La exposición más aislada del mundo, atractivo de Catar durante el Mundial

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En medio del desierto catarí, unos agentes de seguridad se encuentran a menudo solos en sus vehículos, matando el tiempo, con la misión de vigilar las 24 horas la exposición artística más aislada del mundo.

"Los días en los que hay muchas visitas, puede haber un centenar de personas", explicó uno de los guardias que vigilan la instalación del estadounidense Richard Serra, titulada "East-West/West-East" (Oriente-Occidente/Occidente-Oriente), cuatro monolitos en acero oxidado de más de 14 metros cada uno.

Pero cuando las temperaturas alcanzan los 50 grados, los turistas son evidentemente pocos.

Incluso responsables del sector del arte en Catar admiten que la visita a los monolitos, que se extienden a lo largo de un kilómetro en el desierto, forma parte del desafío de apreciar el trabajo de Serra, cuya obra fue una de las adquisiciones artísticas más importantes realizadas por el emirato en los últimos años (2014).

Catar se prepara para recibir más de un millón de personas durante la Copa del Mundo que comienza el 20 de noviembre.

En Doha prácticamente no hay publicidad de la instalación de Sierra, situada a 70 kilómetros de la capital, en la reserva del desierto de Brouq, una zona aislada a la que se puede ir en vehículos 4x4, reputada por sus países grandiosos, sus dunas y sus espectaculares puestas de sol.

El acceso al lugar es difícil, prácticamente no hay carteles de señalización en la carretera y muchos coches se atascan en la arena o sufren el pinchazo de un neumático.

Firas Al Obisi, un sirio que trabaja como guía turístico en Catar desde 2006, cuenta que su coche se atascó en una tormenta de arena mientras acompañaba a un turista chino.

"Cada vez que intentaba salir de mi coche en la arena, la situación era peor. la arena se pegaba debido a la presencia de sal marina", señaló sobre un lugar cercano al Golfo Pérsico. Tres de sus amigos pasaron cuatro horas intentando ayudarlo y uno de sus vehículos también se atascó.

Abdulrahman Al Ishaq, director de arte público de Catar, compara la visita a esta instalación con un "peregrinaje".

"Descubrir la obra de arte comienza por el camino efectuado", señala.

- Actos de vandalismo -

Richard Serra, de 83 años, es uno de los escultores americanos más conocidos. Sus creaciones pesan toneladas, una incluso era más pesada que un avión. Sus obras se exponen por todo el mundo, desde museos en Nueva York a paisajes de Islandia y Nueva Zelanda.

El escultor recibió la invitación de instalar sus monolitos por Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani, hermana del emir de Catar y presidente de Qatar Museums, tras haber completado otro trabajo, no lejos del puerto de Doha, de Seven, una obra de arte de 24,6 metros.

Los monolitos del desierto son supervisados por patrullas y cámara tras los actos de vandalismo cometidos en 2020 y 2021, por lo que al menos seis personas fueron arrestadas. Catar presume de ser uno de los países con la tasa de criminalidad más baja.

La obra de Serra es uno de los ejemplos extremos de la importante inversión de Catar en el arte público, una tendencia que se ha acelerado según se acerca la Copa del Mundo, con el objetivo de ofrecer alternativas de ocio a los turistas que acudan al gran evento.

Más de 40 obras de arte se exponen en los parques, en las calles y en lugares importantes, entre ellas una estatua de 20 metros de un mamífero marino del controvertido artista Jeff Koons, así como una escultura de 4,25 metros de una gallina azul de la escultora alemana Katharina Fritsch, instalada en uno de los hoteles que recibirá a la FIFA.

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