Naranja, papa y sopa de pasta, productos esenciales que sufrieron alzas de hasta 56%

El mal manejo de la pandemia en México imposibilita la reactivación económica, consideró el presidente de la ANPEC

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Venta de productos básicos en la Central de Abastos de la Ciudad de México (Foto: REUTERS/Carlos Jasso)
Venta de productos básicos en la Central de Abastos de la Ciudad de México (Foto: REUTERS/Carlos Jasso)

Los productos esenciales en México han sufrido un alza de precios “en ráfaga” de entre 9% y 56% en alimentos como naranja, papa, sopa de pasta, cebolla, limón, chocolate en polvo, arroz, frijol y lenteja, según reportó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

El monitoreo de precios elaborado por la ANPEC del 15 de junio al 13 de julio, da cuenta de que la contracción del mercado ha producido incrementos de hasta 80% en productos de primera necesidad en lo que va del año. Esto como efecto de un proceso de inflación constante y de una escalada alcista.

La alianza también resaltó que el aumento de precios y la reducción del poder adquisitivo es particularmente preocupante en un contexto de pérdida de más 12 millones de empleos a causa de la recesión económica.

Tan sólo en junio, precisó la organización, se perdieron 83,311 empleos en el país. Además, en los últimos cuatro meses se perdieron más de 1 millón 114 mil trabajos formales, cifra a la que hay que sumar los más de 10 millones de empleos informales suspendidos.

Un millón 114 mil trabajos formales desaparecidos y más de 10 millones de empleos informales suspendidos en los últimos cuatro meses (Foto: Graciela López /Cuartoscuro)
Un millón 114 mil trabajos formales desaparecidos y más de 10 millones de empleos informales suspendidos en los últimos cuatro meses (Foto: Graciela López /Cuartoscuro)

En consideración de Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, las autoridades mexicanas no han logrado cumplir con los resultados prometidos sobre la contención y control de la pandemia de COVID-19 en el país. Es necesario demandar un cambio de estrategia, señaló.

“El severo deterioro económico que sufre nuestro país lo ha alertado también Banxico. Esta pérdida de empleo se traduce en una caída estrepitosa del ingreso familiar de muchos hogares que terminan por complicar su consumo esencial y no logran dar manutención a sus hijos, colapsando el mercado por la caída de las ventas. Miles de negocios de distintos giros se ven obligados a cerrar sus puertas”, consideró Cuauhtémoc Rivera.

Por su cuenta, el Banco de México (Banxico) confirmó lo que la ANPEC expresó oportunamente, señaló en un comunicado el presidente de la alianza. Que “si no logramos controlar la pandemia del COVID-19 no podremos avanzar hacia la reactivación de nuestra economía”.

La ANPREC reportó que, para mediados de julio, se registró un aumento “en ráfaga” en los precios de productos esenciales como naranja (56.08%), papa (26.09%), sopa de pasta (28.57%), cebolla (24.19%), limón (16.67%), chocolate en polvo (9.29%),arroz (5.26%), frijol (2.56%), lenteja (9.09%).

La ANPEC denunció aumentos de entre 9% y 56% en alimentos como naranja, papa, sopa de pasta, cebolla, limón, chocolate en polvo, arroz, frijol y lenteja (Foto: Reuters/Daniel Becerril)
La ANPEC denunció aumentos de entre 9% y 56% en alimentos como naranja, papa, sopa de pasta, cebolla, limón, chocolate en polvo, arroz, frijol y lenteja (Foto: Reuters/Daniel Becerril)

“Las realidades aquí descritas no reflejan el grado de incertidumbre y descomposición social que está viviendo la sociedad mexicana: miles de hogares en proceso de desintegración, madres e hijos abandonados, adultos mayores sumidos en la tristeza al ver caer en la desgracia a sus hijos, buscando palear con sus ingresos la caída. Duras y dolorosas lecciones de vida nos tocan vivir”, expresó Rivera.

Cuauhtémoc Rivera enfatizó su preocupación por el manejo y las consecuencia de la pandemia en el país, dado que las consecuencias de la recesión económica, la pérdida de empleos y la inflación sólo podrán agravarse en el contexto una acelerada tasa de contagios y mortandad.

“El marco de esta tensión social, indudablemente, es la pandemia del COVID-19 que noche a noche luce sus fauces con un elevado número contagios y muertes. Pareciera que el virus se burla de las autoridades, que nerviosas buscan esquivar culpas y responsabilidades. También pareciera que se ríe de la sonrisa de quienes insisten en decir que la amenaza pandémica pierde fuerza y cada vez es más débil. El COVID-19 no deja de carcajearse cuando la autoridad insiste en decir que todo pudo ser peor. El coronavirus revira y sentencia: aún no he terminado. Lo cierto es que no se ha logrado controlar la pandemia en el país, que la inadecuada reactivación nos lleva al rebrote pandémico y el semáforo naranja, más que naranja, es de un color rojo carmesí”.

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