Disidencia de las extintas FARC entregó a cuatro militares al Comité Internacional de la Cruz Roja

Se trataría del sargento Juan Gabriel Chichanoi Miramag y de los soldados Carlos Andrés Ocoró Mejía, Cristián Murillo Murillo y José Arcadio Epiayu Urania

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Los cuatro militares se encontraban en buenas condiciones de salud, tras ser liberados.  (CICR)
Los cuatro militares se encontraban en buenas condiciones de salud, tras ser liberados. (CICR)

En la mañana del miércoles 18 de enero, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó que en zona rural del Cauca recibieron por parte de un disidencia de la extinta guerrilla de las FARC a un grupo de militares que tenían en su poder desde inicio de mes.

“(Se recibieron) a tres soldados y a un suboficial del Ejército colombiano que se encontraban en poder del Frente Carlos Patiño de las Antiguas FARC-EP actualmente no acogidas al Acuerdo de Paz (sic)”, indicaron en el organismo humanitario.

Se trataría del sargento Juan Gabriel Chichanoi Miramag y de los soldados Carlos Andrés Ocoró Mejía, Cristian Murillo Murillo y José Arcadio Epiayu Urania, que forman parte de la Fuerza de Despliegue Rápido N°. 2 y del Comando Operativo de Estabilización y Consolidación Pegaso.

El jefe de la subdelegación del CICR en Cali, Kian Abbassian, reiteró que en ese organismo siempre estás dispuesto para servir de garantes en este tipo acciones humanitarias.

“Participamos en esta liberación, como intermediario neutral, por solicitud de las partes involucradas y con un fin estrictamente humanitario. En efecto, el derecho internacional humanitario contiene la obligación de proteger a las personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades, como las personas privadas de libertad. El CICR está dispuesto a facilitar otras operaciones que ayuden a mitigar las consecuencias humanitarias que persisten en Colombia”, señaló.

Una vez fueron recibidos por los miembros del CICR, los uniformados recibieron la atención médica correspondiente con la que establecieron que estaban en buenas condiciones de salud.

“Agradecemos a todos los portadores de armas por respetar nuestra labor humanitaria neutral. Nuestro acceso a las zonas más afectadas por los conflictos armados y la violencia es fundamental para que podamos ayudar, de manera imparcial e independiente a las personas que sufren por esta realidad”, agregó Abbassian.

En el organismo humanitario informaron que en estas tres primeras semanas del 2023 han colaborado en las liberaciones de ocho personas que estaban en poder de alguno de los grupos armados al margen de la ley que delinquen en Colombia.

“Estas operaciones fueron posibles por el dialogo bilateral y confidencial que sostiene la institución con todos los actores armados”, señalaron en un comunicado.

Los secuestros

El sargento del Ejército Juan Gabriel Chichanoi Miramag fue secuestrado el pasado 10 de enero, cuando se movilizaba entre las poblaciones de El Tambo y Patía, en el centro del Cauca, y el pasado fin de semana el grupo armado que lo tenía en su poder le hizo llegar a la Defensoría del Pueblo un video de prueba de supervivencia del suboficial.

“Fui capturado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Hasta el momento por parte de ellas se me han respetado los derechos como persona. No he recibido afectaciones ni físicas, ni verbales, ni psicológicas de su parte”, dijo en la grabación.

Mientras que el secuestro de los soldados ocurrió el domingo 15 de enero cuando los militares, quienes se encontraban de permiso, se desplazaban en un vehículo de servicio público por una carretera entre los mencionados municipios, confirmó el Ejército en un comunicado.

Detallaron los militares que individuos de civil, que portaban armas de fuego, se identificaron como integrantes del grupo armado residual Carlos Patiño y se los llevaron.

Los plagios ocurrieron dos semanas después de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunciara un cese al fuego bilateral con varios grupos armados ilegales, entre ellos el Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC, del que hace parte la citada estructura criminal, que se supone que quiere negociar la paz con el gobierno Nacional.

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