Día Mundial de los Mares: las razones para cuidar el principal recurso que tiene la humanidad

En el mar la vida es más sabrosa, rezaba una canción del tiempo de nuestros abuelos. Lo cierto es que los océanos son parte indispensable de la vida de todo ser viviente en el planeta Tierra. Y es que en los mares que rodean al mundo se produce la mayor parte del oxígeno que necesitamos. En él también podemos encontrar alimentos, energía y hasta algunos medicamentos para nuestra salud.

Es por estos motivos que desde hace unos años cada 29 de septiembre, se celebra en cada rincón del orbe el día mundial de los Mares.

Este día especial recuerda el esfuerzo que debe hacer todo ser humano para minimizar el daño que le hace y reducir que sobre los mares se viertan aguas residuales, residuos industriales y todo tipo de basura que mata a las especies que ahí habitan y pone en peligro a todo el ecosistema. Y de ahí se pone en peligro nuestra propia supervivencia

Según con varios informes de la IPBES (Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services o la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, en español) casi 400 millones de toneladas de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de instalaciones industriales son arrojados a los diferentes mares del mundo.

Esta terrible situación a dado como resultado que casi 400 zonas oceánicas sean consideradas como muertas. Esto significa, en kilómetros cuadrados, una superficie de 245 mil. Para entenderlo mejor, un poco más grande que el territorio que comprenden Nicaragua y Honduras juntos. Es por eso que la fecha nos hace darnos cuenta de la magnitud de este grave problema.

Pero el asunto del cuidado del mar no es algo que se ha puesto de moda recién en el siglo XXI, sino que ya desde hace varias décadas nació la preocupación por su preservación y cuidado.

Así fue que la ONU (Organización de las Naciones Unidas), luego de una reunión con todos sus miembros determinó, en 1978, que todos los 29 de setiembre se recordado como el Día Mundial de los Mares. La idea principal era, y sigue siendo, preservar la seguridad de la vida marina. Además, ya en 1948, había creado la Organización Marítima Internacional (OMI), que fue el primer organismo dedicado a la seguridad marítima.

Con el paso de los años, y por influencia directa de la ONU, es que la OMI ha incorporado la protección de los todos los ecosistemas marinos como uno de sus principales objetivos.

Nuestro país es uno de los pocos privilegiados en el mundo en el que su capital está bañado por el mar.

Pero no solo es eso, pues además de ser biodiverso, el mar peruano es uno de los más productivos del planeta. Por ejemplo, cifras del Ministerio del Ambiente (Minam) del 2019 señalaron que el desembarque de frutos del mar en el Perú fue de 4 millones 784,688 toneladas.

Estos productos, entre muchos más, ayudan a que miles de familias puedan generar ingresos para su subsistencia y que más peruanos puedan saborear sus bondades. Tal vez ese esa uno de los motivos por el cual los primeros pobladores peruanos llegaron y se quedaron por estos lares.

Pero no solo se puede encontrar medios para alimentarnos en el litoral peruano, también podemos ver más de un acogedor ecosistema que no solo sirve para el deleite de los turistas, sino también reviste de vital importancia para la supervivencia del planeta.

Este día en particular sirve para darle un real valor a nuestro Mar de Grau y todos los recursos que nos ofrece, que a la vez son vulnerables ante la amenaza que representa la presencia del hombre.

Es justamente el ser humano, el principal culpable del agotamiento de los recursos naturales de algunas especies. Como también del crecimiento desordenado y sin medida de las costas. Estas son solo algunas de las razones que le hacen daño irreversible a uno de los ecosistemas más frágiles que tenemos.

Precisamente esta última la que más daño le hace al habita marino y, de pasada, a la salud humana, por la ingesta involuntaria del agua contaminada o por el consumo de especies que han sido previamente contaminados (peces, moluscos y otros).

Para la preservación de este importantísimo ecosistema, solo somos los seres humanos los que debemos analizar y replantear nuestras actitudes hacer un uso más responsable de los recursos que el mar peruano nos ofrece.

La cautela y el autocontrol deben ser los pilares principales para causar el menor impacto y marcar la pauta para aprender nuevas maneras de relacionarnos con la naturaleza.

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