A pesar de que las comunidades colombianas y varios organismos internacionales se han pronunciado acerca de los riesgos de erradicar cultivos ilícitos con glifosato, el Gobierno de Colombia emitió un decreto este 12 de abril que busca retomar la práctica. Con este documento, se pretende que la aspersión aérea con este químico vuelva a ejecutarse en el país y para hacerse efectivo debe ser aceptado por el Consejo Nacional de Estupefacientes, grupo que en 2015 suspendió este mismo proceso.
Frente a esto, los sectores de oposición se hicieron escuchar y, entre las voces más polémicas, se encuentra la del representante Inti Asprilla, miembro de la Alianza Verde. En un trino, con clara referencia a la nueva propuesta del Gobierno, el legislador hace alusión a la enfermedad de la que señalan al glifosato de causar.
“El uribismo es un cáncer, por eso les gusta tanto el glifosato”, aseveró el congresista en su cuenta oficial.
Quien también se declaró tajantemente en contra de la reanudación de la aspersión fue la copartidaria Katherine Miranda, quien recalca que la lucha contra las drogas se perdió. “Cuando entenderemos que la lucha contra las drogas la perdimos hace mucho tiempo. El glifosato es una medida que jamás ha sido eficaz y daña el medio ambiente. ¡LEGALIZACIÓN YA!”, dijo la congresista Verde, con referencia a la legalización de las drogas objeto de erradicación.
En otra publicación, la representante por Bogotá dice que el Gobierno se va por la salida fácil “envenenando” a las comunidades. “¿No les da pena reanudar la aspersión con glifosato? Cuando solo el 5,3% de las familias que decidieron erradicar su cultivo ilícito cuentan con un proyecto productivo. Más de 70 años para completar la meta del acuerdo de paz”, indicó.
Angélica Lozano, una de las más fuertes líderes de la Alianza Verde en el Senado, también se unió al rechazo de la iniciativa. “Este decreto del glifosato una vulneración a la obligación de implementar el Acuerdo de Paz y las órdenes de la Corte Constitucional de respetar una jerarquía entre métodos de eliminación de cultivos, donde la fumigación es el último recurso”, aseveró la senadora, también haciendo referencia a un incumplimiento de los acuerdos de paz.
Por su parte, el senador Antonio Sanguino recalca que los costos del glifosato y su aspersión son más altos que los beneficios que esta práctica trae. “El glifosato es una política que le ha costado al Estado 80 billones de pesos entre 2005 y 2014 y no ha servido para nada. Los niveles de resiembra en zonas de fumigación son más altas a las de erradicación voluntaria. ¿Por qué insisten en una política errada e ineficiente?”, publicó en su cuenta de Twitter.
Uno de los temas centrales de Iván Marulanda, senador y precandidato presidencial, es la regulación de las drogas en Colombia. Por esto, por medio de su cuenta de Twitter, el rodado liberal rechazó la aspersión del herbicida. “Duque anuncia que regresa el glifosato. Rechazo el Decreto que anuncia el regreso de las fumigaciones con glifosato. Es hora de que nos preguntemos si valen la pena los costos económicos, sociales y ambientales de las aspersiones aéreas. Urge cambio de enfoque #CocaRegulada”, expresó.
Sin pronunciarse, otros senadores y congresistas de la colectividad, tal como Juanita Goebertus, replican posturas del ministerio de Salud de Alejandro Gaviria durante el gobierno de Juan Manuel Santos. De acuerdo con su anterior postura, se tenía más evidencia de los daños a la salud, que de los beneficios dentro de la lucha contra las drogas.
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