Redacción Medioambiente, 12 nov (EFE).- Varias voces de organizaciones y de países no desarrollados demandan mejorar la financiación climática en la vigésimo novena Cumbre del Clima (COP29) que se inició este lunes en Bakú, y que durante dos semanas reunirá a representantes de casi 200 países que buscarán soluciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento global.
El negociador de Medioambiente y Clima del Grupo de países menos desarrollados (Least Developed Countries, LDC en inglés), el malauí Evans Njewa, ha manifestado que este conjunto de 45 países "exige urgentemente una financiación para el clima ampliada, nueva, adicional y de fácil acceso" de billones de dólares, según un comunicado.
"Una financiación que responda a las necesidades específicas de nuestras comunidades vulnerables y que se conceda en forma de subvenciones, no de préstamos", porque durante demasiado tiempo, "la carga de la deuda ha paralizado nuestras economías y ha agravado nuestra vulnerabilidad", subrayó.
El representante del LDC, que representa a 45 países y 1.100 millones de personas del Caribe, África, Asia y el Pacífico, hizo un llamamiento para que los representantes en la COP29 den un paso adelante con un objetivo de financiación de la lucha contra el cambio climático que "esté a la altura de nuestras necesidades. No miles de millones, sino billones".
Según estimaciones, sólo los LDC necesitan al menos 1 billón de dólares estadounidenses para 2030 con el fin de poner en práctica las Contribuciones Determinadas Nacionales (NDC, por sus siglas en inglés).
Por ello, concluir la COP29 sin un nuevo y audaz objetivo financiero "sería un trágico perjuicio tanto para el planeta como para las poblaciones vulnerables".
Njewa recordó que este año graves inundaciones y corrimientos de tierra "han devastado vidas y propiedades en Nepal, Chad, Etiopía, Bangladesh y otros países", de ahí que "es más importante que nunca" que los países mantengan su compromiso de seguir trabajando juntos para hacer frente a esta crisis mundial e intensificar los esfuerzos de forma colectiva.
Por su parte, el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, ha declinado su participación en la COP29 citando como razón principal "la falta de compromiso mundial con la conservación de la selva tropical".
Marape anunció que el ministro de Medio Ambiente, Conservación y Cambio Climático, Simo Kilepa, representará a Papúa Nueva Guinea en la COP29 con una delegación reducida, con el objetivo principal de defender la candidatura de su país para acoger la reunión de la Junta del Fondo Verde para el Clima el año que viene, mostrando el compromiso del país con el liderazgo climático y las iniciativas de financiación verde.
El primer ministro expresó su preocupación por el fracaso de las naciones con altas emisiones "a la hora de aplicar aspectos clave del Acuerdo de París", en particular los artículos 5 y 6, que se centran en la conservación de los sumideros y depósitos de gases de efecto invernadero, incluidos los bosques, y la creación de un marco para la cooperación internacional en los mercados de carbono.
Marape hizo hincapié en que, a pesar de los compromisos, los grandes países industrializados con importantes huellas de carbono "no han cumplido plenamente estas obligaciones, tanto a nivel gubernamental como industrial".
"Papúa Nueva Guinea es una de las principales naciones con selvas tropicales", subrayó e hizo un llamamiento a las naciones más contaminantes para que vayan más allá de las "charlas sin sentido" y adopten medidas concretas para apoyar la conservación de la selva tropical.
"Necesitamos patrocinadores reales de la conservación de la selva tropical, no sólo retórica", declaró. "El mundo debe tomarse en serio la conservación de la selva tropical como piedra angular de la acción climática".
Marape expresó su esperanza de que la COP30, que se celebrará en Brasil, país también rico en selvas tropicales, "dé prioridad" a la conservación y reforestación de los bosques tropicales.
La Environmental Justice Foundation (EJF) llama la atención sobre el empeoramiento de la situación de los refugiados climáticos, mientras que las cinco grandes empresas petroleras y de gas "Exxon Mobil (EE.UU.), Shell (Países Bajos), TotalEnergies (Francia), Chevron (EE.UU.) y BP (Reino Unido) han obtenido beneficios por valor de 105.000 millones de dólares en los cuatro trimestres financieros transcurridos desde la COP28" y proyectan ampliar sus explotaciones.
Según EJF, "es preciso abordar de una vez por todas las graves desigualdades que generan la crisis climática y agravan sus efectos".
En 2023, el año más caluroso registrado, 46,9 millones de personas tuvieron que desplazarse internamente, de los cuales el 56 % se debió a las catástrofes meteorológicas extremas, según EJF, que recuerda las severas sequías en el Cuero de África que afectaron a 2,9 millones de personas. EFE