De acuerdo con The Wall Street Journal, el mayor productor mundial de smartphones negocia con operadores de telefonía de los EEUU, Corea del Sur y Europa por el llamado "reloj-teléfono" (watchphone), que sería presentado al mercado entre junio y julio.
Los smartwatch que se encuentran actualmente en el mercado, como el Galaxy Gear de Samsung, tienen que estar conectados a un teléfono para recibir y enviar mensajes y realizar otras funciones básicas.
Pero el nuevo dispositivo de Samsung, que tendrá el software operativo Tizen de la compañía, permitiría realizar llamadas, tomar fotografías y gestionar correos electrónicos de manera independiente. Además, vendrá equipado con un monitor cardíaco, informó el periódico.
Las principales compañías del sector tecnológico, como Apple, Google y Samsung, se lanzarían este año a una carrera por dominar el mercado de dispositivos informáticos que pueden "vestirse", como los relojes.
No está clara cuánta demanda hay para esta clase de productos, como anteojos y relojes inteligentes, pero fuentes de la industria los consideran como la fase siguiente de un cada vez más saturado mercado de dispositivos móviles.