Federación australiana de rugby envía a paro temporal al 75% de sus empleados

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Tres cuartas partes del personal empleado por la Federación Australiana de rugby fue enviado este martes al paro temporal, hasta el 1 de julio, ante las elevadas pérdidas económicas que deberá afrontar Rugby Australia debido a la pandemia de coronavirus.

"Es la decisión más difícil de la historia del juego", declaró la directora general de Rugby Australia Raelene Castle.

"Aunque extremadamente dolorosas, (estas medidas) son necesarias para asegurar que el deporte siga siendo económicamente viable y para que podamos salir de esta crisis mundial plenamente operacionales y dispuestos a poner todo en aras de la reconstrucción", declaró.

Castle, que verá su salario de más de 450.000 euros anuales reducido a la mitad, afirmó que el rugby de la isla oceánica se había visto duramente afectado por la suspensión de la temporada de Super Rugby (competición que reúne a franquicias australianas, neozelandesas, sudafricanas, japonesa y argentina) luego de apenas siete fechas.

Otros directivos y el personal que sigue trabajando sufrieron una reducción de hasta el 30% de su salario por un tiempo de trabajo a su vez reducido.

Castle señaló que un escenario catastrófico, pero muy probable, en el que la temporada al completo se perdería, en especial los test-mach de los Wallabies contra Irlanda y Fiyi, privaría a la instancia de 120 millones de dólares australianos (67 millones de euros).

El rugby está detenido en Australia y en el resto del mundo, dejando a los clubes sin los ingresos por venta de entradas y por derechos de televisión.

Ya con problemas económicos antes de la pandemia, Rugby Australia registró el lunes un déficit de cerca de 10 millones de dólares australianos (5,5 millones de euros), debido especialmente al contencioso con el antiguo Wallaby Israel Folau, despedido en mayo de 2019 por haber proferido mensajes homófobos.

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