Hasta tres años de cárcel a quien fomente odio hacia los padres en Coahuila

El infundir desaprobación hacia uno de los progenitores, también depende de terceras personas, como los abuelos, los tíos, hermanos mayores

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Foto: Pixabay
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El Congreso del Estado de Coahuila aprobó ayer reformas al artículo 251 del Código Penal del Estado, referido al concepto de violencia familiar, el cual será ampliado buscando una óptima protección hacia los menores de edad, enfatizando que se castigará con 60,000 pesos hasta con tres años de libertad supervisada a quien manipule a un menor generando rechazo hacia uno de los padres.

Generar alienación a un menor para generar odio, rencor, rechazo o distanciamiento de algunos de sus padres será castigado al modificar los apartados sobre violencia familiar, mismos que serán ampliados para protección de los menores.

 “Nuestra propuesta encuentra que al investigar los alcances de los que se entiende por alienación parental, dicha figura se limita a los progenitores o padres del menor, al accionar infundiendo odio de parte de un padre hacia el otro. Pero, creemos que desde tal punto de vista es limitada, ya que el infundir odio hacia uno de los padres, no solo puede hacerlo el otro progenitor, sino terceras personas, como los abuelos, los tíos, hermanos mayores”, señaló el diputado Gerardo Aguado, autor de la propuesta inicial.

Con la aprobación por unanimidad, se extenderán los alcances para castigar la violencia familiar y se establecen sanciones de libertad supervisada y multa a cualquier persona que manipule a un menor para generar odio hacia alguno de sus padres o hacia ambos.

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“Se aplicarán de seis meses a tres años de libertad supervisada y multa de 100 a 500 días multa a las personas que manipulen de forma reiterada a un menor de edad para generarle odio, rencor, rechazo o distanciamiento de algunos de sus progenitores o de ambos”, se aprobó agregar al artículo 251 del Código Penal del Estado.

¿Cómo identificarlo?

El SAP, comúnmente conocido como Alienación Parental, es un conjunto de síntomas que se producen en los hijos como consecuencia de la manipulación negativa por parte de uno de los progenitores. El objeto de esta transformación de la conciencia del niño es destruir el vínculo de éste con el otro progenitor.

“Esta situación es el producto de que uno de los dos padres está empezando a usar a ese niño como instrumento del odio. Si yo soy una mujer que quedé muy enojada con mi ex marido y empiezo a usar a mi hijo como herramienta para generar algún tipo beneficio con la persona que ya no está en mi vida, estoy ejerciendo maltrato”, explicó el psicoanalista Gervasio Díaz Castelli a Infobae.

En lugar de estar jugando, disfrutando de sus padres y transitando esta etapa con tranquilidad, se encuentran envueltos en un conflicto que le es ajeno. “Lo toman como rehén y drenan las tensiones en ese pequeño y lo que sucede es que ese odio que tiene, en realidad no le pertenece, sino que está simbiotizado y mimetizado eventualmente con aquel que ejerce la manipulación”, expresó el especialista.

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Pero la alienación parental no afecta a todos por igual, varía según la edad de cada chico. De alguna manera no tener ese "filtrado de enojo" frente a los hijos siempre produce daño. Por supuesto que cuando el niño razona, está cognitivamente preparado y ya puede entender ciertas cosas, el perjuicio que se produce es mayor .

Lo bueno es que todo problema tiene solución, pero si no se resuelve junto a un especialista, siempre hay un gran porcentaje de reproducir aquello que se vivió. Castelli explica que todos los escenarios afectivos y emocionales que respiramos de chiquitos genera matrices y se inscriben "a fuego" en la cabeza.

“Creo que yendo a ese pasado y desencapsulando emociones de angustia, odio e  impotencia se puede solucionar este conflicto. A partir de un trabajo de historización se pueden empezar a desencapsular esas emociones traumáticas y la vida adulta tal vez empiece a fluir”.

En general, los hombres expresan la violencia de otra manera, aunque igualmente existen casos en los que ellos son los influenciadores. Lamentablemente hay casos en donde las mujeres no pueden filtrar ese enojo y termina trasladándolo al hijo.

Muchas veces se recomienda que ambos miembros de la pareja acudan a un terapeuta: “A los adultos a veces nos cuesta mucho apagar o debilitar ese sentimiento negativo. Por eso debemos tratar que entiendan que ellos no son los protagonistas. La persona simplemente comprende que el dolor la superó , y esos padres tienen que reparar ese daño”, dijo Castelli.

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