La UE tilda de "distracción deliberada" el supuesto ataque ucraniano contra la residencia oficial de Putin

Bruselas rechaza las acusaciones rusas sobre un supuesto bombardeo ucraniano en Nóvgorod, señalando que buscan obstaculizar los diálogos, mientras Kiev niega cualquier implicación y responsabiliza a Moscú de crear tensiones para frenar avances diplomáticos

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La presidenta de la Comisión Europea para la Política Exterior, Kaja Kallas, destacó que la acusación rusa sobre un supuesto ataque ucraniano en la residencia presidencial de Vladímir Putin en Nóvgorod constituye un “intento de distracción deliberada” para obstaculizar el avance de las negociaciones entre Ucrania y sus aliados occidentales. Según la postura expresada por Kallas y reportada por la agencia Europa Press, Bruselas considera que la denuncia rusa busca interferir en los diálogos de paz al lanzar acusaciones infundadas contra Kiev, mientras se desestima la responsabilidad del propio Kremlin en escaladas bélicas previas.

De acuerdo con Europa Press, Kallas manifestó a través de su cuenta de X que “la afirmación de Rusia de que Ucrania atacó recientemente instalaciones gubernamentales clave en Rusia es una distracción deliberada”. En este mensaje, enfatizó que Moscú pretende frenar el progreso hacia la paz y advirtió que no se deben aceptar “acusaciones infundadas” provenientes de quienes han lanzado ataques indiscriminados contra infraestructura y civiles ucranianos desde el inicio de la invasión.

El Ministerio de Exteriores de Rusia había acusado previamente a las fuerzas ucranianas de perpetrar un ataque con 91 drones, durante la noche del 28 al 29 de diciembre, dirigidos contra la residencia presidencial de Putin en Nóvgorod, según indicaron funcionarios rusos citados por Europa Press. Moscú aseguró que los dispositivos fueron interceptados antes de lograr su objetivo. Tras este incidente, las autoridades rusas catalogaron el hecho como un caso de “terrorismo de Estado” por parte de Ucrania.

Rusia aclaró que no se retiraría de las conversaciones internacionales, pero anunció que solo dialogará directamente con Estados Unidos respecto a la evolución del conflicto, reservándose la posibilidad de endurecer sus posturas durante el proceso. El enfoque ruso sobre las negociaciones fue difundido por Europa Press en el contexto de la reacción internacional ante las acusaciones.

Ucrania negó rotundamente cualquier implicación en el supuesto ataque sobre la residencia oficial y responsabilizó a Moscú de intentar bloquear el proceso de entendimiento diplomático. Las autoridades ucranianas subrayaron, según consignó Europa Press, que estas denuncias pretenden boicotear los esfuerzos para retomar un canal de diálogo y alcanzar acuerdos que favorezcan la desescalada del enfrentamiento.

Distintos actores de la comunidad internacional que condenaron el ataque describieron los eventos basándose en la versión rusa. Sin embargo, el Gobierno de Kiev calificó tales posturas de prematuras y reiteró que el incidente nunca ocurrió, según informó Europa Press. Ucrania ha sostenido que el Kremlin utiliza estas situaciones para fortalecer su discurso y justificar un posible endurecimiento militar o político, dificultando así cualquier tipo de avance significativo en las conversaciones de paz.

Las declaraciones de Kallas y la reacción de las partes implicadas muestran las tensiones existentes no solo en el terreno militar, sino también en la arena diplomática, con la narrativa siendo utilizada como herramienta en el conflicto. Tanto la Unión Europea como Ucrania insisten en la necesidad de un acercamiento basado en hechos verificables y no en acusaciones que puedan entorpecer el camino hacia una solución negociada.

El señalamiento ruso sobre “terrorismo de Estado” y la amenaza de ajustar su posición en la mesa de diálogo marcan una intensificación del clima de desconfianza. Mientras tanto, la exigencia de pruebas y la insistencia en la objetividad de las investigaciones se presentan como demandas recurrentes de Bruselas y Kiev, quienes buscan garantizar que el proceso de negociaciones continúe sin interrupciones derivadas de acusaciones que, según ambos actores, carecen de fundamento.

Según Europa Press, el contexto internacional ante incidentes como el denunciado se mantiene bajo estricta observación, puesto que cualquier alteración puede incidir en el curso de las conversaciones y en la disposición de las partes a alcanzar compromisos duraderos.