El índice preferido por la Fed para medir la inflación repuntó una décima en septiembre, hasta el 2,8%

El indicador utilizado por la Reserva Federal para analizar el costo de vida en Estados Unidos volvió a aumentar en septiembre, mientras alimentos y energía también subieron, en un contexto de persistente incertidumbre sobre la evolución económica del país

Guardar

El costo de los alimentos en Estados Unidos aumentó un 2,4% y el de la energía subió un 2,7%, mientras las presiones sobre los precios mantienen el debate acerca de la estabilidad económica del país. El índice de precios de gasto de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés), la principal herramienta que utiliza la Reserva Federal (Fed) para evaluar la inflación, mostró un incremento interanual del 2,8% en septiembre, según datos publicados por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio y consignados por el medio.

De acuerdo con la información facilitada por la fuente, la inflación subyacente, que descarta el impacto de los alimentos y la energía debido a su comportamiento más volátil, marcó una subida del 2,8% interanual en el mismo periodo, una décima por debajo de la variación registrada en la general. El indicador general de inflación mensual anotó un alza del 0,3%, mientras que la cifra subyacente avanzó un 0,2%, en ambos casos calcando los valores observados durante agosto.

La persistente presión sobre los precios llevó a la Reserva Federal a elevar en once ocasiones consecutivas los tipos de interés desde marzo de 2022, con el objetivo de moderar la inflación. Según reportó la fuente, la institución dejó de aumentar los tipos en julio de 2023, cuando alcanzaron el rango de entre el 5,25% y el 5,5%. Posteriormente, el ente monetario modificó su política en la reunión del 29 de octubre, optando por reducir las tasas en 25 puntos básicos, situándolas entre el 3,75% y el 4%, después de mantenerlas sin cambios durante cinco sesiones consecutivas. Este ajuste siguió a una decisión similar tomada en septiembre.

La estadística del índice PCE es observada por los responsables de la política monetaria como el dato clave para determinar la evolución de los precios en todo el país. La Oficina de Análisis Económico reveló que el importe de los alimentos mostró un crecimiento interanual del 2,4%, mientras que el costo de la energía registró un alza del 2,7%. Estas cifras reafirman la relevancia de los componentes básicos del consumo en la configuración de la inflación general.

En cuanto a la inflación mensual, la oficina informó que el índice general aumentó un 0,3% y el subyacente un 0,2%, repitiendo así los registros del mes anterior. La variabilidad de estos datos mensuales constituye una referencia importante para los analistas y los mercados, pues permite observar tendencias recientes en la evolución de los precios al consumidor.

Tal como detalló la fuente, la Reserva Federal ha mantenido una postura dinámica para responder al incremento sostenido de los precios, recurriendo a subidas consecutivas de los tipos de interés desde 2022. La interrupción de este ciclo en julio de 2023, al alcanzarse un rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, marcó un cambio temporal en la estrategia. Más adelante, la Fed decidió bajar el precio del dinero en sus reuniones de septiembre y octubre, contrastando con su política previa de endurecimiento.

A pesar de estos movimientos, la entidad advirtió acerca de las “altas” incertidumbres persistentes en torno a las previsiones económicas. Según el informe divulgado, estas dudas afectan las estimaciones sobre el rumbo de la economía estadounidense y dificultan la toma de decisiones futuras en materia de tasas de interés.

El incremento actual del índice PCE subraya la persistencia de factores que sujetan los precios al alza, incluidos el impacto del encarecimiento de productos básicos y la repercusión de los costos energéticos. El monitoreo de la inflación subyacente, detalló la fuente, es esencial para la Fed, ya que proporciona una imagen más estable de las fuerzas económicas que inciden en el poder adquisitivo de los hogares.

Las cifras presentadas por la Oficina de Análisis Económico, recogidas por el medio, reflejan la complejidad de lidiar con una inflación que, aunque moderada respecto a picos anteriores, continúa por encima del objetivo oficial del 2% fijado por la Reserva Federal. La evolución de este indicador será fundamental para las próximas decisiones del banco central y sus repercusiones en los préstamos, el ahorro y el consumo en todo el país.