Medellín: hombre fue capturado por la desaparición de su expareja en situación de discapacidad

El sujeto, que no puede escuchar ni hablar, es señalado de haber maltratado físicamente a la mujer

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El día de la desaparición de Paola García, el sospechoso fue visto con una pala y habría tirado a la basura bolsas en las que estaba la ropa de la víctima - crédito Depositphotos
El día de la desaparición de Paola García, el sospechoso fue visto con una pala y habría tirado a la basura bolsas en las que estaba la ropa de la víctima - crédito Depositphotos

Desde el 10 de noviembre de 2022 no se sabe nada de Paola Andrea García, una mujer de 41 años en situación de discapacidad que mantenía una relación sentimental con un hombre de 28 años, identificado como Braihan Alexánder Marín Parra, que también es una persona en discapacidad.

Por la desaparición de García, Marín fue capturado el viernes 20 de octubre por uniformados del Grupo de Desaparición Forzada del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación.

El hombre es considerado sospechoso de la desaparición de su expareja, toda vez que hay testigos que afirmarían que en algún momento agredió físicamente a la víctima.

“El muchacho era un maltratador, le quitaba la plata a Paola y una vez los vecinos tuvieron que intervenir porque la estaba ahorcando. Había mucha violencia intrafamiliar, pero ella nunca lo quiso denunciar”, reveló una fuente a El Colombiano. Ahora, será investigado por el delito de desaparición forzada agravada.

Según el Código Penal Colombiano, la persona que incurra en este delito tendrá que cumplir con una pena privativa de la libertad de entre 320 a 540 meses.

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La mujer fue diagnosticada en su niñez con hipoacusia neurosensorial bilateral profunda, una condición que le impide escuchar y, como consecuencia, también hablar. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un problema de salud crónico que tiene diversas consecuencias: “Incluye la pérdida de la capacidad para comunicarse con otros; el desarrollo tardío del lenguaje en los niños, lo que puede dar lugar a aislamiento social; la sensación de soledad y frustración, particularmente en las personas mayores”, detalla la OMS.

Ahora bien, según el medio citado, García, que se desempeñaba como operaria de confecciones, vivía con Marín Parra, trabajador de un taller de motocicletas, en el barrio La Manguala, en el corregimiento de San Antonio de Prado, ubicado en el suroccidente de Medellín. Según testigos, discutían constantemente y, desde 2021, estas situaciones de desacuerdo empezaron a incrementarse y a incluir presuntos maltratos físicos por parte del hombre ahora detenido.

Al parecer, dichas agresiones respondían a motivos económicos, pues García había recibido la suma de 50 millones de pesos correspondientes a una indemnización por afectaciones en su salud que surgieron como consecuencia de su trabajo: sus manos se vieron afectadas. De acuerdo con lo consultado por le medio, Marín Parra habría estado buscando acceder a ese dinero e, incluso, habría logrado que su pareja comprara una motocicleta con parte de la indemnización para que fuera de su propiedad.

La desaparición de Paola Andrea García

El 10 de noviembre de 2022, cuando la mujer dejó de tener contacto con sus familiares y amigos, su expareja fue vista bajando de una montaña, sucio, y cargando una pala. Según el periódico, testigos también afirman haberlo visto tirando bolsas a la basura en las que, posteriormente, fueron halladas las prendas con las que García fue vista por última vez: una blusa negra con estampado y un pantalón color beige.

Afirman que el sujeto se trasladó de residencia y que, probablemente, ha estado suplantando la identidad de su expareja para simular que está bien; sus familiares han recibido fotografías antiguas vía WhatsApp. Sin embargo, las veces en que ha sido cuestionado por el paradero de la mujer ha brindado diversas versiones: en una ocasión, afirmó que García había sufrido un accidente porque un automóvil la había atropellado; en otra oportunidad, dijo que decidió marcharse para una finca.

Así las cosas, 11 meses después de la desaparición de Paola Andrea García, el sospechoso fue detenido y ahora tendrá que enfrentarse a una audiencia presidida por un juez de control de garantías y contará con la presencia de un traductor de lenguaje de señas.