“Proyecto Matterhorn”, el plan de Qatar para espiar a un fiscal suizo que investigaba a la FIFA

Medios suizos aseguran que montó un operativo con micrófonos para escuchar una conversación entre Michael Lauber y Gianni Infantino

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El ex fiscal general suizo Michael Lauber (AFP)
El ex fiscal general suizo Michael Lauber (AFP)

Qatar espió a un ex fiscal general suizo y esuchó ilegalmente una reunión secreta con el jefe de la FIFA, en medio de temores de que podría ser despojado de la organización de la Copa del Mundo de 2022.

Según informó el semanario suizo NZZ am Sonntag, Qatar organizó una operación de inteligencia para espiar una reunión informal ocurrida hace seis años entre el entonces fiscal general de Suiza, Michael Lauber, y el jefe de la FIFA, Gianni Infantino,

El periódico dijo que su investigación de meses había revelado que la reunión encubierta en Berna el 16 de junio de 2017, que después de revelarse le costó el trabajo a Lauber, había sido grabada en secreto para Qatar. Según el diario alemán NZZ am Sonntag, la sala donde tuvo lugar la reunión estaba equipada con micrófonos.

En aquel momento, la oficina de Lauber estaba investigando acusaciones de corrupción masiva en el fútbol mundial, incluidas irregularidades en la decisión de conceder a Qatar la Copa del Mundo de 2022.

En foto del 16 de diciembre del 2022, el presidente de FIFA, Gianni Infantino, habla en una conferencia de prensa durante el Mundial de Qatar en Doha, Qatar. (AP Foto/Martin Meissner)
En foto del 16 de diciembre del 2022, el presidente de FIFA, Gianni Infantino, habla en una conferencia de prensa durante el Mundial de Qatar en Doha, Qatar. (AP Foto/Martin Meissner)

Sin embargo, cuando se conoció que mantuvo tres reuniones informales con Infantino, y en particular la de 2017, tuvo que renunciar.

La reunión se celebró en el lujoso Hotel Schweizerhof, gestionado por propietarios qataríes desde 2009, en una sala de conferencias situada en el mismo pasillo que la embajada qatarí, señaló NZZ.

Distintas investigaciones revelaron que, ante el temor de perder el derecho a organizar la Copa del Mundo de 2022 por acusaciones de corrupción y violaciones de los derechos humanos, Qatar lanzó una operación de influencia internacional. El país espisó a funcionarios de la FIFA y a Lauber, según NZZ, que afirmó haber obtenido “documentos oficiales secretos que prueban la acción de espionaje” en el Schweizerhof.

El periódico también afirmó que fuentes con conocimiento directo del incidente habían descrito la operación, bajo condición de anonimato, y habían dicho que llevaba el nombre en clave de “Proyecto Matterhorn” (por el monte Cervino).

Las fuentes dijeron que el objetivo principal del espionaje era reunir material incriminatorio que pudiera utilizarse para presionar al fiscal.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, durante el sorteo final del Mundial Qatar 2022, el 1 de abril de 2022 (REUTERS/Pawel Kopczynski)
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al-Thani, durante el sorteo final del Mundial Qatar 2022, el 1 de abril de 2022 (REUTERS/Pawel Kopczynski)

La investigación se suma a los datos revelados en noviembre pasado cuando, los medios suizos SRF y Swiss Info detallaron que Qatar había orquestado una operación de inteligencia a gran escala y de larga duración contra funcionarios de la FIFA en la que gastó cientos de millones de dólares en operaciones de hackeo para garantizar la organización del Mundial 2022.

Según reveló esa investigación, el Estado de Qatar ordenó el “Proyecto sin piedad” para lograr la candidatura al Mundial tras las críticas masivas que suscitó la concesión del torneo por parte de la FIFA al polémico país en 2010. El plan fue enorme: el presupuesto ascendió a 387 millones de dólares. Y las actividades abarcaron cinco continentes. De hecho, las más altas esferas del gobierno qatarí estaban implicadas en las actividades de espionaje, incluido el actual jefe de Estado, el Emir de Qatar.

Los documentos muestran que el proyecto quería asegurarse que nada que pudiera poner en peligro la celebración de la Copa del Mundo de 2022 en Qatar.

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