Un perverso hogar para niñas la obligó a dar a su bebé en adopción: se reencontraron 40 años después

Nancy Womac dio a luz a los 16 años mientras vivía en un internado evangélico, pero su hija le fue extraída a la fuerza por el personal del lugar y nunca más supo nada de ella

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Nancy Womac y Melanie Spencer unidas luego de 40 años. Este fue el primer abrazo que se dieron. Créditos: NBC
Nancy Womac y Melanie Spencer unidas luego de 40 años. Este fue el primer abrazo que se dieron. Créditos: NBC

El Hogar Para Niñas Bethesda era una institución educativa dirigida por pastores bautistas evangélicos que alojaba a tiempo completo a las niñas enviadas allí por sus padres o tutores. En este, se supo años después gracias a una investigación judicial, se cometían múltiples abusos contra la integridad de las alumnas. Entre los que más se repitieron en los testimonios de las víctimas fueron: abusos físicos, insultos, obligación de realizar tareas forzosas como fregar las alfombras con la mano y la limitada o censurada comunicación con sus padres y el mundo exterior. Pero el más grave y más inhumano lo sufrieron las alumnas que estaban embarazadas: a ellas se les extrajeron sus bebés a la fuerza y no volvieron a saber nada de ellos.

Todo esto ocurría en secreto, ya que el gobierno estatal no exigía que los centros de cuidado infantil estuvieran registrados ni que fueran inspeccionados. Pero en 1982 las denuncias de abuso comenzaron a ganar visibilidad pública y se llevó a cabo una demanda federal que hizo que funcionarios judiciales y agentes de asistencia social investigaran los hechos.

Esta investigación, sin embargo, se centró principalmente en los abusos físicos y psicológicos que sufrieron las niñas -quienes eran obligadas a memorizar capítulos enteros de la biblia y que eran golpeadas con tablas de madera si rompían alguna regla- y se ignoró casi por completo el hecho que produjo traumas más profundos y duraderos en quienes lo sufrieron: la separación a la fuerza de los bebés de sus madres. Según Dan Wise, uno de los abogados que investigó el caso de Bethesda, hubo por lo menos 100 adopciones forzadas en el instituto. El hogar tuvo que cerrar sus puertas luego de la de demanda federal y la investigación subsiguiente.

El Hogar Para Niñas Bethesda aparece en un recorte de diario que se hace eco de las denuncias que comenzaban a surgir en 1982. El hogar cerró sus puertas luego de que se conocieran sus prácticas.
El Hogar Para Niñas Bethesda aparece en un recorte de diario que se hace eco de las denuncias que comenzaban a surgir en 1982. El hogar cerró sus puertas luego de que se conocieran sus prácticas.

Muchas de las jóvenes que dieron su testimonio a lo largo de estos años declararon que habían sido enviadas allí luego de que sus padres consideraran que se estaban volviendo “muy rebeldes” y que a muchas las habían encontrado fumando o bebiendo. Por otro lado, muchas fueron derivadas luego de que sus familias, por lo general altamente religiosas, se enteraran que estaban embarazadas.

Ninguna de estas adolescentes pudo volver a ver a su bebé luego del parto, y nunca se les dio ningún tipo de información acerca de su paradero. En la investigación se probó, además, que las familias que se llevaban a los niños pagaban 250 dólares al hogar en función de lo que ellos llamaban “regalo de amor”. La extracción de bebés fue tan reiterada que un ex funcionario judicial que participó de la causa describió al hogar como una “fábrica de venta de bebés”.

Nancy Womac llegó al hogar en 1978 cuando tenía 16 años. Desde los 10 años había vivido en un orfanato luego de que fallecieran sus abuelos, que actuaban como sus tutores ya que sus padres no estaban aptos para cuidarla a ella y a sus hermanos. Cuando el orfanato se enteró que Womac estaba embarazada la enviaron al hogar Bethesda temiendo perder financiación si el público se enteraba del embarazo de una de sus niñas.

La cadena NBC News cuenta que al principio Womac estaba entusiasmada por su traspaso, ya que significaba reencontrarse con su hermana menor que había sido previamente enviada a Bethesda un año antes luego de que la encontraran fumando un cigarrillo. Pero en el viaje a su nuevo hogar le comunicaron que le iban a quitar a su bebé, lo que la desesperó tanto que comenzó a intentar a abrir la puerta trabada del auto para escaparse. “No me importaba si estaba yendo a 100 kilómetros por hora″, dijo Nancy al medio, “iba a saltar porque quería a este bebé”.

