Uzbekistán pateó el tablero: por primera vez conquistó la medalla de oro en una olimpíada de ajedrez

Con un promedio de 20 años, se adjudicó la principal competencia por equipos que se disputó en India; Armenia y el conjunto B local completaron el podio. Ucrania triunfó en el femenino. Regular labor de los representantes argentinos

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El equipo de Uzbekistán con edad promedio de 20 años, se adjudicó la principal competencia por equipos que se disputó en India
El equipo de Uzbekistán con edad promedio de 20 años, se adjudicó la principal competencia por equipos que se disputó en India

Cinco jóvenes talentos, con edades entre los 17 y 27 años, representantes de la República de Uzbekistán consiguieron la hazaña deportiva de consagrarse, por primera vez, campeón en la categoría Absoluta (reúne a equipos integrados por hombres y mujeres) en la 44ª Olimpíada de Ajedrez que se llevó a cabo en Chennai, en el Centro de Convenciones Four Points by Sheraton, en Mahabalipuram en el Estado de Tamil Nadu (India) con la participación de 185 naciones. El ganador, que finalizó invicto al cabo de once ruedas, con 19 puntos -producto de 8 matches victoriosos y 3 empates- fue escoltado por Armenia (medalla de plata), también con 19 puntos, y por India B (medalla de bronce), con 18. El conjunto argentino, preclasificado 30°, ocupó el puesto 33° de la tabla general con 14 puntos, tras seis matches ganados (Cabo Verde, Costa Rica, Escocia, Islas Feroe, Estonia y Finlandia), dos empatados (Colombia y Singapur) y tres perdidos (Azerbaiyán, Ucrania e Inglaterra). En la prueba femenina, Ucrania, Georgia e India compartieron el podio; el equipo argentino de mujeres (preclasificadas 40°) se ubicó 34°, con 14 puntos, tras siete victorias (Malaui, Sudáfrica, Albania, Montenegro, Argelia, Singapur y Canadá) y cuatro derrotas (India, Serbia, Estados Unidos e Israel).

En el historial ajedrecístico de la República de Uzbekistán -alcanzó su independencia en 1991, tras la desintegración de la URSS-, la conquista de la presea de plata en la Olimpíada de Manila en 1992, era hasta ayer su máximo logro en una prueba por equipos. Y en el plano individual sobresalía, el uzbeko Rustam Kasimdzhanov que en 2004, en Libia, se convirtió en el 17° campeón mundial de la FIDE. Ahora los grandes maestros Nodirbek Abdusattorov (su máxima figura, de 17 años y N°49 del mundo), Nodirbek Yakubboev (de 20), Javokhir Sindarov (de 16), Jakhongir Vakhidov (de 27) y Shamsiddin Vokhidov (suplente y de 20,) conducidos técnicamente por el entrenador bosnio, Ivan Sokolov, elevaron la vara: obligados a ganar porque previamente Armenia había derrotado a España en la última rueda, los jóvenes uzbecos consiguieron vencer (por 2,5 a 1,5) a sus pares de Países Bajos y así se aseguraron -por mejor sistema de desempate- el puesto de privilegio.

La sala de competición de la  44ª Olimpíada de Ajedrez que se llevó a cabo en Chennai, en el Centro de Convenciones Four Points by Sheraton, en Mahabalipuram en el Estado de Tamil Nadu
La sala de competición de la 44ª Olimpíada de Ajedrez que se llevó a cabo en Chennai, en el Centro de Convenciones Four Points by Sheraton, en Mahabalipuram en el Estado de Tamil Nadu

“En verdad estamos todos agotados, casi sin ganas de saltar y festejar, es que aún no podemos creer lo que nos ha pasado” dijo minutos antes de la conferencia de prensa, el gran maestro Jakhongir Vakhidov, de 27 años, el más veterano de los representantes uzbeco, y factor principal en la victoria ante Países Bajos; como defensor del 4° tablero logró la victoria ante el holandés Max Warmerdam, mientras en las tres restantes mesas se acordaban todos empates.

Por su parte, Ivan Sokolov, el exultante entrenador que reside en Holanda, transmitió en su cuenta de twitter la alegría personal tras el logro colectivo.

De esta manera, Uzbekistán, antiguo país de mezquitas enclavadas en la Ruta de la Seda, se coló entre las grandes potencias del mundo del ajedrez. Resulta asombroso que en un país donde el milenario juego no es popular, la ex república soviética ubicó a cuatro grandes maestros entre los mejores 50 ajedrecistas menores de 20 años en el ranking de la FIDE.

