Acusado de terrorismo un joven de Texas afín a Estado Islámico que habría dado material explosivo a un policía

Las autoridades estadounidenses detuvieron a John Michael Garza, de 21 años, tras una operación encubierta donde habría entregado materiales para explosivos y fondos, creyendo que apoyaba a Estado Islámico, según la Fiscalía y el FBI

Guardar

Durante la investigación, las autoridades estadounidenses identificaron el uso de criptomonedas como uno de los métodos empleados para canalizar fondos hacia lo que el acusado creía eran actividades vinculadas a Estado Islámico. Según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el acusado, John Michael Garza, de 21 años y residente en Midlothian, Texas, habría efectuado varios pagos en activos digitales a personas que suponía formaban parte de la organización terrorista, creyendo que su dinero sería utilizado en la compra de armas de fuego y otros materiales.

Tal como detalló el Departamento de Justicia este lunes, la acusación formal se dirige contra Garza por presuntos delitos de “terrorismo internacional”, tras una operación encubierta ejecutada por las fuerzas de seguridad. Los hechos que motivaron el proceso judicial ocurrieron la noche del lunes 22 de diciembre, cuando Garza entregó materiales destinados a la fabricación de explosivos a un individuo con el que se reunió y a quien pensaba que era miembro — o “hermano”— de Estado Islámico. Sin embargo, el supuesto destinatario de esos componentes resultó ser un agente encubierto de la policía, parte del operativo conjunto entre la Fiscalía y el FBI.

El comunicado oficial del departamento precisó que durante la reunión, Garza no solo aportó los materiales para bombas, sino que explicó de manera detallada el proceso de mezcla de los componentes. Además, ofreció enviar un video con instrucciones para la construcción de explosivos. Tras abandonar el encuentro, Garza fue arrestado por las autoridades que habían seguido de cerca sus movimientos como parte de la investigación. De acuerdo con la información difundida por el Departamento de Justicia, la operación se desarrolló en el marco de una serie de comunicaciones previas que comenzaron cuando un agente de la policía de Nueva York detectó una cuenta en redes sociales que seguía a perfiles afines a la ideología de Estado Islámico.

Posteriormente, el agente entabló contacto con el usuario de dicha cuenta, descubriéndose más tarde que se trataba de Garza. Durante sus conversaciones, el acusado se presentó como un mexicano-estadounidense de 21 años con residencia en Texas y manifestó claramente su adhesión a la ideología del grupo yihadista. En reiteradas ocasiones, Garza envió comunicados oficiales de Estado Islámico al agente y realizó transferencias de pequeñas sumas de criptomonedas durante los meses de noviembre y diciembre de 2025, bajo el convencimiento de que esos fondos apoyarían la compra de armas y materiales para fines violentos.

El desarrollo de la investigación y la posterior detención fueron el resultado de un rastreo minucioso de las actividades en línea de Garza y de su interacción constante con los agentes encubiertos. Las autoridades federales señalaron la importancia de la colaboración entre diferentes organismos para identificar y neutralizar presuntas amenazas terroristas. El comunicado oficial recogió palabras de la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien declaró: “La ideología tóxica de Estado Islámico debe ser erradicada de raíz” y subrayó que aquellos que intenten perpetrar ataques violentos en nombre de este grupo serían encontrados, arrestados y procesados, y que no pueden ocultarse de las autoridades estadounidenses.

El director del FBI, Kash Patel, reiteró este mensaje, advirtiendo que el caso pretende servir como advertencia para quienes planean ataques contra Estados Unidos en nombre de organizaciones terroristas. “Serán llevados ante la justicia”, afirmó el funcionario según recogió el comunicado difundido por el Departamento de Justicia.

Tras su arresto, Garza compareció ante un juez federal. Se ha programado para este martes una audiencia de causa probable y de detención, en la que el magistrado responsable decidirá si se reúnen las pruebas suficientes para ordenar la prisión preventiva y continuar el proceso en su contra. Si la causa prospera y Garza resulta declarado culpable de los cargos de terrorismo internacional, podría afrontar una condena que se eleva hasta los 20 años de prisión, según detalló el Departamento de Justicia.

De acuerdo con el medio, los detalles del caso, así como las declaraciones de las autoridades implicadas, subrayan el papel de la vigilancia en redes sociales y de la inteligencia encubierta como herramientas centrales en la lucha contra el terrorismo y las amenazas a la seguridad interna. Durante la investigación, se identificaron procedimientos para la entrega de componentes de fabricación de explosivos y canales de financiamiento que, en este caso, incluyeron el uso de activos digitales. Según reportó el Departamento de Justicia estadounidense, los investigadores monitorearon las conversaciones y transferencias que formaron la base de la imputación contra Garza.

De ser hallado culpable, la sentencia podría marcar un precedente en la respuesta de la justicia estadounidense ante actos de apoyo material a organizaciones designadas como terroristas. Las autoridades han divulgado que continuarán realizando operativos de este tipo y que el seguimiento de actividades sospechosas en internet constituye una estrategia prioritaria, según consignó el Departamento de Justicia.