Fuerte temporada de sequía en la Guajira afectó los reservorios de agua de los Wayúu

Mientras en otros puntos del país se registran estragos por la ola invernal, comunidades dispersas en los desiertos de la Guajira carecen de agua por la falta de lluvias.

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Ola de sequía en la Guajira.
Ola de sequía en la Guajira.

Comunidades que viven en los desiertos de Riohacha, al extremo norte del país, le reportaron a Noticias Caracol de la desaparición y sequia estrepitosa de sus reservorios de agua a causa de la extrema sequía que se ha presentado en las últimas semanas.

El noticiero, que visitó las rancherías, fue testigo de la muerte de los animales que pertenecen a las comunidades, ya que no tienen agua para ellos. Asimismo, Ingrid Epieyú, una de las afectadas le afirmó al medio que, “con esta sequía, los animales se nos están muriendo y tratamos de coger poca agua para que los animales tomen, toca comprar agua para beber”, indicó la mujer.

Desde el pasado 14 de febrero, habitantes de Riohacha, Manaure y Uribia, como también pobladores del departamento de Córdoba, en Chinú, Ciénaga de Oro, Los Córdobas y Puerto Escondido caminan horas para conseguir el líquido y volver con él a lomo de hombro o cargándolo en la cabeza.

“No tenemos agua primeramente para beber, nada, compramos el tanquecito gracias a una señora que recoge ahí a mil pesos la latica, esa es la situación mala que tenemos con esta agua”, comentó al noticiero Alfonso Cañabera, otro damnificado por la sequía.

Por su parte, Helena Pérez Pushaina, perteneciente a la comunidad Wayuu, afirmó que la situación no es fácil pues, “consumimos el agua del jagüey y en esa agua se bañan los goleros (gallinazos), se meten los puercos, nos tenemos que bañar con eso y lavar con eso”.

Bahía Portete, en la península de La Guajira, en Colombia. EFE
Bahía Portete, en la península de La Guajira, en Colombia. EFE

Desde la Oficina de Gestión de Riesgo de La Guajira, afirmaron que se encuentran monitoreando la situación y que los municipios de este departamento ya están reportando a la escasez de agua, a los cuales están respondiendo con los vehículos cisterna.

Por su parte, William Iguarán, coordinador de la Oficina de Gestión de Riesgo de La Guajira confirmó la situación que atraviesa la población señalando que, “hay una disminución de la disponibilidad de agua qué se tiene en cada una de los sectores en los distintos municipios, tanto fuentes superficiales como subterráneas”.

Las autoridades también hacen monitoreo al río Tapias, el cual abastece a Riohacha, teniendo en cuenta que sus niveles siguen bajando, por lo que hacen un llamado a la población de economizar el líquido.

De acuerdo con el diario El Heraldo, desde el pasado 23 de febrero, el operador ASAA hizo un llamado para que se haga un uso responsable del agua en esta temporada de sequía, luego que el río Tapías amaneció con 1.300 l/s menos del promedio normal, que es de 3.500 l/s, según informó el operador.

Según explicó William García, gerente del operador, “esta situación que se presenta en las temporadas sin lluvias en la zona de captación y en un vasto sector del sur del Distrito de Riohacha demanda el compromiso de todos con el uso del responsable agua”.

Además, agregó que “el mensaje es claro para que ahorremos agua, que promovamos el uso responsable y eficiente de agua en nuestro entorno, teniendo en cuenta que de prolongarse la ausencia de lluvias en el área de captación, las condiciones se tornarían más críticas”.

Mientras, el pasado 5 de marzo, la alcaldía entregó 25 tanques de almacenamiento de agua potable con capacidad de 5000 litros, a igual número de comunidades indígenas comenzó a entregar la administración del municipio de Barrancas, que va a mejorar el nivel de vida de estas comunidades

Los tanques fueron empotrados como especie de albercas suspendida lo que permite que el preciado líquido salga con mayor fuerza como también impide que se contamine con facilidad.

Esta hora fue gestionada por el alcalde Iván Mauricio Soto Galán; acompañado de su equipo de gobierno que lograron implementar acciones para afrontar la calamidad pública por sequía en este territorio.

El alcalde Soto Galán, afirmó que “con estos tranques podremos llevar soluciones a las comunidades indígenas que no tienen donde almacenar de forma segura el Preciado líquido, durante la declaratoria de calamidad pública y emergencia sanitaria por la pandemia”.

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