Un soldado norteamericano que había sido enviado a Afganistán sorprendió a toda su familia cuando se reencontró con su mujer y vio por primera vez a su hijo recién nacido durante un partido de hockey sobre hielo en los Estados Unidos.
El sargento Robert Vandenberg no estaba en su casa desde febrero, cuando fue desplegado en Afganistán, según cuentan los medios locales.
El militar había quedado que hablaría por Skype con su mujer, Patricia Vandenberg, cuando ella estuviera en el estadio Honda Center, donde los Anaheim Ducks jugarían contra los Edmonton Oilers. Él le había dicho que todavía estaba en Rumania, donde estaba esperando para regresar a los EEUU.
En el momento en que se producía la videoconferencia en la pantalla gigante del estadio, Robert Vandenberg fingió no poder oírla y, simulando problemas técnicos, la conversación debió ser abortada, por lo que los espectadores mostraron su decepción. El rostro visiblemente compungido de Patricia lo decía todo.
Fue en ese momento cuando Robert sorprendió a su mujer y se acercó a ella por detrás y le dio una palmada en el hombro. Incrédula al verlo después de tanto tiempo, Patricia se llevó la mano a la boca. No podía creer lo que estaba ocurriendo. Su marido había regresado y estaba junto a ella, a su lado.
Se abrazaron y se besaron como dos personas que no sabían si volverían a verse. Robert Vandenberg luego abrazó y besó por primera vez a su hijo Travis, que nació el último 24 de septiembre. También saludó a su otro pequeño, de 17 meses.
"¡Gracias por traerlo a casa de una manera tan especial! ¡Gracias a todos los soldados del (batallón) 419 por su trabajo tan bien hecho! Bienvenido a casa y ¡Feliz Navidad!", escribió Patricia Vandenberg en Facebook.