Renunció un funcionario británico luego de que salieran a la luz comentarios racistas y eugenésicos

En distintas publicaciones atribuidas a él a lo largo de los años, Andrew Sabisky sugirió que el control natal forzoso “ayudaría a terminar una ‘subclase’ permanente”, sugirió que los afroamericanos tienen un coeficiente intelectual menor al de los estadounidenses blancos y dijo que “el deporte, cuando es practicado por mujeres, es más similar a los juegos paralímpicos que a cuando lo practican los hombres”

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Andrew Sabisky
Andrew Sabisky

Un consejero del primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el lunes por la noche su dimisión del Gobierno luego de que salieran a la luz comentarios calificados de racistas y eugenésicos, realizados antes de su nombramiento.

Andrew Sabisky, de 27 años, se describía como un “súper pronosticador” y había sido contratado por Dominic Cummings -consejero especial del primer ministro Boris Johnson e ideólogo de la eficaz campaña a favor del Brexit- para trabajar en un lo que había descrito como un proyecto especial. En medio de la polémica, anunció su dimisión en Twitter. Aseguró que fue víctima de un caso “gigante de difamación” por parte de los medios y dijo que deberían “dejar de seleccionar sus citas”.

No obstante, los medios dejaron que sus declaraciones hablarán por él: en distintas publicaciones atribuidas a lo largo de los años, Sabisky sugirió que el control natal forzoso “ayudaría a terminar una ‘subclase’ permanente”; sugirió que los afroamericanos tienen un coeficiente intelectual menor al de los estadounidenses blancos; y dijo que “el deporte, cuando es practicado por mujeres, es más similar a los juegos paralímpicos que a cuando lo practican los hombres”.

En 2014, un usuario llamado Andrew Sabinsky realizó una publicación en el blog de Cummings e indicó: “imponer legalmente el control natal desde el principio de la pubertad sería una forma de resolver problemas de embarazos no deseados que crean una subclase permanente. Las leyes de vacunación son un precedente válido, diría yo".

En otra publicación, realizada en el mismo año, indicó que había etnias más inteligentes que otras. “Hay excelentes razones para pensar que las muy reales diferencias de inteligencia entre las razas tienen un origen genético, aunque la magnitud es un asunto muy serio de debate académico. Estoy seguro de que tendremos más evidencia en alrededor de cinco años. Sería bueno que los políticos le prestaran atención a la hora de determinar políticas de control migratorio”.

Dominic Cummings, asesor especial del primer ministro británico Boris Johnson. Foto: REUTERS/Hannah McKay
Dominic Cummings, asesor especial del primer ministro británico Boris Johnson. Foto: REUTERS/Hannah McKay

Para ejemplificar su argumento, aseguró que los afroamericanos tienen un coeficiente intelectual menor al de los estadounidenses blancos: “Si el promedio del coeficiente intelectual de los negros es -basado en un siglo de datos- de 85 puntos como máximo, y se lo compara con el de 100 de los estadounidenses blancos, entonces, si el CI está bien distribuido -que lo está- verán una cantidad mucho mayor de negros con el CI por debajo de 75, que está cerca del límite del retraso mental”.

La controversia subió aún más el perfil el lunes, cuando Downing Street declinó aclarar si Boris Johnson denunciaba los comentarios de Sabisky. “No comento los nombramientos individuales”, declaró un portavoz, quien recibió más de 30 preguntas al respecto.

El hecho, junto al surgimiento de nuevas declaraciones, catapultaron a Sabisky al centro del debate nacional y las críticas al Gobierno por su contratación se multiplicaron con el correr de las horas.

“Es asqueroso que Downing Street no solo no haya condenado los comentarios espantosos de Andrew Sabisky, sino que también parece aprobar que los blancos son más inteligentes que los negros”, dijo este lunes el presidente del Partido Laborista (oposición), Ian Lavery.

También hubo críticas del mismo Gobierno. Caroline Nokes, la titular del comité de Mujeres e Igualdades en el Parlamento, fue la primera en hablar en contra del ahora ex funcionario: “No puedo creer que Número 10 (por Downing Street) haya rechazado hacer comentarios sobre Sabisky. No lo distinguiría de una barra de jabón, pero no creo que nos llevaríamos bien. No puede haber lugar en el Gobierno para las ideas que tiene”.

Otro miembro del Parlament, William Wragg, dijo que Sabisky “tenía que irse”, asegurando que su presencia en el Gobierno “era un pobre reflejo de la administración y no había manera de defenderla”.

Ante la insostenible situación, Sabisky comunicó su renuncia: “la histeria de los medios en torno a mis viejas publicaciones en Internet es una locura, pero quiero ayudar al gobierno”, declaró el exconsejero en su tuit, agregando que tenía “muchas otras cosas que hacer” en la vida.

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