La propuesta para salvar a Tigo de la quiebra: capitalización y un millonario crédito

Tigo-Une informó a través de un comunicado dirigido a la Superintendencia Financiera que, como medida para recuperarse de la difícil situación financiera por la que está atravesando, buscaría una inyección de capital y un crédito.

El anuncio fue el resultado de una asamblea de accionistas convocada para el 30 de mayo pasado en la que se buscaba definir algunas medidas a ejecutar, como generación de caja, créditos y capitalización, con el fin de garantizar la estabilidad financiera de la compañía de telecomunicaciones.

No obstante, el encuentro fue suspendido por los accionistas y se reanudará el próximo 30 de junio, luego de que el ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Mauricio Lizcano, anunciara que se conformará una mesa de negociación entre Millicom y EPM ―los principales accionistas― para buscar soluciones a la situación.

“Con el cumplimiento previo de todos los procesos y autorizaciones corporativas necesarias, la Asamblea General de Accionistas de UNE EPM Telecomunicaciones S.A. sesionó el día de hoy con 100% de las acciones suscritas representadas, y tomó la decisión por unanimidad de suspender la reunión y continuar la misma el treinta 30 de junio de 2023″, informó la empresa a través del comunicado enviado a la Superintendencia Financiera.

Si bien no se conocen con exactitud las medidas solicitadas por los accionistas para salvar a la empresa, el alcalde Daniel Quintero informó que Millicon tiene la intención de capitalizar a Tigo con 750.000 millones de pesos, de los cuales EPM tendría que financiar la mitad. Además, se pretende solicitar un crédito por 860.000 millones que serían utilizados para pagar las deudas a los proveedores.

No obstante, el alcalde Quintero sostiene en su calidad de presidente de la junta directiva de EPM que no está dispuesto a desembolsar ese monto y reiteró su intención de que la compañía venda su participación en Tigo, algo que el Concejo de Medellín no ha permitido.

En 2013 se creó la empresa Tigo-Une por medio de la fusión del portafolio de telecomunicaciones de EPM y Tigo (cuyo dueño es Millicon). Al principio, la compañía antioqueña tenía el 50% de la participación accionaria más una acción, pero luego le cedió el control a su socio a cambio de una prima, por lo que hoy no tiene la capacidad de tomar decisiones ni administrar. Ahora, la compañía antioqueña solo controla el 49,98% de la empresa de telecomunicaciones.

“Esa decisión en su momento mostró beneficios en cuanto a la tendencia que traía el negocio cuando era de EPM. Los primeros años, hasta 2014, hubo un pago de dividendos normal, pero desde hace más de unos seis años esta compañía no le transfiere ningún centavo de dividendos a EPM”, dijo Jorge Carrillo, gerente de EPM.

De acuerdo con el informe de la empresa, al cierre de 2022 los ingresos fueron de 5,44 billones de pesos, lo que significó un incremento del 5,9% respecto al 2021. Pero, a pesar del crecimiento, las pérdidas fueron de 473.813 millones. De igual manera, solo entre enero y marzo la operación arrojó pérdidas por 148.397 millones de pesos.

La compañía explicó que esto se debió a variables macroeconómicas como la inflación, la depreciación del peso, mayores gastos por amortización y los intereses asociados a la adquisición de espectro de 700MHz en 2019, así como los costos de endeudamiento financiero por las emisiones de bonos y deuda externa.

Al excluir los pasivos por arrendamientos financieros, la deuda financiera cerró en 2,91 billones, es decir, 284.000 millones menos que en 2021. Esto muestra el efecto que tuvo el prepago de 100 millones de dólares de un crédito sindicado.