Jovany Miguel León Cruz, el alcalde de Tlaxcoapan, una comunidad ubicada en el estado de Pachuca, en el centro de México, se encuentra en medio de una batalla legal, después de que fuera acusado de intentar ponerle su nombre a una calle en el municipio que gobierna.
León Cruz pertenece al Partido Acción Nacional (PAN), que gobierna dicha población desde 2016 y terminará su mandato este año. Es empresario y publicista. Sin embargo, fue acusado por una regidora opositora de tener preparada una propuesta para que la asamblea municipal nombrara una calle con su nombre.
Lizeth Vargas, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), filtró esta proposición y logró que se congelara por ahora, de acuerdo con medios locales, gracias a que la regidora hizo público el intento del edil, a pesar de que León Cruz asegura fue una iniciativa que surgió desde fuera de su administración.
“No sé si sea merecedor de ello”, dijo el alcalde, citado por medios locales, que argumentó que fueron los ciudadanos y vecinos quienes sugirieron la idea y no su gobierno. “Pretendo dejar un legado de vida y no nada más en el municipio”, añadió.
Además, en caso de que la propuesta llegue a la asamblea, dijo que se abstendrá de votar, para evitar suspicacias, y adelantó a medios locales que iniciará un proceso legal porque, según el edil, la regidora obtuvo la información de manera ilegal, al acceder a las instalaciones donde se conservan este tipo de documentos.
Las excentricidades de los ediles mexicanos
México es un terreno fértil para ediles que toman decisiones de gobierno que suelen ser consideradas poco ortodoxas. En junio del año pasado, el alcalde electo de Amacuzac, Morelos, Alfonso Miranda Gallegos, “inauguró” dos obras públicas en la comunidad de Casahuatlán, pero lo hizo de una forma peculiar: dio su discurso, que fue escuchado a través del sonido local, vía telefónica, debido a que se encuentra detenido en un penal de Durango, procesado por delitos de delincuencia organizada, homicidio y secuestro.
El alcalde dio un breve discurso a través de una llamada telefónica, que los asistentes al acto escuchaban en las bocinas colocadas en el lugar. "Declaro formalmente inaugurada esta avenida Río Balsas. También la calle Miguel Hidalgo, de la comunidad de Casahuatlán. Felicidades, enhorabuena", declaró Miranda Gallegos.
A continuación, se dedicó a mandar saludos a todos sus amigos de la comunidad, además de agradecer a su gabinete de gobierno y a todos los que han colaborado en su administración, la cual consiguió tras imponerse en las urnas a pesar de estar en la cárcel.
El alcalde electo ejercía su influencia en el ayuntamiento local, de acuerdo con el diario mexicano El Universal, a través de su hijo, Gabriel Miranda, el secretario municipal de la comunidad.
En octubre, otro alcalde, Moisés Aguilar Torres, éste de la localidad de Pichucalco, en Chiapas, en el sur de México, encontró una ingeniosa, pero criticada forma para asistir a todos los eventos que organiza su administración a lo largo del territorio que gobierna.
El hombre, licenciado en enfermería, mandó a imprimir una imagen de sí mismo en tamaño real y, después de colocarle un soporte rígido para que pueda mantenerse de pie sin ayuda, usa la figura para que lo represente en los actos oficiales, en los que no puede participar.
La curiosa imagen circula ahora en las redes sociales. La figura está dispuesta en diferentes escenarios, como escuelas, mercados y hasta en la inauguración de obras públicas. En el detalle, se puede ver al “falso” alcalde vestido con una camisa azul y unos pantalones color crema. El político posó con la mano derecha levantada y empuñada para su fotografía.
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