El escándalo internacional por la filtración de millones de documentos tiene entre sus implicados a 33 empresas y personas vinculadas al terrorismo que aparecen en la lista negra de Estados Unidos.
Tres de las compañías que Washington alega que ayudaron a suministrar combustible al régimen sirio de Bashar al Assad eran clientes del estudio de abogados Mossack Fonseca, de acuerdo con la investigación divulgada este domingo por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Luego de que estas empresas fueran incluidas en la lista negra de Estados Unidos por dar apoyo al Ejército sirio, Mossack Fonseca continuó trabajando con al menos una de ellas. La red de negocios se amplió cuando las compañías que estaban en la mira de la Casa Blanca se unieron a otras decenas de clientes del bufete de abogados panameño.
Sin embargo, algunos individuos y empresas ya habían dejado de trabajar con el estudio antes de ser sancionados por las autoridades norteamericanas.
En 2014, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) anunció una serie de sanciones contra personas y empresas vinculadas al régimen sirio.
Una de ellas es Pangates International Corporation Limited, compañía especializada en productos derivados del petróleo con sede en los Emiratos Árabes Unidos, que había sido cliente de Mossack Fonseca durante más de una década.
La OFAC incluyó a Pangates en su lista negra en julio de 2014, alegando que la compañía había suministrado al régimen sirio mil toneladas métricas de avgas –combustible de aviación necesario para operar naves militares–.
La empresa es parte del Grupo Abdulkarim, una compañía importante de Siria con oficinas en Damasco. La OFAC también sancionó a otros dos clientes de Mossack Fonseca con vínculos con Abdulkarim o sus directores. Se trata de Maxima Middle East Trading Co. y Morgan Additives Manufacturing Co.
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