Este martes 23 de marzo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos adelantó la última audiencia del caso de Jineth Bedoya, en la cual se escuchó a una perito especialista en reparación a las víctimas, la solicitud de la periodista al tribunal internacional y los alegatos finales de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado.
El abogado Camilo Gómez, quien lidera el equipo de defensa de la nación, intervino en la audiencia y aceptó la responsabilidad del Estado para adelantar una investigación penal integral, así como expresó perdón institucional a Jineth Bedoya y su madre Luz Nelly Lima.
“Colombia es un Estado que se presenta con humildad ante la Corte y pone la cara ante la víctima para reconocer los errores que correspondan a los hechos enmarcados en el expediente. Por esto, a nombre del Estado colombiano reconozco la responsabilidad internacional por las fallas del sistema judicial que no realizó una investigación penal digna para la víctima, al recaudar 12 reclamaciones, y le pide perdón a Jineth Bedoya por estos hechos y los daños que le causaron”, afirmó Gómez en la audiencia.
El abogado agregó que “el Estado reconoce que estas actuaciones vulneran sus derechos a la integridad personal, a las garantías judiciales y a la protección judicial en relación con la obligación de garantizar los derechos consagrados en la convención interamericana sobre derechos humanos, así como el deber de debida diligencia establecido en el artículo 7B de la convención”.
En tres ocasiones el abogado Gómez manifestó la expresión de perdón del Estado a la periodista. “El Estado reconoce su responsabilidad internacional y le pide perdón a Jineth Bedoya y su señora madre por el incumplimiento del deber de debida diligencia en la investigación de las amenazas en contra de Jineth Bedoya, a partir del momento en que las conoció el Estado, y por la falta de investigación de las cartas recibidas por Nelly Lima y Jineth Bedoya en el año 99”, agregó Gómez.
Sin embargo, la defensa del Estado ante la Corte IDH en el caso Jineth Bedoya vs. Colombia continuó y se defendió frente a su responsabilidad en el secuestro y violación sexual contra la periodista, ocurridos el 25 de abril del año 2000, después de ingresar a la cárcel La Modelo de Bogotá.
La defensa del Estado señaló que entre 1998 y 1999 Jineth recibió amenazas, en julio de 1999 el Estado las conoció, el DAS hizo el estudio de riesgo y en agosto determinó que el resultado era ‘medio-medio’. Según argumentó la defensa, el 25 de agosto le ofrecieron un esquema de seguridad, pero que frente a ese ofrecimiento no conocieron respuesta, según afirman, y las víctimas no acreditan que la respuesta de la periodista haya sido recibida por el DAS. Según el Estado, conocieron la aceptación en 2011 cuando el abogado Pedro Vaca adjuntó el documento al proceso judicial.
Aseguran que Jineth y el equipo de periodistas no informó al Estado de la visita a la cárcel, aunque el teniente Molina les había solicitado hacerlo en caso de aceptar la cita con alias ‘El Panadero’. “Se le solicita a la Corte que declare que el Estado no es responsable internacionalmente por los hechos en mención”, afirmó la defensa jurídica del Estado en su alegato final.
Por su parte, la defensa de Bedoya sostiene que sí hubo respuestas y el testigo Jorge Cardona afirmó que conoció el intercambio de cartas de ella con el Ministerio del Interior, en las que manifestó la necesidad de un esquema de seguridad. Además, era doblemente vulnerable por ser mujer y periodista.
También agregaron como argumentación que Alejandro Cárdenas Orozco fue condenado a 11 años por secuestro simple agravado y tortura en persona protegida. Además, Mario Jaimes Mejía, alias El Panadero; Alejandro Cárdenas Orozco y Jesús Emiro Pereira Rivera tienen condenas superiores a los 28 años de cárcel por acceso carnal violento, secuestro y tortura.
Sin embargo, la defensa de Jineth sostiene que hay un tercer agresor que no ha sido identificado ni condenado, así como tampoco se ha seguido investigación en contra de los altos mandos, incluido un coronel, que aparentemente participó en la planeación del secuestro y tortura. Además, la investigación por violencia sexual se inició muchos años después de los hechos, las pruebas hechas al cuerpo de Jineth y otra levantadas por ella misma se perdieron, y los guardias de seguridad del penal, al momento del secuestro, se identificaron casi una década después de la denuncia.
“Pido que se ordene al Estado Colombiano romper el pacto de impunidad que ha rodeado mi caso durante casi 20 años”
La periodista Bedoya declaró en esta audiencia final para reiterar las solicitudes que le hizo a los magistrados de la Corte IDH en su caso, no solo por ella, sino en nombre de todas las víctimas de violencia sexual en Colombia y en nombre a su madre.
“Considero que es esencial investigar la relación entre las redes de criminalidad cuyo funcionamiento en la cárcel La Modelo fue denunciaba a través de mi trabajo periodístico, con los hechos de amenazas, agresiones, tortura y violencia sexual que sufrí y sigo sufriendo en la actualidad”, señaló Bedoya, y solicitó ordenar romper el pacto de impunidad que ha rodeado su caso.
A pesar de esas amenazas que se sostienen en la actualidad, la periodista tiene un esquema de protección, pero su madre, quien la ha acompañado y ha sido víctima de mensajes intimidantes, se encuentra desprotegida.
En ese sentido, Bedoya solicitó como reparaciones la investigación y sanción de todos los niveles de responsabilidad, unido a la adopción de medidas de seguridad para ella y su mamá; segundo, pidió el cierre de la cárcel La Modelo de Bogotá; y por último, la adopción de medidas para la investigación de amenazas en contra de periodistas y la producción de datos oficiales sobre la violencia contra las mujeres y la prensa.
“Desde el 2013, la Corte Constitucional consideró al gobierno considerar el cierre de la cárcel y señaló que este debería pasar a ser un símbolo de lo que nunca más se debe repetir. La mejor reparación para una víctima sería la transformación de un lugar que evoca el horror, en un espacio de memoria y resiliencia”, señaló la periodista.
Sin embargo, la defensa reiteró en su intervención que “cerrar la cárcel no es viable” y en su lugar propuso la construcción de un espacio de memoria para las víctimas de violencia sexual, pero en otro espacio.
“En Colombia y en el mundo entero se nos ha dicho a las mujeres, de todas las formas posibles, que somos propiedad de alguien, y que se nos debe corregir, y que se nos debe castigar para que seamos correctas. Una de esas formas es la violencia sexual que en Colombia alcanza el 98% de impunidad, probada por diferentes organizaciones. Por esas víctimas y sobrevivientes, no es hora de callar”, dijo Jineth.
Finalmente, la periodista señaló: “Señora jueza, señores jueces, hoy estoy aquí, frente a ustedes, para pedirles en mi nombre y en el nombre de mi madre, Luz Nelly Lima, y en nombre de los y las periodistas en Colombia y en nombre de todas las víctimas de violencia sexual, que manden un claro mensaje al Estado colombiano, real, un mensaje de reconocimiento de responsabilidades y el esclarecimiento de la verdad completa de lo ocurrido, adopción de medidas de reparación cosmética carecen de sentido”.