La historia de la Biblioteca Nacional del Perú: cómo se formó la institución que celebra 201 años

La Biblioteca Nacional del Perú (BNP) está de aniversario por sus 201 años de creación. Cada 28 de agosto se cumple un año más de la primera institución cultural establecida en el país. El espacio donde miles de ciudadanos acuden para tener acceso a los materiales documentales y bibliográficos.

Esta vez se conmemora a esta institución, donde miles de escritores e historiadores han entregado sus colecciones, logrando así que la población pueda acceder y tener el conocimiento, mediante la lectura, sobre la historia. En este sentido, Infobae conversó con Fabiola Vergara Rodríguez, jefa institucional de la Biblioteca Nacional del Perú, quien nos comentó acerca del significado y la importancia de estos espacios culturales en todo el país.

Desde otro punto, hizo hincapié para que las autoridades trabajen en tener estos espacios culturales. Los gobiernos municipales deben contar con una biblioteca pública a disposición de su comunidad. Sin embargo, esto no siempre ha sido así.

“Actualmente, a nivel nacional, solo contamos con 497 bibliotecas públicas municipales. Entonces, la Biblioteca Nacional viene trabajando como ente rector del Sistema Nacional de Bibliotecas en garantizar y acompañarlos a los gobiernos locales en la creación de sus bibliotecas. A raíz de este trabajo se han creado 14 redes bibliotecarias por departamento y hemos logrado también que cerca de 50 gobiernos locales creen administrativamente sus bibliotecas”, confesó la jefa institucional de la BNP.

La Biblioteca Nacional del Perú fue creada en 1821 por José de San Martín, luego de un mes de haber proclamado la Independencia. El libertador expidió el Decreto de creación y la definió como “una de las obras emprendidas que prometen más ventajas a la causa americana”. El 17 de septiembre del año siguiente, la Biblioteca Nacional abrió sus puertas al público. Asimismo, se nombró al primer bibliotecario de esta institución a Mariano José Teodoro de Arce Bedrigal.

El local, ubicado en la avenida Abancay, convivió con las luchas emancipadoras, que entre 1823 y 1824, fue saqueada y por lo cual se perdieron diferentes colecciones de las que contaba desde su inauguración. Sin embargo, no fue el único episodio desfavorable que pasaba en este local. Durante la Guerra del Pacífico en 1881, las fuerzas chilenas invadieron los salones de la biblioteca, donde los volúmenes, ediciones, entre otros, fueron establecidos como botín de guerra. Para el escritor Ricardo Palma este episodio lo consideró como un “crimen de lesa civilización”.

En 1883, se convocó a Ricardo Palma para reorganizar la biblioteca. En ese entonces, el autor de las Tradiciones Peruanas utilizó sus contactos y pidió, a través de numerosas cartas a diversos eminentes de América y España, que donaran libros, a fin de recuperar las colecciones bibliográficas. Es así como nace el “Bibliotecario Mendigo”.

Un incendio en la biblioteca fue el inicio de otra tragedia. En la madrugada del 10 de mayo de 1943, se destruyó casi todas las colecciones quedando solo cenizas de lo trabajado por Palma. En este sentido, se nombra a Jorge Basadre como director y organizador de la BNP, quien levantó un nuevo local en el lugar. Mientras que en 1944 creó la Escuela Nacional de Bibliotecarios.

Luego de varias cortas gestiones, en 1973 se nombró directora a María Bonilla de Gaviria. Durante su periodo se publicó el Catálogo de Autores de la Colección Peruana de la Biblioteca Nacional, que cuenta con material bibliográfica peruana y peruanista de los periodos 1553-1977. Años más tarde, asume la dirección José Tamayo Herrera, donde se prepara el Proyecto de Ley del Libro.

Asimismo, se nombra a Franklin Pease García Irigoyen. En su gestión se promulgó y se creó el Sistema Nacional de Bibliotecas como órgano de ejecución, lo cual dependería del Ministerio de Cultura. En 1986 se logra conseguir un espacio para la construcción de la BNP en el distrito de San Borja bajo la dirección del librero Juan Mejía Baca, porque en el Centro de Lima ya no había espacio para atender las necesidades de los ciudadanos y tampoco mantener los patrimonios.

En 1994 se realiza una convocatoria de Anteproyectos Arquitectónicos para este local. En esta misma línea, los ganadores arquitectos: Guillermo Claux Alfaro, Francisco Vella Zardín, Walter Morales Llanos y Augusta Estremadoyro de Vella entregaron el Proyecto, luego de la licencia que ofreció la municipalidad. En este periodo estaba a cargo Martha Fernández.

En la gestión de Sinesio López Jiménez se reanudó la construcción del nuevo local, en marzo del 2004, debido a que se paralizó la obra por falta de presupuesto. Además, el también sociólogo creó una campaña para recibir el apoyo de los medios de comunicación con la finalidad que se culmine con este proyecto. Finalmente, ante los diferentes problemas, la BNP fue inaugurada el 27 de marzo de 2006. Hoy en día es considerado uno de los espacios más modernos de América Latina.

Las buenas noticias para la institución llegaban porque luego de las gestiones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Chile se acogió a devolver 3.788 libros que salieron del país ante el conflicto del Pacífico. Cada libro contaba con un sello por lo que se pudo identificar con facilidad el patrimonio peruano que tuvieron mucho valor.

Con la dirección de Ramón Mujica Pinilla se realizó la campaña “Se buscan libros perdidos de la Biblioteca Nacional del Perú. Recompensa: 30 millones de peruanos agradecidos”. El país se logró inscribir en la Memoria del Mundo de la UNESCO que tiene como objetivo proteger los bienes culturales.

En 2018, la historiadora y escritora, María Emma Mannarelli asume la dirección e impulsa la incorporación del enfoque de género. En el 2020, la BNP fue liderada por Ezio Neyra, quien buscó nuevas maneras para conectarse con la población tras la pandemia por la Covid-19. Actualmente, se encuentra a cargo de Fabiola Isabel Vergara Rodríguez.

Para Sinesio López, la biblioteca era el espacio de un inventario bullente. “Una biblioteca nacional no es un cementerio de libros viejos sino un repertorio bullente de ideas vivas con las que entramos en una relación intensa cuando leemos”.

Las bibliotecas son el puente que se cruza para llegar a la información requerida. Estos espacios también son considerados como la memoria del país, por lo que se predomina la igualdad de oportunidades en conocimiento e historia cultural. Durante el tiempo la BNP busca evolucionar, pero también dependerá del presupuesto otorgado. Por ello, es importante conocer y saber sobre la protección del patrimonio bibliográfico.

La Biblioteca Nacional del Perú, generalmente, estuvo encabezada por hombres, pero durante estos 201 años se ha nombrado a cuatro directoras, de las cuales tres fueron bibliotecarias y una historiadora. Sin embargo, la presencia de las mujeres fue mucho antes de lo que se conocía en la BNP desde el ámbito doméstico.

En otro punto, Quintanilla mencionó que se dio poca importancia para rescatar las colecciones de las mujeres escritoras porque, de acuerdo con las políticas de los directores y los trabajadores a cargo, se ha definido qué se archiva. En este sentido, también informó que se está trabajando en dar mayor visibilidad a las obras de las mujeres.

“Esto se ve en manifiesto en el número de colecciones masculinas que tiene la biblioteca en referencia a las mujeres. Podemos ver que aproximadamente la biblioteca tiene 70 colecciones de hombres frente a 6 de mujeres, que es un poquito menos que el 10 %”, sustentó en el Auditorio Mario Vargas Llosa.

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