Su principal estrella es Nodirbek Abdusattorov (nacido en Taskent, el 18 de septiembre de 2004), que en diciembre de 2021 se consagró en campeón mundial de ajedrez en la modalidad rápida (partidas a 15 minutos). En esa prueba disputada en Varsovia, Abdu (como lo llaman sus colegas) venció a Magnus Carlsen –campeón mundial y N°1 del mundo-, Fabiano Caruana –ex subcampeón mundial-, Levon Aronian –N°6 del mundo- y a Ian Nepomniachtch –actual subcampeón mundial-. Antes, en 2012, Abdusattorov fue campeón mundial en la categoría Sub 8 y subcampeón mundial en la categoría Sub10, en 2014. Tres años después se convertiría en el segundo gran maestro más precoz en el historial de este juego, con 13 años y un mes.

Noruega, con Magnus Carlsen como principal tablero, finalizó en el puesto 59°
Noruega, con Magnus Carlsen como principal tablero, finalizó en el puesto 59°

El certamen, que estaba programado para realizarse en Moscú en 2020 y luego postergado para 2021, y más tarde para Julio de 2022 a causa de la pandemia del coronavirus, sufrió el cambio de sede tras las sanciones del Comité Olímpico Internacional (COI) por la invasión de Rusia a Ucrania (en febrero último); la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, según sus siglas francesas) aceptó la propuesta de India, una de sus 199 naciones afiliadas, y en poco más de cuatro meses se montó toda la logística para llevar a cabo la prueba que convocó a más de 3000 deportistas de los cinco continentes y tuvo un costo de organización de 10 millones de dólares.

“La organización fue buena; con una sala de juego amplia, con aire acondicionado y un buen refrigerio durante las partidas. Tal vez lo más dificultoso fueron los traslados ya que los hoteles estaban alejados del lugar de juego” contó Eduardo Moccero, capitán del equipo femenino de Uruguay

“La organización fue excelente y nos sentimos muy cómodos durante toda la estadía. Creo que el equipo cumplió aunque queríamos quedar un poco más arriba”, dijo el ex campeón argentino Fernando Peralta.

“Lo más llamativo fue el fervor de la gente; parecía que estábamos en un Mundial de fútbol, se nos acercaban para pedirnos fotos o que les firmáramos autógrafos. La actuación del equipo fue correcta casi mantuvimos el puesto de preclasificación”, agregó el gran maestro Leonardo Tristán.

“Lo de la gente fue sorprendente, igual que toda la publicidad sobre ajedrez que hay en las calles y no sólo con lo que pasaba en la olimpíada. La pasamos muy bien; ni con la comida tuvimos problemas. En verdad la organización estuvo cerca de todos los detalles. En lo personal creo que fui de menor a mayor, lamenté mi derrota ante Ucrania. Tal vez nos faltó más lucha en los matches duros. Cumplimos una actuación razonable”, reflexionó Diego Flores, siete veces campeón argentino.

El equipo femenino argentino, Zuriel, Sarquis, Borda, Besso y Campos
El equipo femenino argentino, Zuriel, Sarquis, Borda, Besso y Campos

La actuación argentina

Antes del análisis de la actuación argentina en Chennai, tal vez sea necesario destacar algunos factores que salieron a la luz a lo largo del certamen. Siempre las competencias por equipos muestran que los conjuntos con fuertes pertenencias consiguen superar adversidades e incluso a rivales superiores. Lo dijo el subcampeón mundial, Nigel Short en Twitter:

“la única regla inmutable de las Olimpiadas es que el equipo de Armenia siempre es mayor que la suma de sus partes”

Por ejemplo, Noruega (preclasificada 3ª) finalizó 59° y su primer tablero fue el campeón mundial Magnus Carlsen, que si bien sumó el 80% de los puntos, firmó tres empates con jugadores de menor fuerza ajedrecística. Peor es el caso de Estados Unidos, donde su primer tablero, Fabiano Caruana, ex subcampeón mundial y actual N°5 del mundo, cosechó el 50% de los puntos en disputa, o de Levon Aronian, N°6 del mundo -cambió de federación, de Armenia a EE.UU.- en el 2do tablero ganó sólo uno de los siete juegos y cumplió una labor del 50%. Lo mismo sucedió con Anish Giri (Países Bajos y N°9 del mundo) y Shakhriyar Mamedyarov (Azerbaiyán y N°10), que sumaron el 70% de los puntos habiéndose enfrentados con adversarios más débiles. Para muchos expertos lo sucedido durante los tiempos de confinamiento y de pandemia modificaron algunos de los hábitos del mundo del ajedrez; la explosión mediática del juego tras la serie Gambito de Dama, y el boom de la actividad en redes sociales y sitios virtuales para su aprendizaje y práctica, actuó como un disparador que atrajo la atención de millones de personas y muchos perfeccionaron su técnica.

