De dónde surgió la palabra “teporocho”

Usada para designar a gente alcohólica, es un mexicanismo popular en la sociedad

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Se cree que la palabra viene de unas bebidas alcohólicas para quitarse la cruda (Foto: Facebook)
Se cree que la palabra viene de unas bebidas alcohólicas para quitarse la cruda (Foto: Facebook)

¿Recuerdas la ves que saliste de juerga y terminaste tan mal regresando a tumbos a la puerta de tu casa? Sabemos que sí, pero incluso si la respuesta es no, estamos seguros que se han referido a ti de esta forma incluso cuando te vistes de manera desaliñada para alguien y han exclamado con cierto disgusto: “pareces teporocho”. ¿Te has preguntado de dónde viene?

De acuerdo con la Academia Mexicana de la Lengua, la palabra teporocho es un mexicanismo (palabra única, nacida y usada exclusivamente en nuestra nación) y que a pesar de ser incierto su origen, se cree que viene “de la costumbre de beber infusiones de hojas de naranjo o canela mezcladas con alcohol” y es utilizada para referirse a un “alcohólico indigente”.

La palabra viene de la conjunción entre la palabra Té y ocho, puesto que este tipo de brebajes se vendían en puestos callejeros en el Centro Histórico de la Ciudad de México y eran vendidos a ocho centavos por taza.

Teporocho refiere a personas alcohólicas que deambulan por la calle
Teporocho refiere a personas alcohólicas que deambulan por la calle

De acuerdo con las malas lenguas y la versión popular que corre y damos por cierta hoy en día, estas bebidas eran utilizadas para quitar la cruda: la resaca que queda tras beber mucho alcohol el día anterior.

También está la versión de Jesús Flores Escalante que en su libro de Morralla del caló mexicano, un compendio de diferentes palabras del argot mexicano, la bebida era vendida en el celebre Mercado de la Merced. El puesto vendía la bebida etílica a 10 centavos hasta que por la popularidad que esta encontraba, un puesto similar abrió vendiéndola más barato. Entonces, para no perder el pleito ni la concurrencia, bajó el precio de la bebida a ocho centavos: té por ocho; té-por-ocho.

Otro responsable de la popularización de la palabra es el libro de Chin chin el Teporocho de Armando Ramírez en la que se narran las peripecias de un chico alcohólico que bebe la teporocha, un trago hecho con alcohol de 96 grados con jugo de tamarindo. La historia fue adaptada al cine en los 70 por Gabriel Retes.

Fotograma: Chin Chin el teporocho (1976)
Fotograma: Chin Chin el teporocho (1976)

A pesar de no haber alguna fuente mas que la oral que avale esta teoría, es ya una palabra bien asentada en la lengua de los mexicanos.

Sin embargo, de donde sea que provenga, el problema del alcoholismo en México es cosa seria que se viene arrastrando desde hace años. Las bebidas etílicas han acompañado a la humanidad desde que esta apareció y ha sido relacionada en diferentes culturas con los dioses por la alteración de los sentidos que estas causan.

En México, durante la época precolombina la bebida más usual era el pulque pero su consumo era reservado para la gente mayor, los jóvenes guerreros y en situaciones rituales al ser una bebida sagrada. De consumirse en exceso, la persona era severamente castigada. Su presencia era habitual incluso en los tiempos posteriores a la independencia. En la novela Los Bandidos de Río Frío de Manuel Payno, elogiado por su precisión histórica y su retrato costumbrista (mas no tanto por su valor literario), se menciona la presencia del pulque en varias de las comidas del día de la sociedad mexicana a inicios del siglo XIX.

Manuel Payno retrató la vida baja del México del siglo XIX con sumo detalle (foto: Twitter/@HistoriayDatos)
Manuel Payno retrató la vida baja del México del siglo XIX con sumo detalle (foto: Twitter/@HistoriayDatos)

Ya en el siglo XX la relación con el alcohol es más usual e incluso ensalzada dentro del estereotipo masculino de la época y puede apreciarse en el cine de la época de oro.

Tan solo en 2019, el 20% de estudiantes de quinto y sexto de primaria presentaban problemas de alcoholismo y también el 15% de estudiantes de secundaria y preparatoria.

En la actualidad el consumo de alcohol ha aumentado como consecuencia de la pandemia y las perdidas que conllevó. En los daños que esta adicción puede traer se encuentran: hipertensión, problemas digestivos, hígado graso, deficiencia de vitamina B1, cirrosis, cáncer de afectaciones cerebrales como pérdida de memoria y demencia.

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