Bolivia confisca 451.608 litros de combustible que presuntamente iban a la minería ilegal

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La Paz, 10 dic (EFE).- La estatal Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) informó este martes que en operativos realizados entre mayo y noviembre con el apoyo de las Fuerzas Armadas se confiscaron 451.608 litros de combustible que presuntamente eran desviados a la "minería ilegal".

El director de la ANH, Germán Jiménez, indicó que "la mayor parte de combustible incautado es diésel" y que el 90 % "estaba siendo desviado para el norte (del departamento) de La Paz, que es la región que concentra la mayor actividad aurífera de mineros asociados en cooperativas, que utilizan motores con este combustible para la extracción del oro.

Asimismo, mencionó que a raíz de estos operativos se logró la confiscación de 273 vehículos, la detención de 323 personas que afrontan procesos judiciales por agio y especulación, además del decomiso de 697 garrafas de gas licuado de petróleo (GLP).

Jiménez precisó que 197 de los vehículos confiscados son "livianos" como automóviles y minibuses (de 14 pasajeros), 51 vehículos pesados y 25 camiones cisterna, que efectuaban el "desvío" de combustible.

Entre los métodos que tenían los conductores de estos automotores para traficar el combustible están la adaptación de "tanques externos", modificación de estructuras, instalación de recipientes interconectados o la constante carga de combustible camuflada con el cambio de matrículas, añadió.

Para detectar el desvío de combustible hacia la minería ilegal o su traslado a los mercados de los países vecinos, en donde se duplica su valor, las autoridades bolivianas aplicaron un plan de control con el apoyo de las Fuerzas Armadas.

Jiménez indicó que la estrategia se basa en "la custodia directa" militar de los camiones cisterna en las 197 estaciones de distribución de combustible situadas en "áreas de riesgo y frontera" junto al control que los agentes realizan en los puntos de venta.

Las Fuerzas Armadas informaron que se utilizaron a casi 8.000 soldados y militares para las labores de custodia y control, mientras que entre mayo y noviembre se realizaron al menos 7.800 operativos.

La escasez de combustible es un problema que se mantiene hace meses en Bolivia, problemática que se suma a la falta de dólares, la inflación y el desabastecimiento de algunos alimentos o artículos como el arroz, tomate o aceite, que son trasladados hasta las fronteras para venderlos a un mejor costo.

En Bolivia, los precios de los combustibles están subvencionados, por lo que el litro de diésel y la gasolina cuesta 3,72 y 3,74 bolivianos, respectivamente, (unos 0,53 dólares en cada caso).

El Gobierno recientemente introdujo al mercado local nuevos tipos de gasolina y diésel que se comercializan alrededor de los 6,71 bolivianos por litro (0,96 dólares), un precio que varía en función de la cotización internacional del petróleo y el nivel de octanaje.

Expertos en economía han advertido al Gobierno de la pesada carga que supone para el Estado el mantener la subvención a los carburantes, un gasto que este año se calcula llegó a unos 2.000 millones de dólares. EFE

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