El blanqueo de capitales fue extendido por séptima vez. No importó el poco éxito que hasta el momento tuvieron el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). Este miércoles, el gobierno nacional oficializó la decisión de prorrogar los instrumentos ideados en la época de Guillermo Moreno para intentar lograr los tan necesitados dólares a la economía nacional.
La decisión fue comunicada a través del Decreto 1232/2015 publicado este miércoles en el Boletín Oficial con las firmas de la presidente Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Economía, Axel Kicillof.
La prórroga ya había sido adelantada por el propio ministro hace unos días, tras haberse reunido con representantes del sector inmobiliario. "Al vencimiento de la última prórroga de los instrumentos vinculados al blanqueo de capitales, los representantes de la Cámara Inmobiliaria solicitaron al Gobierno su extensión, luego de la evaluación positiva del funcionamiento de estos recursos para la reactivación del mercado inmobiliario y de la construcción", informaron a través de un comunicado.
Pese a las críticas, el Gobierno destacó que, desde su lanzamiento, se han emitido Cedines "por más de 1.700 millones de dólares". "En las últimas semanas aumentó considerablemente el volumen negociado de Cedines en el mercado secundario, como una muestra de la creciente utilización de estos instrumentos", aseguró Kicillof.
La llamada "Exteriorización Voluntaria de la Tenencia de Moneda Extranjera en el País y en el Exterior" fue implementada a mediados de 2013 para paliar los efectos que el cepo al dólar ya había comenzado a mostrar en el mercado inmobiliario.
Creado por ley del Congreso el 29 de mayo de 2013, los Cedines fueron puestos en marcha hace exactamente dos años: el 1º de julio de 2013. Pero su creación no consiguió revertir la tendencia en el mercado inmobiliario, que llevó a la compraventa de inmuebles a niveles similares a los de la crisis de 2001.
Recién en los últimos tres meses se verificó el testeo del piso de las operaciones con un tímido repunte que no lo sacó aún de los mínimos históricos, en particular en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires.