¿Qué ocurriría en el escenario de una destitución de Pedro Castillo y Dina Boluarte?

En una situación así José Williams y Martha Moyano asumirían la presidencia de la República y del Congreso, respectivamente. ¿Cómo cambiaría el panorama político?

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José Williams y Martha Moyano asumirían la presidencia de la República y del Congreso, respectivamente. (Congreso de la República)
José Williams y Martha Moyano asumirían la presidencia de la República y del Congreso, respectivamente. (Congreso de la República)

El 11 de octubre, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, presentó ante el Congreso de la República una denuncia constitucional contra el presidente Pedro Castillo por la presunta comisión de los delitos de organización criminal, tráfico de influencias, además de colusión. Se abrió así un nuevo camino para lo oposición para sacar a Castillo de Palacio de Gobierno por la vía de la inhabilitación o suspensión del cargo, para lo cual, luego de que la denuncia pase por la comisión de Acusaciones Constitucionales y la Comisión Permanente, se requieren 66 votos del Pleno (sin contar con los miembros de la Comisión Permanente) para su aprobación.

La denuncia contra Pedro Castillo podría tener una decisión final en tres meses a más, según los avances en cada etapa del proceso.

En paralelo, la vicepresidenta de la República, Dina Boluarte, quien asumiría la presidencia si Pedro Castillo es vacado o destituido, también afronta una situación similar a la del jefe de Estado. Existe una denuncia constitucional en su contra por haber realizado trámites como presidenta del club departamental Apurímac de forma simultánea al ejercicio de su cargo en el Estado.

En el caso de que la denuncia sea enviada y aprobada en el pleno del Congreso, Boluarte enfrentaría una acusación de la Fiscalía de la Nación y podría ser apartada de la vicepresidencia de la República.

Pedro Castillo afronta una acusación Constitucional presentada por la Fiscalía ante el Congreso.
Pedro Castillo afronta una acusación Constitucional presentada por la Fiscalía ante el Congreso.

Es decir que en algunos meses, tanto Pedro Castillo como Dina Boluarte podrían dejar Palacio de Gobierno y asumiría como nuevo jefe de Estado José Williams (Avanza País), ya que actualmente es presidente del Congreso. Además, Martha Moyano (Fuerza Popular) pasaría a ser la nueva titular del Legislativo. Teniendo en cuenta que Rafael López Aliaga se convertiría en el nuevo alcalde de Lima desde 2023, el panorama político podría cambiar radicalmente de izquierda a derecha.

Luis Benavente, experto en comunicación política y director de Vox Populi, considera que la vía de una destitución de Castillo y Boluarte podría tener como obstáculo a las bancadas de centro, en la medida en que, quienes asumirían el poder serían políticos de derecha. Por eso, los grupos moderados apostarían por respaldar a Boluarte si el actual jefe de Estado es destituido.

Así, ante un dominio de la derecha en el Congreso y el Ejecutivo, los grupos de centro tendrían como primera opción la salida de Castillo, pero el mantenimiento de Boluarte, con quien podrían negociar un gobierno de centro, señala.

Dina Boluarte rechazó la denuncia constitucional en su contra durante su presentación ante subcomisión del Congreso durante la semana.
Dina Boluarte rechazó la denuncia constitucional en su contra durante su presentación ante subcomisión del Congreso durante la semana.

El posible nuevo escenario político

En un escenario de esas características, Paolo Sosa-Villagarcía, uno de los autores del libro El profe: Cómo Pedro Castillo se convirtió en presidente del Perú y qué pasará a continuación, considera que podría iniciarse un clima de cierta inestabilidad en el país.

“Sobre el escenario de un gobierno a manos del Congreso, creo que generaría bastante inestabilidad. No sé si las protestas sean masivas como en el caso de noviembre del 2020, pero sí esperaría cierta movilización especialmente en Lima y, con ello, niveles altos de represión y bajo control de los llamados ‘excesos policiales’”, dijo a Infobae.

Por su parte, Luis Benavente, señala que también podría haber movilizaciones. “La irrupción de Manuel Merino fue cuestionada por sectores de izquierda que movilizaron a la población a las calles hasta provocar su caída en pocos días. Ellos no quieren una derecha en el gobierno y no están dispuestos a negociar. Algo parecido podría pasar, pero habría que tener en cuenta la habilidad de José Williams para manejar la situación”, dijo.

El factor Antauro Humala

Por otro lado, Antauro Humala, el líder etnocacerista que está en libertad desde agosto, tras pasar más de 17 años en la cárcel por homicidio simple, secuestro y rebelión en el levantamiento conocido como ‘Andahuaylazo’, viene realizando una gira por varias regiones del país mostrando actitudes radicales y expresando su aspiración de llegar al poder.

En reiteradas ocasiones ha señalado que se movilizaría junto a sus seguidores al Congreso de la República con el objetivo de cerrarlo si este poder del estado aprueba una ley que impida su candidatura a la presidencia.

Al respecto, Luis Benavente señaló que “Antauro Humala está ocupando un espació que ha dejado vacío Perú Libre, un espacio radical, contestatario de izquierda ante el agotamiento del oficialismo y sus socios en las recientes elecciones regionales y municipales”.

“Ese espacio tiene que ser cubierto por alguien y ahí está Antauro Humala con el suficiente temperamento contestatario para hacerse de esa población”, añadió.

Antauro Humala prepara terreno para lanzarse a la presidencia.
Antauro Humala prepara terreno para lanzarse a la presidencia.

Sin embargo, indicó que la diferencia de los etnocaceristas, respecto a Perú Libre, es que no son asociados a organismos de fachada de Sendero Luminoso (como sí ocurre con Perú Libre), ya que muchos de esos reservistas pelearon contra esa agrupación armada terrorista.

Así las cosas, una salida de Castillo y Boluarte del Ejecutivo y una consecuente asunción de la presidencia por parte de José Williams, teniendo como titular del Parlamento a Martha Moyano, parece estar lejos de generar estabilidad política.

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