Empresa se compromete a reducir apagones en Puerto Rico

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SAN JUAN (AP) — Frente a las persistentes interrupciones en el suministro eléctrico y las advertencias del gobierno de Puerto Rico, la compañía que opera el sistema de transmisión y distribución anunció el miércoles que destinará más recursos y cuadrillas a mejorar el servicio.

La medida fue anunciada apenas horas después de que el Senado de la isla iniciara una audiencia para analizar el contrato del gobierno con Luma Energy, un consorcio integrado por Atco, de Calgary, Alberta, y Quanta Services Inc., de Houston, en medio de exhortaciones para que sea cancelado.

Entre los principales funcionarios que exigen al gobierno que revoque el contrato figuran el presidente del Senado de Puerto Rico, José Luis Dalmau, del Partido Popular Democrático — el principal de la oposición_, y Jennifer González —representante de Puerto Rico ante el Congreso de Estados Unidos e integrante del Partido Nuevo Progresista al que pertenece el gobernador_, que señaló que los apagones se han vuelto “el pan de cada día”.

Luma dijo el miércoles que el mes entrante aumentará 25% las brigadas de respuesta, retirará la vegetación que cubre a 20 de las líneas de transmisión más cruciales, incrementará las inspecciones en las subestaciones —ocho de las cuales se incendiaron el año pasado— y aumentará las inspecciones aéreas de las líneas de transmisión en zonas remotas.

“Hemos cometido errores. Reconocemos nuestras faltas”, dijo Duke Austin, presidente y director general de Quanta Services.

Dijo que Luma ha reducido en un tercio la duración de las interrupciones eléctricas, pero reconoció que la compañía puede mejorar.

“No estoy pidiendo perdón ni paciencia”, señaló. “A mí se me agotaron ambos”.

Luma ha subrayado que tiene problemas con una red eléctrica cuyo mantenimiento fue descuidado por el gobierno local durante décadas y fue destruida por el huracán María en septiembre de 2017, y que comenzó a ser reconstruida apenas hace meses. Antes de Luma, la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, que tiene una deuda de más de 9.000 millones de dólares, manejaba la transmisión y distribución de la red.