Dos historias diferentes anticipan el posible futuro del gigante del retail Amazon

Por Barry Ritholtz

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(Archivo)
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El servicio de inversiones Moody publicó un informe muy interesante sobre Amazon.com. Ese documento era muy diferente de lo que Wall Street había DICHO en su investigación, que tiende a alabar cualquier cosa relacionada con el fundador y director ejecutivo de la compañía, Jeff Bezos. Soy un fan de su trabajo y de su compañía, así que para comprobar si lo está haciendo realmente bien intento buscar perspectivas opuestas cuando tengo la ocasión.

La investigación de Moody venía con el siguiente título: "El gigante online está todavía lejos de dominar la venta minorista". Y tuve que leerla. Es el trabajo que cualquier fanboy de Bezos debe hacer para mantener una perspectiva equilibrada.

Hacerlo, para mí, resulta bastante difícil. Soy un gran consumidor de Amazon y de sus productos (Prime, Alexa, Kindle y Amazon Video). No soy dueño de las acciones, ni tampoco mis clientes. A muchos nos gustaría, pero la mayoría de nosotros no tendría el estómago suficientemente fuerte como para superar sus altibajos tan salvajes.

(AmazonFresh Pickup)
(AmazonFresh Pickup)

La visión contraria de Moddy se hace especialmente notable por la justificación que hace de Amazon, que si bien puede ser un gigante de internet, en realidad es el más débil entre los grandes minoristas estadounidenses. La compañía, con sede en Seattle, procesa la mitad de todas las ventas minoristas de la red, pero esa cifra supone un pequeño porcentaje ya que el 90 por ciento de todas las ventas se realizan sin conexión.

Amazon es la mejor alternativa para debilitar la venta al por menor tradicional con la tarjeta de crédito, mientras que otras empresas tratan salir a flote con sus esperanzas puestas en las ventas online.

No hay duda de que la empresa líder de ventas en internet es un conglomerado imparable, ya ha llegado a innumerables mercados y lo está haciendo como Apple, que transformó todo lo que tenía a su alrededor mientras hacía su incursión. Al mismo tiempo, los minoristas van a tener que trazar nuevos planes para competir con Amazon, una compañía que, de momento, será exitosa pero no dominante. Este debate se acabaría si el aumento de Amazon atrae la atención antimonopolio del gobierno, que cree que es mejor acabar con esa situación.

infobae

Los informes de ganancias, datos de ventas, ingresos… son históricos. El desafío, ahora, no es pensar en una imagen única sino en un video (una sucesión de imágenes que combinen situaciones, como si fuera una película fluida). La clave está en proyectar lo que sabemos ahora y lo que imaginamos que podría ser en un futuro. Cuando se trata de Amazon, esa imagen en movimiento comienza con una pequeña tienda de libros a través de internet. El manifiesto de 1997 escrito por su fundador y enviado a los accionistas ese año (y actualizado cada año) es notable no solo por su visión consistente, sino por cuantos otros de la misma época han desaparecido. ¿Recuerdas los buscadores de AltaVista, Hotbot o Ask Jeeves? Grandes empresas como Yahoo, AOL, Excite, Lycos, Netscape y muchos otros han caído en la irrelevancia y, como mucho, se les recuerda por algún dato histórico. Eso hace que el actual éxito de Amazon llame más la atención.

Lo que parece una proyección hacia adelante es una forma de demostrar lo bien que la empresa ejecuta sus decisiones, y lo cierto es que se queda en la visión original. Obviamente no sabemos qué tan bien lo hará, solo lo podemos adivinar.

Invertir es hacer decisiones sobre un futuro incierto. La forma en la que pensamos ese futuro determina nuestro éxito o nuestro fracaso en la inversión.