Beirut, 30 mar. El Gobierno libanés anunció hoy que suspende la construcción de una nueva terminal de pasajeros en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut, después de que el proyecto desatase la polémica en los últimos días por haberse adjudicado sin un proceso de licitación.
"A raíz de la actual controversia legal en el país y porque el asunto ha tomado un rumbo diferente a la trayectoria y el objetivo que buscábamos (...) anuncio que no se cumplirá con el contrato y que este se considerará como inexistente", dijo en su cuenta de Twitter el ministro de Obras Públicas y Transporte, Ali Hamieh.
El Ejecutivo libanés había anunciado hace diez días que la terminal sería construida con financiación privada por valor de unos 122 millones de dólares, "sin que el Estado libanés desembolsase un solo dólar", y que sería operada por el grupo estatal irlandés Daa International.
Sin embargo, el proyecto se convirtió rápidamente en el centro de una fuerte controversia en el país, pues salió a la luz que había sido adjudicado sin que se hubiese abierto un proceso de licitación pública.
Según medios locales, la legislación que gobierna el Aeropuerto de Beirut, el único operativo en la nación de los cedros, sí permite que entidades privadas se encarguen de construir nuevos edificios con financiación propia, siempre y cuando la propiedad pase eventualmente a ser estatal.
La corrupción es endémica en el Líbano y la polémica llega en momentos de gran descontento popular, en medio de un deterioro de la grave crisis económica desatada en el país a finales de 2019 y de una prolongada inacción de las autoridades para atajar la situación.
Estaba previsto que la nueva terminal entrara en funcionamiento en el primer trimestre de 2027 y que permitiese al aeródromo albergar a unos 3,5 millones de pasajeros adicionales, además de crear más de 500 puestos de trabajo directos y unos 2.000 indirectos, según datos oficiales.
El Aeropuerto Rafic Hariri de Beirut es la principal vía de acceso al Líbano y a menudo sufre cuellos de botella, especialmente en el área de inmigración, intensificados por la escasez de personal y recursos en el marco de la depresión económica. EFE
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