Es una autoridad mundial en epidemiología, fue asesor de la película “Contagio” y está infectado por el coronavirus

“Me gustaría decir en este programa, esta noche, que esto se ha vuelto muy personal, también, para mí, porque desde ayer tengo COVID”, dijo Ian Lipkin, uno de los epidemiólogos más respetados de los Estados Unidos, director del Centro de Infección e Inmunidad (CII) de la Escuela Mallman de Salud Pública en la Universidad de Columbia y asesor científico de la película Contagio, de Steven Soderbergh. Estaba al aire, de manera remota, en el programa de Fox Business que conduce Lou Dobbs, para hablar de la investigación que actualmente realiza para combatir la pandemia.

“Es algo penoso”, agregó, sobre su malestar.

“Si me puede dar a mí, le puede dar a cualquiera”, subrayó. “Ese es el mensaje que quiero transmitir".

Hasta ahora Lipkin había sido uno de los especialistas que con más frecuencia aparecía en los medios para explicar la propagación del virus, las importancia de las medidas de distanciamiento social y los estudios que se realizan sobre la efectividad y seguridad de distintos tratamientos —las drogas cloroquina y remdesivir, el plasma de pacientes con anticuerpos— sólo por su pasión por la ciencia. Ahora el especialista, que jugó un papel central en los estudios de los patógenos responsables del síndrome respiratorio agudo grave (SARS) y del Nilo Occidental, también tiene un interés íntimo.

“Como tantos vecinos de Nueva York, adquirió el virus por transmisión comunitaria”, informó el sitio de la Escuela Mallman. “Hasta ahora ha tenido síntomas leves y actualmente está en cuarentena en su casa. De acuerdo con los protocolos habituales, se notificó ya a cualquier persona que estuvo en contacto cercano con él. Su infección no se relaciona con ninguna investigación que se esté realizando en su laboratorio”.

En el programa de Fox Business, Lipkin había dicho que creía saber dónde se había contagiado, pero no tenía pruebas y, sobre todo, era lo que menos importaba: “Este virus está en todas partes en los Estados Unidos”, explicó. En el mundo, según el rastreo de la Universidad Johns Hopkins, ya infectó a casi 460.000 personas y produjo más de 20.000 muertes.

“Durante muchos años, la lucha contra la propagación de enfermedades infecciosas ha sido una misión profesional y humanitaria para mí”, explicó Lipkin en una declaración pública que publicó Columbia. “Ahora que se ha convertido en algo personal, aprecio profundamente los buenos deseos de todos, en particular de mis colegas de China, con los que he trabajado durante muchos años. Confío en que pronto volveré al laboratorio con mis colegas”.

Recordó que, como él, otros científicos en el mundo trabajan sin descanso en busca de soluciones: “Me siento orgulloso de ser parte de esa comunidad”, dijo. Pero también el resto de la población tenía en sus manos parte de la clave de la lucha contra el COVID-19: “Por favor, sigan tomando todas las precauciones de salud pública recomendadas para protegerse: la distancia social, el lavado de manos y la actualización con información precisa. Es posible vencer a este virus, pero ninguna organización, ciudad o país puede hacerlo solo. Se necesitará la colaboración, la resolución y la resistencia de todos mientras hacemos nuestras partes”.

Poco antes de revelar su propio padecimiento en Lou Dobbs Tonight, el epidemiólogo había tosido al aire, mientras hablaba sobre la terapia de plasma de personas que se recuperaron de la enfermedad. Luego del momento confesional, continuó explicando que las medidas de distancia social que tanto dañan la economía son fundamentales para evitar un contagio a mayor escala y que difícilmente se podrían eliminar hacia Pascua, como había sugerido el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. “Realmente no sabemos cuándo tendremos esto bajo control”, le dijo al comentarista de Fox. “Es extremadamente importante que armonicemos las restricciones que tenemos en el país porque tenemos fronteras porosas entre estados y entre ciudades, y a menos que seamos coherentes, no nos vamos a salir adelante. La mejor herramienta que tenemos es el aislamiento y el confinamiento".

Lipkin viajó a China en enero para cooperar en la discusión sobre las medidas que requería el nuevo coronavirus. Desde el comienzo del brote trabajó con el equipo de CII para aportar a la respuesta de los Estados Unidos al COVID-19, y allí desarrolló un test de diagnóstico rápido y confiable que puede identificar la infección incluso en personas que no presentan síntomas o tienen síntomas suaves, que son la mayoría.

Si bien muchas veces Hollywood le había pedido asesoramiento, sólo accedió a trabajar con el guionista Scott Z. Burns y el cineasta Soderbergh para la película Contagio por considerar que el proyecto era “un esfuerzo por representar adecuadamente la ciencia y para hacer un film que entretenga a la vez que eduque", lo citó Columbia en un comunicado de 2011.

“Algunas escenas de Contagio reflejan los recuerdos vívidos del doctor Lipkin en Beijing, cuando ayudó a manejar el brote de SARS en 2003 junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud de China”, siguió el texto. “En riesgo en la primera línea de la epidemia, como a veces lo están los profesionales de la salud pública, se enfermó y fue puesto en cuarentena cuando regresó a los Estados Unidos. En el set de filmación compartió su experiencia con Matt Damon, a quien ofreció su perspectiva de lo que se siente al estar detrás de un vidrio y aislado de sus seres queridos”. También mostró el CII a Kate Winslet y Jennifer Ehle y le enseñó a Elliott Gould —quien interpretó a un científico llamado Ian, como él— la manera correcta de mirar en un microscopio.

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