"Hay que creer en la fuerza del arte", dice la directora del Museo Nacional de Ucrania

Guardar

Nuevo

Madrid, 16 may (EFE).- Con todas las obras evacuadas del Museo Nacional de Arte de Ucrania en Kiev desde que comenzó la invasión rusa, y donde solo quedan los marcos, su directora, Yuliya Lytvynets, asegura que, aunque hay que estar preparados para cualquier eventualidad, siempre hay que creer "en la fuerza del arte".

En la jornada Museos en tiempos de guerra, organizada en el Museo del Prado de Madrid con motivo del Día Internacional de los Museos, el próximo sábado, Lytvynets explicó este jueves la experiencia del Museo Nacional de Arte de Ucrania desde la invasión rusa, que comenzó el 24 de febrero de 2022.

"Tenemos que estar preparados para cualquier situación, no solo la guerra, sino emergencias de todo tipo, cataclismos, cosas que no puedes imaginar, pero hay que creer en la fuerza del arte", recalcó la responsable del museo.

Cuenta con 125 años de historia y ha vivido, además, dos guerras mundiales, la pérdida de independencia del país y el régimen soviético, con represiones y fusilamientos de artistas y funcionarios de la institución que se negaron a destruir las obras consideradas "enemigas del pueblo", relató la directora.

Sólo en la Segunda Guerra Mundial, señaló, los nazis se llevaron 64.000 obras de arte, de las que sólo se recuperaron 256.

Por eso, debido a estas terribles experiencias, el museo disponía de protocolos de seguridad y estaba preparado cuando Rusia invadió Ucrania. Cuando comenzó la guerra, los funcionarios acudieron al trabajo y, en un solo, día trasladaron todas las obras a los sótanos de los distintos museos.

Varios vivieron allí durante jornadas con la sensación de que era un "organismo vivo"; "Nosotros protegíamos al museo y el museo nos protegía a nosotros", contó Lytvynets, que en algún momento tuvo la sensación, tras evacuar las obras a lugares seguros, de que se había convertido "en un museo de marcos; no había obras, solo quedaban marcos en sótanos y pasillos".

No obstante, se mostró optimista, segura de que, cuando acabe la guerra, las obras volverán al museo, se desempaquetarán y volverán a ser colocadas en las paredes.

También relató cómo se organizó en noviembre de 2022 el traslado, en medio de las bombas, de obras de Kiev a Madrid para la exposición 'En el ojo del huracán', en el Museo Thyssen.

El arte ayuda en todos los niveles, indicó también la directora del Museo Nacional de arte ucraniano, que ha organizado alguna subasta benéfica de obras de artistas modernos.

También destacó la ayuda que reciben del extranjero. Pero la guerra sigue y Rusia no solo quiere el territorio de Ucrania, sino también "borrar su autenticidad histórica y cultural", dijo.

Tres museos ucranianos han sido ya "borrados de la faz de la tierra". "Y entiendes la responsabilidad que tienes, no solo para salvaguardar el arte, sino también la autenticidad de la nación", incidió Lytvynets, convencida de que Ucrania vencerá en esta guerra.

el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoréltsev, destacó la resistencia de Ucrania en el ámbito cultural, además de en el campo de batalla, así como la solidaridad del pueblo español.

Tanto el presidente del Patronato del Museo del Prado, Javier Solana, como su director, Miguel Falomir, recordaron que la pinacoteca española supo lo que es vivir un conflicto bélico durante la Guerra Civil (1936-1939) y subrayaron su solidaridad y admiración hacia Ucrania.

"Los museos son más que objetos", sobre todo los nacionales, "porque recogen el acervo cultural y el alma y espíritu del país; y, por eso, son también objetos de ataques que los hacen vulnerables", sintetizó Falomir. EFE

cn/mcm/jl/vh

Guardar

Nuevo