El avión de la aerolínea Magnicharters transportaba a 128 pasajeros desde Cancún hasta Ciudad de México el domingo 7 de diciembre. Era un vuelo como tantos otros, pero un piloto galán y dos jóvenes con ganas de divertirse lo transformaron en un escándalo.
Cuando el comandante -cuya identidad fue preservada- se enteró de que a bordo de la aeronave estaban las actrices Esmeralda Ugalde y Samadhi Zendejas, decidió invitarlas a conocer la cabina, algo que no está permitido.
El incidente podría haber quedado en algo menor si sólo les hubiera permitido echar un vistazo. Pero el piloto se extralimitó, encandilado por la belleza de las jóvenes de 23 y 19 años.
Tras un flirteo de algunos minutos, ellas le preguntaron si podían sentarse en su asiento. Él no sólo se los permitió, sino que incluso les prestó su sombrero y les permitió que se tomaran fotografías.
Nunca imaginó la repercusión que tendrían luego de que las compartieran por sus cuentas de Twitter.
Las jóvenes intentaron justificarse diciendo que la aeronave no había despegado aún en ese momento, pero la aerolínea corroboró que estaba en pleno vuelo. En cuestión de horas, el piloto fue despedido.
Además recordó que "desde el 11 de septiembre del 2001 está prohibido que las personas pasen a la cabina del piloto, y que sólo en tierra y con los motores apagados pueden conocerla".