Arsenal no pudo con Sarmiento en Junín y la continuidad de Martín Palermo es una incógnita

Con goles de Luna y Peppino, el conjunto de Sergio Lippi se impuso 2 a 0. El "Verde" ganó 4 de sus últimos 5 partidos, mientras que los del "Titán" no logran despegar del fondo de la tabla

Compartir
Compartir articulo
 Prensa Arsenal 162
Prensa Arsenal 162

En el estadio Eva Perón de Junín, Arsenal se enfrentó a un Sarmiento que llegaba en alza, dado que el "Verde" había conseguido tres victorias en los últimos cuatro compromisos. Lejos de sentirse intimidado por la sorprendente estadística del recién ascendido, los de Martín Palermo salieron con una actitud sumamente agresiva.

Sin embargo, con el transcurrir de los minutos los equipos mermaron sus intensidades y el dueño de casa resultó favorecido, dado que Sebastián Luna capitalizó una descarga de Nicolás Sánchez para establecer el 1 a 0 de larga distancia y confirmar el gran presente que atraviesa el elenco comandado por Sergio Lippi.

En el complemento, la sintonía del pleito continuó bajó el ritmo del pelotazo frontal. La escasez de ideas ofensivas y sociedades colectivas llevó a que se disponga de un encuentro carente de entretenimiento.

El desconcierto generalizado por el que atravesó el combinado de Sarandí, fue la única razón para que Sarmiento confirme su superioridad. En uno de los innumerables centros que envió Ignacio Cacheiro, Franco Peppino consiguió ganar en el área rival para festejar el 2 a 0. Naturalmente, la floja producción de Arsenal supuso la resignación, sobre todo si se tiene en cuenta que la única herramienta para llegar a la red era la individualidad de Santiago Silva, quien se las ingenió para exigir a César Rigamonti gracias a su jerarquía.

La derrota puso en apuros al "Titán", quien va camino a ser el sexto entrenador en dejar su cargo. Los cuestionamientos permanentes y la falta de carácter de sus dirigidos son indicios suficientes para imaginar un cambio de rumbo en el banco del Viaducto. Sin dudas, la cosecha de 6 puntos sobre 27 disputados, reducen el margen a una continuidad que parece concluida.

Por Fernando Taveira – ftaveira@infobae.com