Desnutrición crónica, la enfermedad que afecta a más de 500.000 niños en Colombia

La situación de hambre en el país es crítica, los bancos de alimentos advierten que hay una cifra alarmante de menores de 5 años con esta enfermedad

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Está demostrado que estos niños van a tener en su vida adulta 14 puntos menos de coeficiente intelectual, 5 años menos de escolaridad y una reducción del 54% en sus ingresos. Imagen de referencia.
Está demostrado que estos niños van a tener en su vida adulta 14 puntos menos de coeficiente intelectual, 5 años menos de escolaridad y una reducción del 54% en sus ingresos. Imagen de referencia.

De acuerdo con los últimos datos entregados por los bancos de alimentos, en diciembre de 2021 solo el 69 % de los hogares en Colombia puede comer tres veces al día. Lo más preocupante es que en este momento el país tiene más de 500 mil niños menores de 5 años con desnutrición crónica.

Es decir que, en diciembre de 2021, 14 millones 400 mil colombianos comieron apenas dos veces al día; 1 millón 445 mil colombianos comieron apenas 1 vez al día y 154 mil menos de 1 vez al día”, indicaron.

Antes de la pandemia el 89% de los hogares pudo acceder las tres comidas diarias.

Según Juan Carlos Buitrago, director de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia, una de las alarmas en el país es que Colombia tiene más de 500 mil niños es menores de 5 años con desnutrición crónica y más de 5 millones de adultos sufren las consecuencias de haber aguantada hambre en su niñez e incluso en su gestación.

Está demostrado que estos niños van a tener en su vida adulta 14 puntos menos de coeficiente intelectual, 5 años menos de escolaridad y una reducción del 54% en sus ingresos”, explicó Juan Carlos.

Además mencionó que el 80% del cerebro de los seres humanos se forma en los 5 primeros años de vida, " y si el cuerpo no tiene el insumo para que ese cerebro crezca, para que las neuronas se multipliquen y se conecten qué es lo que aporta el alimento, pues el cerebro no crece”.

Entonces los niños con desnutrición crónica no tienen un cerebro que se puede desarrollar y esto ya es irreversible por el resto de su vida, pero además el cuerpo genera otros daños que hace que estos niños no crezcan, que no desarrollen su sistema óseo y su sistema muscular”, agregó.

La Guajira

En Colombia el 10.8% de los niños menores de 5 años tienen desnutrición crónica y en La Guajira representa el 6% de la niñez. Alrededor del 66 % de la población (726 mil personas) vive en condición de pobreza, y de esta cifra, aproximadamente 435 mil sobreviven con un ingreso inferior a los 127 mil pesos mensuales. Sumado a eso, las políticas asistencialistas y la desnutrición han hecho de este el departamento del país con mayor incidencia de pobreza monetaria extrema.

Sumado a eso, las mujeres que dedican su vida a tejer mochilas en esta zona padecen crisis económicas por cuenta de intermediarios que compran sus artesanías a precios muy económicos (aproximadamente 20 o 30 mil pesos) para, posteriormente, venderlas por encima de los 100.000 pesos colombianos.

Esta problemática desemboca en otra que, pese a las políticas públicas existentes, se convirtió en el pan de cada día de muchos habitantes: la inseguridad alimentaria.

Es por ello que el Banco de Alimentos de Colombia -ABACO- en conjunto con su seccional de La Guajira y el apoyo de diferentes entidades del sector privado como TikTok y Novartis, crearon la iniciativa llamada ‘Banco de Hilos - Mochilas que salvan vidas’ que busca, en primera instancia, impulsar al máximo las capacidades de las mujeres que dedican su tiempo a la creación de artesanías como mochilas, las cuales en muchas ocasiones solo son vendidas con un producto más sin tener en cuenta el trabajo que hay detrás de cada tejido.

De acuerdo con Rebeca Badillo, directora del Banco de Alimentos de La Guajira, el ‘Banco de Hilos’ busca suscitar núcleos familiares sostenibles, “Cambiando la concepción de asistencialismo, por autosostenibilidad, porque muchas organizaciones han llegado al departamento, pero son asistenciales”, resaltando además que este proyecto ha hecho un seguimiento constante sobre las familias vinculadas, así como de los procesos de alimentación e independencia económica de las mujeres tejedoras.

Por su parte, Sandra Guillot, una de las líderes de este proyecto en el territorio, afirmó que gracias al Banco de Hilos se dignifican los derechos de decenas de niños en materia de alimentación, salud y educación, articulando su plan de acción con instituciones públicas y privadas.

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