El magnesio es el cuarto mineral más abundante en el organismo. La mitad de todo el magnesio que hay en el cuerpo se encuentra en los huesos. El resto se encuentra en músculos y en tejidos blandos, donde actúa como cofactor de enzimas intracelulares. Su importancia es innegable: produce vitalidad, regenera los músculos y activa el metabolismo.

Investigaciones recientes de la Universidad de Indiana concluyeron además que el consumo de suplementos dietarios con magnesio ayuda a combatir el síndrome metabólico y una de sus consecuencias más temidas, la diabetes. Al mejorar la sensibilidad a la insulina, controla la glucosa, y mantiene estables los niveles de energía durante el día. También ayuda a depurar el exceso de sustancias químicas y otras toxinas.

Las conclusiones a las que llegó el departamento de Epidemiología y Bioestadística de Indiana indican que las personas que incorporan magnesio a su dieta reducen el riesgo de sobrepeso, colesterol elevado, enfermedades cardiovasculares y diabetes por un 30 por ciento.

Según un estudio de la Universidad de Harvard, la ingesta diaria de magnesio recomendada va de los 320 a los 420 miligramos al día, según la edad, pero la mayor parte de la población analizada está por debajo de los 300.

Pero por supuesto que no todo son píldoras y suplementos. El magnesio se encuentra también en alimentos naturales. El que más magnesio contiene es el bulgur, un cereal muy usado en la cocina de Oriente Medio y África del Norte, con 230 miligramos de por taza de cereal seco.

• Semillas de calabaza
• Cacao en polvo
• Espinaca
• Almendras
• Salvado
• Hierbas secas
• Pescado
• Banana
• Frutos secos