La OTAN anunció que Grecia y Turquía iban a dialogar para desescalar las tensiones en el Mediterráneo Oriental, pero Atenas negó haber aceptado la propuesta

“La información publicada no se corresponde con la realidad”, expresó al respecto un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores griego. Ankara, por su parte, se mostró a favor de negociar

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Buques griegos y franceses durante los ejercicios miliares en el mar Mediterráneo el 13 de agosto (Ministerio Griego de Defensa, vía AFP)
Buques griegos y franceses durante los ejercicios miliares en el mar Mediterráneo el 13 de agosto (Ministerio Griego de Defensa, vía AFP)

La tensión entre Grecia y Turquía por los reclamos de ambas naciones sobre zonas del Mediterráneo Oriental atraviesan momentos de incertidumbre diplomática: en horas de la tarde, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) anunció que ambos Estados dialogarían en su seno con el objetivo de lograr una desescalada en el conflicto. Pero horas después, Atenas negó que hubiera aceptado hacerlo.

“Tras mis discusiones con los líderes griego y turco, ambos aliados han acordado mantener negociaciones técnicas en la OTAN para establecer mecanismos de distensión militar y reducir el riesgo de incidentes”, dijo en un comunicado Jens Stoltenberg, titular de la OTAN.

Grecia y Turquía son dos valiosos aliados, y la OTAN es una plataforma importante para consultas sobre todas las cuestiones que afectan a nuestra seguridad común”, agregó.

Sin embargo, horas después, el Ministerio de Relaciones Exteriores griego indicó que la información “no se corresponde con la realidad”. “La desescalada solo tendrá lugar con la retirada de todas las naves turcas de la plataforma continental griega”, agregó. Ankara, por su parte, indicó que “apoya la iniciativa”. La OTAN no se ha pronunciado públicamente después de la desmentida de Atenas.

Grecia y Turquía mantienen una histórica disputa sobre las fronteras marítimas en ese área del Mediterráneo, que se ha intensificado recientemente debido al descubrimiento de ricos yacimientos de hidrocarburos en la zona.

La tensión comenzó a escalar el 10 de agosto, cuando Turquía desplegó el buque sísmico Oruç Reis acompañado de fuerzas navales, provocando la cólera de Grecia, que respondió enviando buques de su Armada.

Desde entonces, ambos llevaron a cabo distintas maniobras militares junto con aliados que apoyan sus reclamos. El país helénico realizó los últimos con Francia, Italia y Chipre -países miembros de la Unión Europea-; mientras que Turquía hizo lo propio con un destructor de Estados Unidos.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llegó a advertir que Turquía “no hará ninguna concesión” en la defensa de sus intereses gasíferos en la zona, e instó Grecia a evitar cometer cualquier “error” que la lleve a su “perdición”.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan (Foto: Reuters)
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan (Foto: Reuters)

Además, extendió en reiteradas ocasiones el período del Oruc Reis hasta al menos el próximo 12 de septiembre. Grecia respondió instruyendo a sus marineros a ignorar el aviso turco sobre la prórroga. “Nuestras Fuerzas Armadas se mantienen en alerta”, había dicho el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en el Parlamento. “Grecia es tan fuerte en el terreno como en el diálogo”.

Poco después, Grecia alcanzó un acuerdo con Italia para ampliar las aguas territoriales griegas en el mar Jónico hacia territorio italiano entre 6 y 12 millas náuticas (10 y 20 kilómetros) siguiendo los acuerdos alcanzados recientemente con Italia y Egipto.

Si esto no es una causa de guerra, entonces ¿cuál es?”, dijo al respecto el vicepresidente turco, Fuat Oktay, el sábado a la agencia oficial de noticias turca Anatolia.

No obstante, el canciller turco Mevlut Cavusoglu realizó el martes sus primeras declaraciones conciliadoras sobre el asunto, anunciando que Turquía estaba dispuesta a dialogar sobre maneras de compartir los recursos. Aunque, al mismo tiempo, acusó a Atenas de recurrir a “actos provocativos” en la región con el respaldo de la Unión Europea, que ha amenazado con imponer sanciones contra Ankara.

Favorecemos una solución negociada, en la que nos sentemos en una mesa con todos los países del este del Mediterráneo, para que todos se beneficien de los recursos del este del Mediterráneo, de una manera justa y compartida”, declaró el ministro turco de Exteriores en una conferencia de prensa.

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