Capitana Cloroquina, la última ocurrencia en las coloridas elecciones de Brasil

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Regina Bento Sequeira adoptó nombres de heroína para obtener superpoderes en las urnas. Fracasó ocho veces. Ahora, en su novena participación electoral en Brasil, se hace llamar Capitana Cloroquina, en una estrategia para atraer votantes tan controvertida como ese medicamento contra el covid-19.

A pocos días para las elecciones municipales del 15 de noviembre, Regina, una abogada de 59 años, ya se sabe perdedora. "¿Usted es bromista?", pregunta entre risas. "¿Quiénes van a ganar? ¡Los mismos!", dice a la AFP desde su casa en Barra da Tijuca, un barrio en el oeste de Rio de Janeiro, donde se presenta al cargo de concejala.

Con pocos recursos para su campaña y sin apoyo de maquinarias partidistas, Regina es una de las tantas candidatas en Brasil que opta por un apodo o un personaje estrambótico para pescar votos en los comicios de este país continental y desigual.

"Desde que soy candidata, en 2004, siempre busco llamar la atención, porque es la única forma de tener visibilidad debido a que no tengo trabajo político, no tengo apoyo, no tengo dinero. Por eso escogí este camino", afirma la aspirante.

Punk Libertario, Aspirina, Corinthians, Gremio, Superman, Batman, la Mujer Maravilla, Flamengo, Bin Laden, Trump u Obama también competirán el domingo contra otros 576.000 candidatos por las 58.208 vacantes de concejal y las 5.568 alcaldías del mayor país de Sudamérica.

Antes, Rayo Paralizador, Boca abierta, Bola de harina, Perro, Estrella que brilla, El hombre araña o Llegó papá ya hicieron lo mismo.

La politóloga de la Universidad Federal de Minas Gerais, Natália Aguiar, explica que "debido al elevado número de candidaturas, los candidatos buscan usar nombres que se destaquen".

"El fenómeno de los nombres irreverentes podría verse como un síntoma de la sobrevaloración de los candidatos a expensas de las políticas de partido, favoreciendo así la personalización de la política", agrega.

- Las mil caras de Zefa -

Antes de esta contienda, en sus fallidas participaciones en comicios estaduales y municipales, Regina se presentó con el nombre que utilizaba como anfitriona de fiestas, Zefa, y que adecuaba según el enfoque de su campaña.

En 2016 fue "PokéZefa", como la serie animada Pokemón. Hace una década se apodó "Zefa de Nieve, contra los enanos del presupuesto", en alusión a Blancanieves y los siete enanitos.

En 2008 usó "Zefa de las cavernas", con la estética de Los Picapiedra, para criticar "el atraso" de su municipio São João de Meriti, al que también ha buscado representar. Y en 2006, como "Super Zefa", obtuvo su mayor votación: 5.713 votos.

Ahora recorre las calles con un sombrero de policía y un carro descapotado en el que estampó su información electoral. En un fotomontaje en redes sociales circula con un atuendo de Capitana Marvel o recibiendo un beso del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, a quien dice adorar.

"La cloroquina era el tema más hablado en el momento... todo el mundo estaba hablando de la cloroquina, tanto negativa como positivamente. Era lo que yo quería", explica.

Despreocupado por el covid-19, que deja más de 163.000 muertos y 5,7 millones de contagiados en Brasil, Bolsonaro promovió insistentemente el medicamento para tratar el virus, pese a no tener eficacia comprobada frente a la pandemia.

- Tradición -

La experta en comunicación política y cultura Janaine Aires recuerda que los apodos y cambios de apellido son tradicionales en la sociedad brasileña, y la ley electoral los permite.

"Es una característica de la cultura brasileña, de intentar tener una cierta aproximación con nuestros interlocutores", señala esta profesora de la Universidad Federal de Río Grande del Norte.

Pero las analistas coinciden en que no hay evidencia de que la estrategia de personificar superhéroes rinda triunfos en las urnas, que atribuyen a la maquinaria partidaria e inversión en la campaña.

Regina Sequeira lo sabe, pero a pesar de las ocho derrotas a cuestas, sigue creyendo que este es el único camino para derrotar a la clase política. "Los mismos siempre ganan, y cada vez hay más malhechores ocupando puestos que deberían ser de quien es honesto", defiende.

Como el Quijote que lucha contra los molinos de viento, esta mujer dice que seguirá aspirando a un cargo político mientras tenga fuerzas para hacer campaña en las calles.

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