Víctimas de los falsos positivos, relataron su historia con alias ‘El Zarco’, presunto reclutador al servicio del Ejército Nacional

Bajo engaños de trabajo y dinero, El Zarco se aprovechaba de personas con necesidades económicas para llevárselos. Muchos aparecieron muertos tiempo después.

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Luis Jhon Castro Ramírez, alias ‘El Zarco’
Luis Jhon Castro Ramírez, alias ‘El Zarco’

La noticia de la recaptura de Luis Jhon Castro Ramírez, conocido como alias ‘El Zarco’, en febrero de este año, generó múltiples historias alternas respecto a su actuar criminal. Según las investigaciones que se adelantan en su contra, el hombre habría engañado y entregado a 19 jóvenes a hombres del Ejército nacional colombiano, para ser asesinados, uniformados y posteriormente presentados como guerrilleros dados de baja: los denominados falsos positivos. Ante el noticiero del Canal Caracol, familiares de las víctimas relataron la forma en la que el hombre se acercaba a los jóvenes.

Magledy Corrales Chalá, hermana de Jhon Eider Corrales, una de las víctimas de El Zarco, recordó la forma en la que, el 6 de noviembre de 2007, en el corregimiento Villa Carmelo, a 40 minutos de Cali, el criminal engañó a su hermano y a otros dos jóvenes, presuntamente, les había ofrecido trabajo.

“Él (Jhon Eider) trabajaba en una empresa de estructuras metálicas de mi primo. Mi primo le había dado una semana para que él sacara sus papeles (....) en esa semana fue que este señor ‘Zarco’ lo contactó ofreciéndole un trabajo y le dijo que necesitaba 10 personas para cuidar una finca en el corregimiento de Villa Carmelo”, le contó Magledy a Noticias Caracol.

Castro, presunto reclutador de 19 casos de falsos positivos en la zona del Valle del Cauca y Tolima, actuaba en complicidad del Ejército Nacional, específicamente, con miembros adscritos a la compañía Córdoba 3 del batallón Jaime Rooke, en Ibagué, Tolima, de acuerdo con la investigación hecha por el informativo.

Magdely aseguró haber sostenido una breve conversación con Castro Ramírez, un día en el que el hombre fue hasta su casa, “Le pregunto: ‘¿usted quién es y cómo se llama?’ porque se me hizo raro, nunca lo había visto, él me dice: ‘mucho gusto, yo me llamo Jhon’”, narró la mujer que, además, aseguró que el hombre había llegado a la puerta de su hogar para entregarle un celular a su hermano, según él, para poder comunicarse con él fácilmente, además, ‘El Zarco’ quería estar al pendiente de una tarea que le había encomendado al joven: conseguir a otras personas para cuidar la finca en la que supuestamente tendrían trabajo por un buen tiempo.

‘El Zarco’, en medio del desarrollo de su plan, y al darse cuenta de que tenía a los tres jóvenes convencidos para irse a trabajar con él, puso una cita con Jhon Eider para recogerlo y llevarlo a la supuesta finca que, con sus dos compañeros, tendría que cuidar.

El día de los hechos, el reclutador llegó a la casa de Jhon, y Deisy, la madre, atendió a la puerta, así lo relata Magdely, “le dijo: ‘¿está Jhon Edison?, sí, pero está durmiendo. Vamos a ir a hacer una vuelta, hágame el favor y me lo llama’. Ella lo llamó y mi hermano se levantó. Él estaba en el espejo afeitándose y el ‘Zarco’ le dijo que no se afeitara que se fuera así (...) Pensamos nosotros que como lo iban a hacer pasar por guerrillero, la persona tenía que estar barbada”.

Jhon emprendió su camino, cuenta Magdely, quien aseguró que ese fue el último día que vio a su hermano con vida. La trágica noticia de la muerte de Jhon llegó momentos después, gracias a un compañero que se había arrepentido de ir a la finca en donde les había prometido que tendrían un buen trabajo.

“‘El ayer se fue con nosotros, yo me devolví y, al parecer, ellos están muertos’, y dijo mi mamá: ‘no mi hijo no está muerto’; entonces él le respondió, ‘hay que ir a Medicina Legal a reconocer el cuerpo’”, le relató Magdely a Noticias Caracol.

En efecto, y para infortunio de la familia, el cuerpo de Jhon reposaba sin vida en la morgue: había recibido tres impactos de fusil por la espalda.

“A nosotros nos entregaron un uniforme de Policía, porque no era camuflado, un uniforme verde (...) a mi hermano lo asesinaron con la ropa que tenía puesta, le hicieron colocar ese uniforme”, continuó Magdely.

Bajo la confusión, y sin saber qué era lo que realmente había pasado con su hermano, la familia decidió tomar acciones legales meses después, en 2008, cuando salieron a la luz los falsos positivos de Soacha. La historia de esos jóvenes coincidía con la de Jhon, por lo que la familia dedujo que el hombre, de 28 años, había sido parte de esos llamados falsos positivos.

Con el testimonio de Magdely, y las investigaciones que empezaron a desarrollarse por esos días, empezaron a desenvolverse los temas, y el nombre de ‘El Zarco’ salió a flote.

“Eran como seis fotos, inmediatamente que lo vi, lo reconocí, y en esas fotos tenía el cabello largo. Me dijeron: ‘¿cómo sabe que es él?’ y dije: ‘porque nunca me voy a olvidar de ese rostro’”, contó la hermana de Jhon, clave para desenmascarar a quienes estaban detrás de los homicidios.

Un mes después del reconocimiento, relata Noticias Caracol, los investigadores pudieron establecer que el hombre ya se encontraba preso en Buga por porte ilegal de armas.

En febrero de 2008, en Cali, mismo año en el que se destapó la polémica en Bogotá, Juan Carlos Quimbay se unió a la lista de víctimas de ‘El Zarco’ y del Ejército Nacional. Juan Carlos, al igual que Jhon, necesitaba un trabajo con urgencia, pues tenía dos familias a las que debía sostener. Jackeline, su esposa, le contó a Noticias Caracol una historia muy parecida a la de Magdely.

‘El Zarco’ le dijo a Quimbay que había una guaca escondida en la finca Los Mangos, en la vereda Potreritos, y que el inmueble estaba abandonado, lo que le permitiría a los dos, y otros hombres que se unieron después, sacar el dinero de aquella caleta. A ‘El Zarco’ y Quimbay se unieron, su cuñado, Gerardo Moreno; Didier Cuervo; José Yiner Enríquez; José Neber Ramos y Nelson Vergara Coy.

“Él se despidió muy normal y me dijo: ‘por ahí el fin de semana estoy aquí’”, le relató Jackeline al noticiero quien, tiempo después, se enteraría que su esposo estaba muerto. Al igual que Jhon, fue encontrado con heridas de fusil, al lado de un carro que él conducía.

Luego de las investigaciones y de tener una idea de lo que había ocurrido con Juan Carlos, Jackeline le dijo al noticiero que un fiscal le contó a ella y a su familia que ‘El Zarco’ recibía $1.100.000 por cada hombre muerto.

En la actualidad, ‘El Zarco’ se encuentra detenido, luego de su recaptura en España, a la espera de su destino judicial. El hombre había sido dejado en libertad en España porque, según las autoridades de ese país, Colombia tardó en los trámites para su extradición.

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