Vuelve Uber a Colombia y los taxistas anuncian una huelga

La aplicación regresó con un nuevo modelo de “plataforma de contacto”, en el que los pasajeros pasan a ser arrendatarios y los conductores arrendadores de un vehículo por cada trayecto. El gremio de los taxis dijo que estos cambios son sólo cosméticos

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Uber regresa a prestas sus servicios bajo un nuevo modelo en Colombia tras 20 días de haber sido expulsado por no cumplir con los requisitos de ley.
Uber regresa a prestas sus servicios bajo un nuevo modelo en Colombia tras 20 días de haber sido expulsado por no cumplir con los requisitos de ley.

Tras 20 días de apagón, Uber regresó a prestar su servicio en Colombia. La aplicación cambió su modelo para hacerle el quite al fallo de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) el mes pasado los obligó a dejar de operar en el país.

Ahora, bajo su nuevo modelo, los usuarios y conductores suscribirán un contrato por viaje bajo las figuras de alquiler, arrendatarios y arrendadores. Así, Uber se mantiene en que no es una aplicación de transporte sino de servicios de tecnología, lo cual sigue contrariando la postura del Ministerio de Transporte colombiano, en la que afirma que para prestar este tipo de servicio se debe constituir una empresa de transporte.

En el nuevo contrato, que suscriben conductores y usuarios, la empresa afirma: “Usted reconoce y acepta que Uber es un proveedor de servicios de tecnología, que no ofrece servicios de transporte, no funciona como transportista ni opera como agente para el transporte de viajeros”.

Bajo este nuevo modelo Uber sería entonces una plataforma de contacto por medio de la cual un particular renta un vehículo, con su conductor incluido, por horas o trayectos, a los que se puede acceder en cinco nuevos servicios: Uber por horas, UberYa, Uber Economic, Uber Comfort y Uber XL.

El rápido regreso de Uber a Colombia no solo tomó por sorpresa al gremio de los taxistas, que salieron favorecidos con el fallo de la SIC que había expulsado a la empresa de tecnologías del país, sino a las autoridades colombianas como el Ministerio de Trasporte y la propia superintendencia.

Esta última (la SIC) aún no se ha pronunciado sobre el regreso de Uber y de si este cambio – que para los taxistas es sólo cosmético- contraría su fallo o no. Lo que sí es cierto es que en vísperas de la polémica decisión la Superintendencia afirmó que aunque esta era de inmediato cumplimiento ellos no tenían competencias para velar porque ello.

Por su parte, el Ministerio de Transporte ha dicho que está avanzando en un análisis jurídico para evaluar los pasos a seguir con respecto al nuevo modelo de Uber.

Uno de los cambios más significativos que tuvo la plataforma es el uso del lenguaje técnico. Ya no hay más pasajeros o conductores, ahora pasaron a ser arrendatarios y arrendadores; y ya no hay más viajes o carreras, pues ahora son contratos de arrendamiento, con cada trayecto sirviendo como un contrato diferente.

Uber entonces pasa a ser una “plataforma de contacto”, como una página web o un grupo de Whatsapp, en la que se encuentran arrendadores y arrendatarios para suscribir un contrato por servicios.

Otro detalle particular es que en este nuevo modelo se le transfieren mayores responsabilidades al pasajero o arrendatario, el cual deberá devolver el vehículo “en las mismas condiciones que lo recibió” después de su viaje, además de ser corresponsable de accidentes o multas.

Los taxistas a paro

El rápido regreso de Uber a Colombia despertó la indignación del gremio taxista, quienes se habían anotado una victoria hace menos de dos meses gracias al fallo de la SIC que dejó sin piso el servicio de la aplicación tecnológica para seguir haciéndoles competencia.

Hugo Ospina, uno de los líderes de los taxistas, se pronunció molesto y dijo sentirse traicionado por el gobierno de Duque, a quien apoyaron para llegar a la presidencia.

“Le regalamos (a Duque) un taxi de juguete y el presidente dijo ‘vamos a proteger la industria del taxi‘. Cuando Hugo Ospina habla, habla a nivel gremial. Lo único que siempre hemos pedido es que se cumpla la Constitución y la ley, no queremos compromisos. Es el Estado el que tiene que prestar el servicio público”, dijo Ospina.

El argumento de los taxistas es que el transporte es un servicio público que tiene que ser regulado por el Estado y que este tipo de plataformas como Uber se saltan distintos controles, regulaciones e impuestos que los taxistas sí deben cumplir, incurriendo así en una competencia desleal.

En respuesta, los taxistas han anunciado un paro nacional que empezará el próximo 16 de marzo, al cual ya se ha sumado siete asociaciones de taxistas y los dueños de los vehículos.

Aunque el paro se pensó como una respuesta inmediata al regreso de Uber, el gremio amarillo decidió esperar para lograr una convocatoria masiva y nacional. De acuerdo con Ospina, su líder, buscan que por lo menos el 80% de los taxistas en el país se sumen.

Mientras tanto, los colombianos ya pueden volver a usar Uber, que se seguirá manteniendo en el limbo de la legalidad o ilegalidad hasta que haya una decisión a fondo y definitiva sobre el tema.

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