Despachadores de trenes alemanes entrenan en una maqueta de juguete

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Trenes de escala H0, en la maqueta de entrenamiento de Darmstadt. La instalación de simulación busca reproducir las situaciones del  complejo funcionamiento del tráfico ferroviario real. Foto: Frank Rumpenhorst/dpa
Trenes de escala H0, en la maqueta de entrenamiento de Darmstadt. La instalación de simulación busca reproducir las situaciones del complejo funcionamiento del tráfico ferroviario real. Foto: Frank Rumpenhorst/dpa

De unos 500 metros cuadrados, la maqueta de ferrocarril que se encuentra en la ciudad alemana de Darmstadt consta de innumerables señales, desvíos, vías, locomotoras y vagones. Quien espere el atractivo de paisajes meticulosamente modelados con casas, animales, pequeños coches y fábricas, se verá decepcionado por la sencillez de un austero tablero de madera repartido en varias habitaciones. 

Los detalles consisten en unos pocos edificios ferroviarios, un transbordador de trenes y un puñado de árboles: justo lo que se necesita para la formación y el aprendizaje. En este campo aparentemente lúdico de operaciones ferroviarias, los futuros despachadores de trenes se dedican a su profesión y no a jugar. Aquí se practica la seguridad totalmente digitalizada en los raíles y el trabajo en los enclavamientos, aquellos dispositivos que controlan la circulación de trenes en una estación de ferrocarril.

Esta es una de las dos maquetas de entrenamiento que existen en Alemania, la segunda se encuentra en la ciudad de Berlín. En ambas, los expedidores de trenes y los conductores de locomotoras de la empresa alemana de ferrocarriles Deutsche Bahn pueden entrenar con diferentes técnicas de enclavamiento a escala 1:87 sin tener que mover vehículos de toneladas peso.

"Se trata de una maqueta convencional que ha sido especialmente preparada para este fin", explica el técnico de operaciones ferroviarias Holger Kötting. "Es un juguete, pero tiene que cumplir las normas profesionales".

De esta manera, la maqueta permite practicar con la tecnología de enclavamiento más moderna, en la que, a través de monitores y clics de ratón, se controlan el tráfico, la seguridad de las vías e incluso las palancas manuales de los trenes. 

Una vez colocados los desvíos y encendida la señal que da la luz verde para que el tren continúe su recorrido, el tren de juguete empieza a rodar, lentamente y con un breve retardo, igual que en la realidad. "Todo el trazado está completamente digitalizado. Funciona como en la vida real, con un sistema de seguridad múltiple", señala Kötting.

El despachador de trenes, oficialmente denominado "trabajador ferroviario en servicio operativo especializado en el despacho de trenes", programa las rutas ferroviarias. "Su función es construir la vía privada para cada tren", explica Kötting, desarrollador de software de 48 años. 

El operario establece los cambios de guía necesarios para que no se produzcan colisiones. La señal posterior es la que permite que el tren continúe. "Una vez asegurada la vía, ya no es posible intervenir", asevera Kötting, y añade que, con las tecnologías modernas, los ordenadores se comprueban mutuamente.

Según datos de la empresa de ferrocarriles, en Alemania hay unos 13.000 despachadores de trenes que trabajan en 2.600 enclavamientos fijando los desvíos y las señales de más de 40.000 trenes diarios. 

"Este año, Deutsche Bahn ha firmado unos 5.000 contratos de formación", afirma Florian Brech, responsable de marketing de personal del departamento de contratación de las regiones de Hesse, Renania-Palatinado y Sarre. 

De ellos, 760 de los candidatos querían ser despachadores de trenes. Los que quieran acceder al trabajo necesitan un certificado de estudios secundarios aprobados. A continuación, realizan una prueba en línea y luego una entrevista y un examen médico y psicológico en la empresa. Según Brech, los que aprueban, tienen garantizado un puesto de trabajo.

En la actualidad, la empresa permite que se incorporen a la formación candidatos que cuenten con una formación finalizada en otras ramas. Si tienen éxito, estos son entrenados directamente en los enclavamientos. "Sin embargo, no es que comiencen a trabajar directamente en la (ajetreada) Estación Central de Fráncfort", acota Brech.

El buen funcionamiento del tráfico ferroviario puede entrenarse en la maqueta de Darmstadt en todas las técnicas de enclavamiento actuales: maniobras, árboles caídos en las vías, sustitución de maquinistas enfermos. La instalación, gestionada conjuntamente por Deutsche Bahn, la Universidad Técnica de Darmstadt y el Grupo de Trabajo Académico sobre Transporte Ferroviario, también se utiliza para trabajos científicos. 

La universidad, por ejemplo, utiliza las instalaciones del Instituto de Sistemas Ferroviarios y Tecnología Ferroviaria para probar nuevos procedimientos operativos o bien en el ámbito de la tecnología de seguridad ferroviaria. "El objetivo es desarrollar y examinar críticamente las innovaciones para aumentar las capacidades de la infraestructura existente y la solidez de las operaciones ferroviarias en caso de irregularidades", informan representantes del instituto.

El primer trazado con tecnología de enclavamiento se construyó en Darmstadt en 1914. En 1936 se añadió una maqueta de trenes. En 2006 se inauguró el actual campo de operaciones ferroviarias. A lo largo de décadas se han instalado en la maqueta, que hoy simula una red de vías real de más de 100 kilómetros, unos 1.000 metros de raíles de juguete. Un máximo de 20 trenes circula al mismo tiempo. 

Kötting informa que para los interesados se ofrecen jornadas de puertas abiertas en las que se puede echar un vistazo al sobrio trazado ferroviario: "A los niños les pareció interesante su funcionamiento. Los adultos estaban bastante decepcionados".

dpa