocupación, José Francisco Cali Tzay aseguró que niños y niñas indígenas estarían recurriendo al suicidio como salida al reclutamiento forzado por parte de grupos armados ilegales.

“Otra de las consecuencias alarmantes del conflicto armado es el reciente y acelerado incremento de las tasas de suicidio entre menores de edad, quienes han recurrido a quitarse la vida para evitar o liberarse del reclutamiento”, relató.

Así mismo, se refirió a la atención de esta problemática por parte de las autoridades, señalando la falta de estrategias para siquiera establecer estadísticas.

“Se destaca la dificultad para recopilar datos estadísticos precisos y la falta de una política pública de salud mental diferenciada y consultada con los Pueblos Indígenas para abordar esta emergencia”, dice el informe de la ONU.

Comunidades indígenas ubicadas en el parque Nacional en Bogotá - crédito Colprensa
Comunidades indígenas ubicadas en el parque Nacional en Bogotá - crédito Colprensa

José Francisco Cali Tzay cuestionó la poca participación política de las comunidades indígenas y la falta de estrategias para atender sus necesidades, incluso en el caso de quienes viven en contextos urbanos.

“Fui informado que el 28% de los Pueblos Indígenas en Colombia viven en el contexto urbano, sin embargo, no hay una política pública nacional para atender sus necesidades específicas. Asimismo, su participación política es limitada”, puntualizó.