Cómo es acampar en la Antártida

Por sus condiciones extremas, ofrece una experiencia para los más aventureros y una dosis de consciencia ambiental

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Acampar bajo los cielos antárticos
Acampar bajo los cielos antárticos proporciona una experiencia única y memorable

Acampar en la Antártida brinda una experiencia única para aquellos que buscan algo más allá de las actividades convencionales de un crucero. Después de disfrutar de la cena a bordo, los pasajeros son transportados a tierra firme en un Zodiac que es una embarcación ligera y resistente que se adapta perfectamente a las condiciones extremas del continente helado. Esta travesía hacia la tierra firme añade un toque de aventura y emoción al viaje.

Bajo la supervisión de un guía experimentado, se procede a seleccionar el sitio de acampada. Este experto garantiza que la ubicación sea adecuada y segura, pero además también comparte su conocimiento sobre el entorno, enriqueciéndolo con detalles fascinantes sobre la fauna, la geografía y los desafíos que presenta la Antártida. La presencia del guía ofrece una capa de seguridad y confianza, lo que permite los campistas disfrutar de la experiencia con tranquilidad.

Una vez en el lugar seleccionado, los participantes reciben instrucciones precisas sobre cómo armar y preparar las bolsas de dormir. Esta etapa del proceso es crucial para asegurar una noche confortable y segura en un entorno que puede parecer hostil. La preparación no solo incluye técnicas para mantener el calor y la comodidad, sino también para minimizar el impacto ambiental, lo que respeta la fragilidad del ecosistema antártico.

Durante los meses de febrero
Durante los meses de febrero y marzo, las salidas se hacen de noche

La Antártida, con sus condiciones extremas, ofrece una experiencia que no requiere ser un campista experimentado. Recibirán ayuda de sus guías en todo momento y no es necesario ser un superviviente experimentado o particularmente atlético para poder acampar, pues se trata de una actividad inclusiva.

La seguridad es una prioridad. Los pasajeros no deben preocuparse por osos polares, ya que esta actividad se lleva a cabo solo en la Antártida, no en el Ártico. Sin embargo, deben estar preparados para una noche al aire libre en el Polo Sur. No se permite llevar a tierra combustible o equipos de calefacción. Por lo tanto, los campistas deberán vestirse adecuadamente para afrontar el frío extremo, llevando prendas como ropa interior térmica, chalecos y camperas polares, gafas de sol, medias gruesas, camperas de pluma, guantes abrigados, y más.

El equipamiento esencial es proporcionado por Oceanwide, una empresa de expediciones. Esto incluye una bolsa de dormir polar sintética, una bolsa vivac respirable, colchonetas, un inodoro portátil para el campo, una bolsa estanca, una linterna con pilas y botas de goma impermeables. Los guías de campo estarán en contacto permanente con el barco para garantizar la seguridad de todos.

El respeto al medio ambiente también es fundamental. Los guías ubican los campamentos de manera que no interfieran con la fauna local, aunque es posible que los pingüinos se acerquen por curiosidad. Siguiendo estrictamente las regulaciones internacionales, a la mañana siguiente no queda ningún vestigio de todo el equipo y los desechos humanos porque se llevan de vuelta al barco, lo que asegura que el entorno se mantenga en su estado natural.

Bajo la supervisión de un
Bajo la supervisión de un guía experimentado, se procede a seleccionar el sitio de acampada

Los campamentos tienen un límite de 30 pasajeros, con un guía cada 20 personas, según las regulaciones establecidas por el organizador. Además, se puede ofrecer una noche de acampada adicional dependiendo de las condiciones meteorológicas y la posición del barco. La exploración de regiones remotas y salvajes como la Antártida requiere de una aproximación sensible y flexible, y la seguridad es siempre la prioridad.

Los cambios meteorológicos son un factor crítico a considerar. Los vientos catabáticos, que pueden acelerar su velocidad de repente, pueden obligar a cancelar las noches de acampada planificadas. La actividad solo se lleva a cabo cuando las condiciones climáticas son seguras.

Para la comodidad y seguridad de los campistas, se recomienda llevar una botella para orina apropiada y una linterna. Durante los meses de febrero y marzo, las salidas se hacen de noche, por lo que estos elementos son esenciales.

Acampar bajo los cielos antárticos proporciona una experiencia única y memorable, perfectamente organizada y segura, respetando siempre el medio ambiente y las normativas internacionales.