La historia de la embarcación llena de coca que las autoridades sacaron del fondo del mar en la Isla Gorgona

Fue un reto para la Armada Nacional no perder el cargamento que será suficiente prueba para judicializar a tres sujetos detenidos

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Foto de archivo. Tres presuntos narcotraficantes usan paquetes de cocaína como flotadores en aguas del Océano Pacífico tras ser interceptados por la Armada frente a la costa de Colombia, 28 de septiembre, 2019. Armada de Colombia/vía REUTERS ESTA IMAGEN HA SIDO SUMINISTRADA POR UN TERCERO. CRÉDITO OBLIGATORIO
Foto de archivo. Tres presuntos narcotraficantes usan paquetes de cocaína como flotadores en aguas del Océano Pacífico tras ser interceptados por la Armada frente a la costa de Colombia, 28 de septiembre, 2019. Armada de Colombia/vía REUTERS ESTA IMAGEN HA SIDO SUMINISTRADA POR UN TERCERO. CRÉDITO OBLIGATORIO

El narcotráfico ha sido una de las problemáticas más complejas en Colombia, pues además, de ayudar con el financiamiento de grupos armados a lo largo de la historia viene acompañado de sicariato y muertes por sobredosis.

Los delincuentes que lideran estas redes han creado estrategias para pasar desapercibidos y eliminar las pruebas que los relacionan, una de esas detectada por las autoridades es que las redes mandan a construir los sumergibles y semisumergibles que luego llenan con coca y lanzan al mar, pero en dado caso de posibles capturas o incautación los narcos instalan en sus transportes marinos mecanismos artesanales que les permiten, al ser descubiertos por las autoridades, hundirse y así intentar que se pierda cualquier evidencia en su contra.

Lo llamativo de esto es que además, de perder mucho dinero por proteger las redes en estos espacios se encuentra usualmente rastros de ‘brujería’, que es usada para crear protección a sus cargamentos y en realidad suele ser muy común en algunos criminales.

Uno de esos sumergibles fue descubierto por la Armada Nacional en el 2019 en las aguas del pacífico colombiano y tardó 10 días en poder sacarlo del fondo del mar. Dicha embarcación fue bautizada por los habitantes de las regiones de Tumaco y Nariño como ‘El hijo de diablo’, pues se rumoraba que no se encontraría pues sus dueños la había protegido con rezos y ritos satánicos.

La historia comenzó debido a que en una inspección hecha por la Fuerza Naval del Pacífico, en Bahía Málaga, Valle del Cauca los uniformados se encontraron con tres personas que estaban en medio del mar y les comentaron que su barco había naufragado, sin embargo, las autoridades sabía que estos estaba relacionados con alguna red criminal.

Entonces decidieron ayudar a los sujetos e iniciar una investigación para encontrar pruebas y de esta forma presentarlas a un juez para que judicializará a los náufragos.

“Lo primero que se hizo fue ubicar el semisumergible a través de unas ecosondas. Ya en el punto, los buzos se sumergieron y lo identificaron, dando inicio a la maniobra de salvamento con la finalidad de traer una prueba a la superficie de la coca que había en su interior y poder presentar ante el juez a los supuestos náufragos para su judicialización”, afirmó a El Tiempo el mayor Juan Manuel Arenas Suárez, comandante del grupo de buceo del Pacífico.

Posteriormente las autoridades buscaron que en el proceso de salvamento el combustible (ACPM) que transportaba no se derramara, para no impactar el medioambiente y buscar en primera medida los paquetes de droga para poder hacer el proceso de judicialización.

Además, al tener todo bajo control y las pruebas en mano se dispusieron a reflotar la embarcación. “Al principio no creímos que resistiera el halado, pero con el apoyo de nuestro buque de desembarque anfibio, BDA, se lanzó el ancla y se metió un güinche (máquina dotada de un brazo y una polea, que permite elevar una carga mediante la tracción de la cuerda que circula por esta)”, explicó el oficial al medio colombiano y ratificó que el proceso duro un promedio de 10 días.

Ahora hace parte de las piezas de exhibición de la compañía para que las personas sepan que pese a las creencias y las dificultades todo es posible y que como funcionarios tienen el deber de seguir luchando contra el crimen.

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