El voto de la población de origen latinoamericano gana protagonismo en la jornada electoral del Supermartes, que reparte la mayor cantidad de delegados durante las elecciones primarias, que son quienes finalmente eligen a los candidatos presidenciales de cada partido.
Las elecciones del martes incluyen a varios estados del sur de Estados Unidos, como Alabama, Tennessee, Georgia, Texas, Oklahoma, Arkansas y Virginia. También votan en los estados de Vermont, Massachusetts y habrá asambleas partidarias (caucus) en Colorado, Minnesota, Wyoming y Alaska.
Tan sólo en Texas, hay cinco millones de hispanos con derecho al voto, que representan el 28% de los adultos en capacidad de votar (de un total de 38,6% de hispanos) mientras que en Colorado, el 15% (de un total de 21,2% de hispanos) de la población apta votar es de origen latinoamericano.
"A medida que avance el proceso, empezando con el Supermartes, (los) latinos se convertirán en un componente cada vez más importante del electorado para ambos partidos, pero especialmente en el lado demócrata, que es dónde los latinos del país se agrupan en este momento", dijo Thomas Saenz, vicepresidente del Mexican American Legal Defense and Educational Fund (o Maldef) a The Associated Press. "Comenzando con Nevada y desde ahora en adelante, se oirá cada vez más el voto latino. Veremos una participación latina mayor en noviembre, pero también veremos una participación significativa en el Supermartes".
Pero incluso en estados donde los latinos aptos para votar tienen una modesta presencia, como Virginia o Georgia, o más adelante en Carolina del Norte, su voto puede ser determinante. Virginia y Carolina del Norte son recientemente conocidos como iswing states,/i o estados cuya votación ha variado de republicana a demócrata, o viceversa, en pasadas elecciones.
"En Virginia hay 270.000 latinos que pueden votar", dijo a reporteros Tim Kaine, senador por ese estado. "En Virginia y otros estados, la comunidad latina puede marcar la diferencia en casi todas las elecciones". El senador recordó que Terry McAuliffe resultó elegido gobernador de Virginia en 2013 por 53.000 votos y que, un año más tarde, el otro senador del estado, Mark Warner, obtuvo su escaño por apenas 14.000 votos.
La participación latina es menor en las primarias que en las elecciones generales, cuya abstención se pudo haber intensificado con la aparición de personajes como Donald Trump, según Brent Wilkes, director de la League of United Latin American Citizens (LULAC).
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