El 27 de noviembre, Hakeem al Araibi fue detenido en el aeropuerto de Bangkok, Taliandia, en donde había aterrizado junto a su pareja, ambos provenientes de Melbourne, Australia, con motivo de su luna de miel. La razón por la que fu arrestado, es que en Bahréin, su país de origen, fue condenado en un juicio por ausencia a 10 años de prisión por un hecho ocurrido en 2014.
Según la justicia del país asiático, Al Araibi participó en la destrucción de una estación policial, hecho que fue calificado como ataque terrorista. En ese entonces, el futbolista logró exiliarse en Australia denunciando que se trataba de una "causa política" y negando las acusaciones. Las autoridades australianas le otorgaron en 2017 el estatus de refugiado y un visado al futbolista, que fue miembro del seleccionado de Bahréin.
Por su parte, Human Rights Watch (HRW) apoyó al futbolista, sosteniendo que el ataque a la comisaría se produjo mientras el jugador disputaba un partido con su selección.
Ahora, Bahréin ha iniciado los trámites para su extradición, mientras que desde Australia exigen que sea liberado y regrese a la isla.
"Creemos que el rechazo a dejar ir a Hakeem dejaría en mala posición a Tailandia al demostrar su falta de respeto de los derechos de los refugiados, las leyes internacionales y estándares que prohíben la devolución cuando la persona está en riesgo de tortura y abuso", señala una carta firmada por Amnistía Internacional, el Consejo para los Refugiados de Australia, el Centro Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos.
Mientras, el gobierno de Australia aseguró haber trasladado su "profunda preocupación" por la situación de Hakeem y que trabaja con las autoridades del país asiático para encontrar una solución. "Nos hemos asegurado de que el gobierno tailandés sea consciente, a todos los niveles, de la gran importancia que este asunto tiene para Australia", dijo esta semana la ministra de Exteriores, Marise Payne, a la cadena ABC.
Por otra parte, Al Araibi escribió una carta desde su detención pidiendo auxilio: "No hice nada en Bahrein, no hice nada en Tailandia, no hice nada en Australia. ¿Cómo pueden mantenerme encerrado así? Por favor ayúdame, por favor. En Bahrein no hay derechos humanos ni seguridad para personas como yo ".
"Esto no tiene nada que ver con mi convicción; Bahrein quiere que vuelva a castigarme porque hablé con los medios en 2016 sobre los terribles derechos humanos y sobre cómo Sheikh Salman es un hombre muy malo que discrimina a los musulmanes chiítas", dijo Al-Araibi.
"Tengo tanto miedo de que me envíen de vuelta a Bahrein, tan asustado porque sé al 100% que me arrestarán, me torturarán de nuevo y posiblemente me matarán", describe el escrito.
Lo curiosos es que Interpol actuó por una alerta roja que luego fue levantada, ya que iba en contra de sus propias regulaciones, que le impiden detener a personas que tengan "estatus de refugiados o en busca de asilo".
A su vez, la esposa del futbolista de 26 años que actualmente juega en el Pasco Vale de Australia, dialogó con la BBC y también pidió ayuda a la comunidad internacional: "Sé que si lo devuelven, lo torturarán y lo matarán"
"Cerca de 15 policías nos rodearon y estaban tomando fotos y videos y luego se lo llevaron", relató al sitio británico la joven de 24 años. "Me sorprendió mucho, estábamos de vacaciones porque estábamos recién casados. No sabía lo que estaba pasando".
La mujer acompañó a su pareja en la detención, pero explicó que cuando fue trasladado a un centro de detención le impidieron continuar junto a él.
Ahora, la FIFA y el Comité Olímpico Internacional (COI) se refirieron al asunto. La secretaria general de la Casa Madre del Fútbol, la senegalesa Fatma Samoura, se reunió con el ex futbolista australiano Craig Foster, quien visitó a Al Araibi esta semana, y con el representante de la Asociación Mundial de Jugadores, Brendan Schwab. "Reclamamos a las autoridades de Tailandia y Baréin que actúen de forma correcta y aseguren que pueda regresar a Australia de manera segura como asunto de urgencia", declaró Samoura.
El COI, a través de un comunicado, apoyó la postura de la FIFA e invitó a las tres naciones a llegara un acuerdo mediante el diálogo. Sin embargo, las autoridades de Baréin calificaron de "inaceptables" las peticiones de excarceración.
Por ese motivo, HRW inició una campaña digital, #SaveHakeem, para buscar apoyo de atletas y personalidades del mundo del deporte para presionar a las autoridades tailandesas para que liberen a Al Araibi y le permitan regresar a Australia.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
Con información de EFE