Roma, 9 may (EFE).- El escritor angloindio Salman Rushdie invitó este jueves a la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, "a crecer y ser menos infantil", al referirse a la demanda que interpuso la política al escritor Roberto Saviano por haberla llamado "bastarda" y por la que fue condenado a pagar 1.000 euros.
"Leí la historia de Roberto Saviano y la disputa con Giorgia Meloni. Creo que los políticos deberían endurecerse la piel. Le daría un consejo a esta señora: la invitaría a ser menos infantil y a crecer", dijo el escritor a los medios italianos a su llegada a la Feria del Libro de Turín (noroeste) para presentar su libro 'Cuchillo. Meditaciones tras un intento de asesinato', que relata el ataque que sufrió en 2022.
Rushdie agregó: "Los políticos deberían endurecerse un poco porque hoy en día un político, además de tener un gran poder, también tienen mucha autoridad. Por eso es normal que alguien pueda usar una palabra fea como la que usó Roberto, Saviano".
“Querían silenciarme pero ahora mi voz es más fuerte, hay más atención que antes", explicó sobre el ataque que sufrió.
El pasado 12 de octubre el Tribunal de Roma condenó al escritor antimafia Roberto Saviano a pagar 1.000 euros por haberla difamado llamándola "bastarda" al criticar sus posturas contra la inmigración, una condena mucho menor a la que había pedido la fiscalía.
Recientemente, el Tribunal de Bari (sur) decidió llevar a juicio al conocido historiador y filólogo italiano Luciano Canfora tras la denuncia por difamación de Meloni después de que la llamase "neonazi" y "mentecata".
Los hechos se produjeron el 11 de abril de 2022, cuando Meloni era la única oposición al Gobierno de unidad nacional dirigido por el economista Mario Draghi, seis meses antes de ganar las elecciones generales y convertirse en primera ministra de Italia.
Aquel día, Canfora había ido al Instituto Enrico Fermi de Bari para participar en una conferencia sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia y, ante los asistentes, dijo que Meloni era "una neonazi en el alma", una "pobrecita" y una "mentecata peligrosísima". EFE
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