Al igual que el resto de las testigos que declararon para la causa judicial, Nancy describió su estadía en Bethesda como una auténtica tortura. No le permitían hablar con las otras niñas y mucho menos tener contacto con el mundo exterior. Los días se pasaban rezando, limpiando y escuchando sermones de Lester Roloff -un predicador bautista fundamentalista que fundó hogares como Bethesda en muchos lugares de Estados Unidos. Nancy, que está por cumplir los 60 años, cuenta también que una vez vio que una joven se rehusó a levantarse a las 5:30 de la mañana para rezar y que el personal del hogar la llevaron a las duchas y “la golpearon hasta el cansancio”.

Nancy Womac y Melanie Spencer unidas luego de 40 años. Aqui se las ve siendo entrevistadas por la cadena de noticias NBC News. Créditos: NBC
Nancy Womac y Melanie Spencer unidas luego de 40 años. Aqui se las ve siendo entrevistadas por la cadena de noticias NBC News. Créditos: NBC

Cuenta también que una vez que estaba allí tuvo que ponerse en “modo supervivencia” para poder seguir, y que lo único en lo que pensaba era en “que podía hacer para evitar que me golpeen y me lastimen”. Siempre en diálogo con NBC News, recuerda que las únicas veces que hablaba era para pedirle por favor al personal que le dejaran quedarse con su bebé, a lo que estos respondían que no tenía derecho a quedarselo y que el niño o la niña iba a ir a “gente que merece una familia, y tú no te la mereces”.

Unas semanas antes del parto la enviaron a un pueblo del estado de Tennessee a vivir con una familia que fue la que la llevó al hospital el dia del parto. Le suministraron una cantidad importante de sedantes y afirma que prácticamente no tiene recuerdos del momento del parto. Cuando volvió a tomar conciencia el día siguiente, las enfermeras no le permitieron ver al bebé ni le querían decir si era niña o niño. Luego de que a una de las enfermeras se le escapara que había sido una niña, Nancy le pidió al doctor que la dejara ver a su hija. Al escuchar esto el doctor se puso furioso, cuenta Womac, y comenzó a gritarle que le dijera quien le había revelado el sexo del bebé para poder despedirla. En este episodio se puede observar la complicidad del personal del hospital, que no solo estaba al tanto de la extracción del bebé contra la voluntad de la madre y facilitó el espacio para llevarlo a cabo, sino que también dieron de alta a Womac sin que quedara registrado en ningún documento oficial que esta había tenido un hijo.

40 años después, Melanie Spencer, la niña que había nacido en el hospital de Tennessee, decidió comenzar a investigar su pasado y a intentar encontrar a su madre biológica. Envió una muestra de su ADN a la página web Ancestry, que es un sitio de genealogía que permite a las personas encontrar parientes perdidos. Esto lo hizo en mayo de 2018 e inmediatamente le aparecio que habia una coincidencia, que se describía como una posible prima hermana o tía. El nombre que le aparecia en la pantalla era el de Cheryl Blackwell, la hermana de Nancy.

Nancy Womac se emociona al ver una foto del certificado de nacimiento de Melanie Spencer, su hija a la que pudo conocer 40 años luego de su nacimiento. Créditos: NBC
Nancy Womac se emociona al ver una foto del certificado de nacimiento de Melanie Spencer, su hija a la que pudo conocer 40 años luego de su nacimiento. Créditos: NBC

En ese mismo momento le escribió un mensaje contándole lo poco que sabía sobre su origen, que había nacido en junio de 1979 en un hospital de East Ridge en Tennessee y que creía que el nombre de su madre era Nancy. Sin embargo, Blackwell no vio el mensaje hasta que volvió a entrar a Ancestry más de un año después, en diciembre de 2019. Al mostrarle el mensaje a Nancy esta se largó a llorar; sabían que la habían encontrado. Así fue como comenzaron a comunicarse por mensajes y, con el inicio de la pandemia imposibilitando los traslados y la posibilidad de verse cara a cara, tenían comunicaciones por Facetime. Decidieron esperar a que haya vacunas disponibles antes de encontrarse en persona.

El 3 de agosto de este año Nancy Womac por fin pudo conocer a su hija. Spencer viajó, junto a su novio y sus dos hijos, a la casa de Womac en Georgia. Pasaron la tarde contándose acerca de sus vidas y mirando álbumes de fotos que Melanie había llevado para que su madre pudiera ver algo de su infancia. En un momento dado, cuando en una de las páginas del álbum apareció una foto de Melanie de bebé, Nancy comenzó a llorar. Womac le dijo a Spencer que había pasado décadas preguntándose qué le había pasado, y también Spencer había crecido con preguntas: “¿Por qué mi madre no me quería? ¿Me quería? ¿O no le importaba?”. Ahora, finalmente juntas, esas preguntas fueron respondidas.

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