“La fuerza de Elo de los equipos no es lineal; la olimpíada fue rara, arriba para sorpresas de todos apareció Uzbekistán, Moldavia preclasificada 48° terminó 6ª. Creo que la pandemia distorsionó todo; aparecieron jugadores desconocidos, que se potenciaron y otros se achancaron. Y además es muy evidente el surgimiento de muchos chicos. La edad promedio del equipo de Uzbekistán, el ganador es de 20 años, y de India B, que finalizó 3°, es de 18. Son cosas para analizar”, aseguró Diego Flores.

Los campeones uzbekos de pequeños
Los campeones uzbekos de pequeños

Sin embargo, más allá de lo comentado se sabía que las delegaciones argentinas habían llegado diezmadas a India por las ausencias de sus principales figuras; las renuncias de Sandro Mareco y Alan Pichot (en el equipo de varones) y las desafectaciones de Carolina Luján y Florencia Fernández (entre las mujeres) tras un conflicto con los dirigentes de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA) y con sus propios compañeros de equipo habían dejado huellas indisimulables; con acierto se priorizó la unidad y convivencia del grupo, y se alentó la esperanza para que sus reemplazantes maquillaran las ausencias. No sucedió; pero hubo matices.

Es que las bajas de Mareco, Pichot, Luján y Fernández, afectaron duramente las formaciones ya que ellos eran los defensores de los dos primeros tableros de cada formación (los equipos se integran con 4 jugadores), por lo que para completar sus reemplazos fue necesario un arrastre, y los que debían jugar en el 3° y 4° tablero (a priori con rivales de menor fuerza) pasaron a encabezar cada equipo en los tablero 1 y 2 (donde juegan los mejores de cada nación). Allí quedó marcada la gran diferencia entre ausentes y presentes. En los varones, aunque Fernando Peralta en el primer tablero sumó el 65% de los puntos, Federico Pérez Ponsa y Leonardo Tristán, en el 2° y 4°, respectivamente cumplieron con una actuación del 50% teniendo en cuenta que muchos de sus rivales fueron de fuerza de juego inferiores. Los más destacados fueron Leandro Krysa (en su debut en una olimpíada de ajedrez) y Diego Flores, cosecharon el 75% y el 70% de los puntos disputados.

“Creo que el equipo cumplió con la preclasificación; la deuda tal vez sea que en los matches más duros no estuvimos a la altura. En lo personal súper contento con mi debut, sumar 7 puntos en 9 me deja feliz. Me preparé y me concentré para esto y puedo decir que las cosas estas vez salieron bien”, contó Leandro Krysa, representante del Club Obras.

En el equipo femenino argentino, Marisa Zuriel reemplazante en el primer tablero fue la que más sufrió la competencia; cosechó un 35% de los puntos. En cambio superaron las expectativas María José Campos y Anapaola Borda, en el 2° y 3° tablero, con un 60% y 65% respectivamente.

“En lo individual muy contenta por haber podido enfrentarme con jugadoras de alto nivel y experiencia en un ambiente único. Pero lo que importa es cómo le fue al equipo. No quiero hablar de lo que sucedió previamente, prefiero ver que las que vinimos aquí hicimos todo para que el equipo estuviera fuerte y unido, y eso tal vez es lo más importante para recordar” señaló María José Campos, socia del Club Argentino de Ajedrez.

Resumiendo, tanto en la prueba de varones como en la femenina, los equipos argentinos consiguieron vencer a sus rivales, con fuerza de juego inferior o similar, y cayeron ante las escuadras superiores.

Las principales posiciones de las competencias

Absoluto: 1°, Uzbekistán, 10, 2°, Armenia, 19, 3°, India B, 18, 4°, India A, 17, 5°, EE.UU., 17, 6°, Moldavia, 17, 7°, Azerbaiyán, 16, 8°, Hungría, 16, 9°, Polonia, 16 y 10°, Lituania, 16.

Femenino: 1°, Ucrania, 18 puntos, 2°, Gerogia, 18, 3°, India, 17, 4°, EE.UU., 17, 5°, Kazajistán, 17, 6°, Polonia, 16, 7°, Azerbaiyán, 16, 8°, India B, 16, 9°, Bulgaria, 16 y 10°, Alemania, 16-

En la competencia absoluta, EE.UU (5°), Cuba (19°), Brasil (21°) y Perú (24°) y, en el femenino, EE.UU. (4°), Cuba (19°) y Perú (27°) fueron los mejores equipos de América.

Punto final para la olimpíada en Chennai. Paralelamente a la competencia deportiva se llevó a cabo el Congreso de la FIDE, donde se efectuó una nueva elección presidencial, por amplio margen (157 a 16) el ruso Arkady Dvorkovich consiguió la reelección, acompañado en la fórmula por el ajedrecista indio, Viswanathan Anand, como presidente adjunto. En el mismo congreso se anunció que la próxima Olimpíada de Ajedrez (la principal competencia por equipos que se realiza de manera bianual), se realizará en Budapest (Hungría) en 2024 y Taskent (Uzbekistán) en 2026.