Querétaro anunció la reapertura de negocios, hoteles, iglesias y gimnasios a partir del 17 de junio

El anuncio fue hecho por el gobernador Francisco Domínguez Servién, quien pidió a la población “no bajar la guardia”

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Algunos negocios en Querétaro podrán reabrir el 17 de junio, una vez que el semáforo epidemiológico se encuentre en naranja. (Foto: especial)
Algunos negocios en Querétaro podrán reabrir el 17 de junio, una vez que el semáforo epidemiológico se encuentre en naranja. (Foto: especial)

Querétaro ya tiene fecha para la reapertura de sus negocios. El gobernador de la entidad, Francisco Domínguez Servién, anunció que esto ocurrirá el próximo 17 de junio que es cuando se espera que el semáforo epidemiológico en la entidad cambie de rojo a naranja.

El mandatario local insistió en que la emergencia sanitaria no ha terminado, por lo que la ciudadanía debe seguir acatando las medidas sanitarias establecidas en la entidad.

Sin embargo, enfatizó que con el cambio en el color del semáforo, las actividades que se incorporan a la llamada “nueva normalidad” son los hoteles (al 30% de su capacidad), restaurantes y cafeterías al 50%, peluquerías, estéticas y barberías al 50% y sólo mediante citas; parques, plazas y espacios públicos también al 50% de su capacidad; mientras que los mercados, supermercados y comercios podrán dar servicio al 75% y manteniendo la medida de una persona por familia.

Por otra parte, los gimnasios, albercas, centros deportivos, spas y centros de masaje sólo podrán operar al 30% de su capacidad y por medio de citas; centros comerciales podrán reabrir al 25%; iglesias y templos podrán reabrir al 25% de su capacidad, pero sin la celebración de servicios religiosos; mientras que los deportes profesionales y juegos se podrán realizar sólo a puerta cerrada.

Algunos negocios en Querétaro podrán reabrir el 17 de junio, una vez que el semáforo epidemiológico se encuentre en naranja. (Foto: especial)
Algunos negocios en Querétaro podrán reabrir el 17 de junio, una vez que el semáforo epidemiológico se encuentre en naranja. (Foto: especial)

Domínguez Servién recordó que permanecen suspendidas las siguientes actividades y recintos: cines, teatros, museos y eventos culturales, eventos masivos, centros recreativos, conciertos, parques de diversiones, balnearios, ferias, centros nocturnos bares y salones de eventos.

El gobernador enfatizó que no se debe bajar la guardia “los contagios seguirán, lo quiero advertir, desgraciadamente también los decesos”, admitió.

De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la autoridad sanitaria federal, este 10 de junio, México registró un nuevo récord de contagios al registrar 4,883 nuevos casos de COVID-19, por lo que ya acumula más de 129,000 enfermos y 15,357 fallecidos.

Ante este panorama, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, alertó que la pandemia alcanzará su punto máximo de contagios durante la próxima semana, aunque perdurará en algunas zonas hasta octubre. Y advirtió que para finales de año habrá una posible nueva oleada de contagios.

"Empezamos en febrero, terminaremos en octubre y podríamos decir que a mitad de junio estaremos a la mitad del conjunto de curvas epidémicas", dijo este jueves a la agencia Efe.

Foto: REUTERS/Edgard Garrido
Foto: REUTERS/Edgard Garrido

Subrayó que en un país tan grande como México no se puede establecer un solo pico porque se “segmenta la epidemia” por territorios, aunque calculó que “un punto intermedio sería a mitad de junio”.

Y es que ciudades como Tijuana (Baja California) ya están en descenso, mientras que los contagios en Monterrey (Nuevo León) todavía están en ascenso y esta ciudad podría declarar el fin de la epidemia a mitades de octubre.

El epidemiólogo consideró que "sólo si se mantiene el grado de control de la movilidad pública durante los siguientes tres meses, las predicciones serán fieles y posiblemente estaremos con una cifra de entre 25,000 y 30,000 defunciones. Si no, podríamos tener una mayor mortalidad", advirtió.

Esta predicción es superior a los pronósticos más optimistas del Gobierno en el inicio de la crisis, de entre 6,000 y 8,000 muertos, cifras que ya superadas por la realidad.

López-Gatell aseguró que la situación no se les ha ido de las manos. “No hemos tenido que tomar decisiones que bordan el límite de la ética como decidir que una persona se queda sin ventilador porque le toca a otra. Puedo decir con mucha tranquilidad que evitamos muertes”, aseguró.

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